Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

viernes, 20 de marzo de 2015

La escasez y el alza de precios van de la mano. Tienen una relación difícil de corromper. En las panaderías y pizzerías de la región se comprueba a diario. Los inventarios se agotan rápido y reponerlos no es fácil. Los proveedores de insumos tienen cada vez menos disponibilidad. Harina de trigo y levadura son los rubros con mayores fallas de despacho y la situación amenaza con agudizarse.

El Carabobeño 20 marzo 2015

Precio de harina de trigo subió más del doble en cinco meses

El incremento de costos de producción impacta los bolsillos de los consumidores. (Foto Laynhe Oliveros)
Dayrí Blanco
La escasez y el alza de precios van de la mano. Tienen una relación difícil de corromper. En las panaderías y pizzerías de la región se comprueba a diario. Los inventarios se agotan rápido y reponerlos no es fácil. Los proveedores de insumos tienen cada vez menos disponibilidad. Harina de trigo y levadura son los rubros con mayores fallas de despacho y la situación amenaza con agudizarse.
En casi 148% se han incrementado los precios en menos de seis meses. La encargada de una panadería de la avenida Bolívar pasó de pagar en noviembre 400 bolívares por el saco de harina de trigo de 45 kilos, a 995 este mes. Es un alza que tuvo que trasladar al costo de los productos. Ahora la unidad de pan francés cuesta cinco bolívares y no tres como se podía adquirir a finales de 2014.
La misma distorsión de precios ha tenido que afrontar Carmelo Orellano en el negocio que gerencia junto a su hermana. Durante las últimas semanas ha cancelado hasta mil 300 bolívares por un saco del producto. “Cada vez es más difícil. Aumentan con mucha frecuencia”. La levadura, también en la lista, pasó de 20 bolívares el kilo a 100.
En la pizzería de Harold Marrugo la crisis también es intensa. El 2014 cerró para él con un precio fijado de 400 bolívares por 45 kilos de harina. Pero el 2015 inició con el saco en mil 200 bolívares. Solo a las panaderías se les vende el producto directamente del molino o empresa fabricante a un precio que oscila entre 800 y mil bolívares. A comerciantes más pequeños como él, les corresponde acudir a mayoristas y pagar con un recargo importante. También ha sumado a su estructura de costos el aumento de otros ingredientes que han ocasionado que una pizza familiar pasara de 250 a 430 bolívares.
Escasez acentuada
El aumento de los precios de los insumos está acompañado de una escasez histórica. Antes era usual que Marianella Barraes se abasteciera con una compra de 12 sacos de harina de trigo, de cada uno se preparan 900 panes. Era un inventario suficiente para un mes. Ahora con suerte solo le despachan tres o cuatro. Y eso podría empeorar. Desde la Federación Nacional de Trabajadores de la Industria de la Harina (Fetraharina) se advirtió que el sector solo cuenta con un inventario para abastecer tres semanas de consumo en el país.
Tomás Ramos, presidente de la Federación Venezolana de Industriales y Afines, (Fevipan), insistió en la necesidad de importar al menos entre 100 mil y 200 mil sacos de harina panadera colombiana para evitar desabastecimiento en el corto plazo, tomando en cuenta que la demanda mensual del rubro en el país es de mil 300 sacos al mes.

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