Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 29 de marzo de 2015

Conservas, frutas en almíbar y jaleas comparten la mesa de Semana Santa con buñuelos, arroz con leche o coco, y majarete

En Cuaresma los dulces son indulgentes

Conservas, frutas en almíbar y jaleas comparten la mesa de Semana Santa con buñuelos, arroz con leche o coco, y majarete
Conservas, frutas en almíbar y jaleas comparten la mesa de Semana Santa con buñuelos, arroz con leche o coco, y majarete | Cortesía

El dulce de lechosa une a los venezolanos en Cuaresma como lo hace en Navidad, dice Rubén Santiago, chef de La Casa de Rubén, su restaurante en Porlamar, quien recuerda que la preparación se degusta en todo el país y complementa un menú en el que no faltan conservas, jaleas, arroces, buñuelos y majarete.
En Margarita los acompañantes tradicionales del dulce  son la jalea de mango y el piñonate, conserva que combina lechosa verde rallada y melado de papelón, y que se adereza con corteza de naranja, canela y clavo. “El cabello de ángel se ve poco y los buñuelos, comunes en el centro del país, no son obligantes”, agrega el cocinero, que destaca la calidad de los que elabora Mirla Nieves para Casa Mejillón, posada de Pilar Cabrera en La Guardia.
 El arroz con coco también es dulce de Cuaresma aunque,  como el de lechosa, se come todo el año. Esther González lo ofrecerá con helado de auyama en La Casa de Esther, su restaurante en Pedro González,  al norte de la isla. A él  se suma el arroz con leche, emblema de la temporada en Bejuma, dice el chef Néstor Acuña, nacido en la población carabobeña y a cargo de los fogones de Sarrapia Gastrobar, en Ciudad Bolívar, donde reina el turrón de merey.
Desde el Domingo de Ramos hasta el Jueves Santo –dice Ivette Franchi, de Cocineros Zulianos–  los dulces de plato dominan la mesa zuliana: limonzón en almíbar, leche cortada, cascos de guayaba, piña con lechosa, icacos, huevos chimbos, conserva de maduro y manjar blanco con ciruela.
Igual nombre reciben los que enriquecen el Almuerzo de los Siete Potajes que se sirve los Jueves Santos en Táchira. “Un festín en el que participan melcochas, cocadas, alfondoques, alfeñiques, polvorosas y dulces de platico: cabello de ángel con higos y arequipe, dulce de toronja o de sidra, y de moras negras”, enumera Leonor Peña, autora del  libro Cocina Tachirense. Menciona además  aliados y conservas –de coco y leche, de leche y piña, y de sidra, coco y leche– hechas como panelitas y servidas en hileras,  a los quesillos de piña y coco, “frutos relacionados con la Cuaresma”, y a los caramelos de chocolate –cacaitos– y de coco,  y las pepas de mantequilla, “con los que celebran los niños de la casa”.
Nada como los huevos de Pascua
De todas las tradiciones gastronómicas foráneas la de los huevos de Pascua es la que más gusta en el país. Sobre su origen la web ofrece referencias diversas: informa, por ejemplo, que fue en 1820 cuando por primera vez se registró uno, “cubierto por una especia de frágil pasta de azúcar”; que la técnica de elaboración se perfeccionó en el siglo XIX, en Francia, cuando se añadió manteca de cacao al chocolate, lo que permitió su modelaje; y que Joseph Fry fue el primer chocolatero inglés que los comercializó en su país, en el año 1873.
En Caracas han ganado fama los de La Praline Chocolatier que los ofrece de 2 tamaños –grandes, con sorpresa, y pequeños–, además de la docena, cuyas 12 unidades tienen las dimensiones de un huevito de codorniz; y los de Kakao, rellenos con gomitas.
Ambas casas chocolateras tienen otras formas de celebrar la Cuaresma: La Praline, con un concurso que ya es tradicional y que gana quien acierte cuánto pesa la figura que se elabora para tal fin –este año tiene forma de pollita con sus respectivos huevos–, y Kakao con figuras en forma de pez, de chocolate blanco, con leche y negro, a las que se matiza con color.
imatos@el-nacional.com

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