Caricatura realizada por Pedro León Zapata (nacido en La Grita, estado Táchira, el 27 de febrero de 1929
para el libro de cocina ”Cambiadme la Receta”
inspirada en la obra "La lección de anatomía del Doctor Nicolaes Tulp" de Rembrandt
(Leiden, 15 de julio de 1606 – Ámsterdam, 4 de octubre de 1669)
En su libro “Obras Incompletas” publicado por Monte Ávila Editores en 1969, Aníbal Nazoa,
(Caracas, Venezuela el 12 de septiembre de 1928 y fallecido en Caracas el 18 de agosto de 2001)
nuestro inmortal poeta, ensayista y humorista, describe los distintos géneros literarios, entre
los cuales el Libro de Cocina, al que describe como hecho “por señores ricos y muy ‘viajados’
para quienes la cocina no pasa de ser un hobby”, y dirigido no a los cocineros sino a “otros
señores ricos y muy ‘viajados’ para quienes la cocina no pasa de ser un hobby”; lleno de nombres
rebuscados y explicaciones en lenguaje enrevesado que hacen difícil su comprensión para
“nuestras modestas cocineras criollas”. Como ejemplo de recetas de libros de cocina, Nazoa
da la de “Aspic de Chirrompios a la Arlesiana” del “Libro del Buen Comer de Olivia de Rodriguini”:
“Ingredientes
2 kilos de Chirrompios frescos
3 tazas de caldo irlandés
El zumo de una lima
2 zanahorias gremiladas
1 zanahoria sin gremilar
1 cucharada de vinagre de Amiens
1 clara de huevo
3 cucharadas de vino Tokaji Számorodni o Flussigesgoldes
1 frasco de pepinillos
200 gramos de gelatina simple
1 ramita de ticarlio moldavo
3 berneques dulces
Sal
1 pizca de felúxina o uña de San Antero
Modo de preparar
En una bolniquera convenientemente salmodada con manteca se echan dos tazas de caldo irlandés, dejando la tercera en la nevera para que se enfríe bien; se agregan los berneques, el ticarlio moldavo y la zanahoria sin gremilar y se corta en cuadritos. Luego se limpian los chirrompios, ciudando mucho de no quitarles los metidios, y se rehogan en una petenera honda, dejándolos a fuego bajo con el vino y la felúxina.
Ahora se bate la clara de huevo, añadiéndole poco a poco el zumo de lima hasta que alcance el punto de chaubelette y se fibuca la mezcla en horno a medio nigote, añadiendo las zanahorias gremiladas. Se mezcla bien, se le agregan los pepinillos cuidando que no se formen recompillos y se echa todo en gelatina, que ha sido previamente bilbainada en un chapolinete frío. Entonces se calienta la taza de caldo que se había dejado en la nevera y se bota en el fregadero, porque este plato no se puede preparar en caldo recalentado. Se adorna todo con hojitas de guegualdra y pasta mordelona y se lleva al horno. Se sirve frío, con o sin Calamouchons à la Sétoise.”
La receta continúa con un último párrafo sobre variaciones del plato mediante cambio de ingredientes, con lo que uno logra descubrir que los chirrompios son pescados o algo que puede ser sustituido por pescado para preparar el “aspic”.
Tal vez Nazoa, con su irónica descripción del Libro de Cocina, contribuyó a hacer de este género de publicaciones, en lugar de una muestra de erudición culinaria, la de la voluntad de compartir sapiencia para contribuir con el enriquecimiento y la innovación de la deliciosa ciencia de todos los sentidos.
Imagen: Pedro León Zapata, versión de "La Lección de Anatomía del Dr. Nicolaes Tulp" de Rembrandt, para el libro "Cambiadme la receta". Tomada dehttp://sabordefamilia.com/?p=106
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