Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

sábado, 12 de marzo de 2016

La historia vuelve a "los grandes cacaos"...

LIMONES EN ALMÍBAR

"Quién lo diría, un siglo después, con el petróleo en baja, el cacao vuelve con ímpetu"

VANESSA ROLFINI |  EL UNIVERSAL
sábado 12 de marzo de 2016  12:00 AM
La revancha del cacao
El nuevo oro negro es el cacao. Después de poco más de un siglo, el fruto se revaloriza como verdadera fuente de riqueza. ¿Quién lo iba a pensar? Compatriotas volviendo al campo porque es más rentable su cultivo y tratamiento, que otras actividades económicas.

En un viaje reciente al Sur del Lago de Maracaibo, visité campos y productores cacaoteros. La zona abarca principalmente Mérida, pero incluye Zulia y Táchira, tierras "tipo uno" por su increíble calidad, al punto que están catalogadas entre las más fértiles del planeta.

En medio de aquel verdor y humedad, donde se respira vida por doquier abunda el cacao. Se pueden encontrar más de dos mil productores que van desde "cosecheros" -campesinos que se limitan a recoger frutos sin mayores cuidos- hasta productores interesados en mejorar sus prácticas, esparcidos en campos que van de una a diez hectáreas.

Además de la presencia de empresas dedicadas exclusivamente a comprar cacao. En la zona se vende en dos modalidades: "en baba", es decir, sin tratamiento postcosecha. Y quienes se ocupan de venderlo seco y listo para comercializar, que tiene más valor. En la región apenas se empieza a implementar la práctica de fermentar antes de secar, lo cual eleva mucho más la calidad del producto.

Para mi sorpresa, en medio de la tercera zona productora de cacao del país, encontré casos de gente joven y profesional, que se ha hecho el propósito de recuperar o comprar pequeñas fincas, en algunos casos están plantando y en otras sustituyendo antiguos cultivos. Historias exitosas que ya están dando resultados extraordinarios.

El centro de acopio más grande del país y posiblemente de Latinoamérica está en la zona. Otro caso interesante son los hermanos Pernía, ambos ingenieros mecánicos, con una pequeña finca familiar en Río Frío, comenzaron hace dos años con cinco hectáreas y sus proyecciones apuntan que en menos de media década manejarán quince.

¿La razón? El cacao es rentable. Su precio va en ascenso, entre tantos motivos, porque la demanda supera por mucho la oferta. En ese mercado, si Venezuela decide participar con aplomo, podría encontrar un gran negocio. Mucho depende del Estado. No llegamos ni a 1% de la producción mundial pero contamos con la mayor variedad de cacaos finos: los más buscados, los mejor pagados pero también los más escasos.

El Sur del Lago se está tomando en serio el tema. No pasará mucho tiempo para que se ubiquen como el segundo productor nacional, de un fruto al que apenas cuatro años atrás no se le prestaba mayor atención. 

Quién lo diría, un siglo después, cuando el petróleo va en baja, el cacao vuelve con ímpetu. Una verdadera revancha. @rutasgolosas

No hay comentarios:

Publicar un comentario