Manjares que llegaron de fuera
El Nacional Comer y Beber 29 DE MARZO 2015 - 12:01 AM
Los platos tradicionales de la Semana Santa europea se sumaron con gusto a la mesa local. ¿Ejemplos? Los italianos, renglón en el que reina la colomba pascual, que tuvo su origen en Verona, más industrial que artesanal, cuyo sabor y textura recuerdan al del panettone y que lleva almendras en su superficie.
A ella se suman la pastiera y los cannoli, preparaciones del sur italiano que comparten ricotta y cáscaras de naranja como ingredientes, sabores que se complementan –en el segundo caso– con crema chantilly o de chocolate.
“Gustan mucho”, coinciden Geraldino Sessa y Marilena Tarantini, responsables de dos de las panaderías caraqueñas que tradicionalmente ofrecen ambas preparaciones durante la Semana Mayor: Delicateses Roma, en la avenida Victoria, y Panadería Las Nieves, en Chacaíto.
De España llegaron para quedarse las torrijas –rebanada de pan viejo empapada en leche, rebozada en huevo y frita en aceite, aromatizada con canela y endulzarla con miel y azúcar– de las que se dice tuvieron su origen en conventos andaluces de finales del siglo XV.
Es, a diferencia de los dulces italianos mencionados, un plato más bien casero, como los buñuelos de Cuaresma que integran el recetario canario junto con las truchitas, preparación a base de batata que sí se ofrece en mostrador: en el de la Panadería Sabrina, en la avenida Miguel Ángel de Colinas de Bello Monte.
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