Sí se valen los caprichos, pero con moderación
De lunes a viernes comes los alimentos a la plancha, eliminas el azúcar, no tomas refresco, reduces el pan y las pastas y te saltas el postre. Pero cuando llega el sábado olvidas las restricciones, engulles todo lo que te pongan enfrente y tiras por la borda el sacrificio de toda una semana. Nutricionistas recomiendan los "premios" pero no los atracones compulsivos.
por HERCILIA GARNICA | imagen: SHUTTERSTOCK | JUEVES 10 DE SEPTIEMBRE DE 2015
Los lunes desayunas frutas, los martes te permites un sándwich de pan integral, los miércoles le das paso a una arepita, los jueves te consientes con un cereal y los viernes te premias con una tortilla resuelta de vegetales y queso. El sábado, luego de dormir un poco más de lo habitual, te provoca algo más sustancioso: empanadas de carne mechada y para la noche la pizza que rechazaste durante la semana. El domingo es imposible decirle que no a la cachapa con pernil y refresco que te regalas en elbrunch y en la noche te decides por unos tequeños y cotufas mientras ves una película en el cine.
Las licencias están permitidas, señalan los nutricionistas, pero no el desenfreno, la compulsión desmedida ni los atracones. Lesbia González Gutiérrez (www.nutricionconlesbia.com), expresidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela, prefiere hablarle de "reconocimiento" a sus pacientes. Esa es la palabra que emplea cuando en consulta "negocian" la pequeña trampa que se puede cometer una vez a la semana, no necesariamente el sábado o el domingo.
El "reconocimiento" varía de acuerdo con las necesidades del paciente. Algunos piden un whiskycito y un solo trago de 100 cc equivalen a 293 calorías. Si la persona acuerda que ese es el premio que se merece en la semana, entonces debe asumir que solo puede tomar un vaso y que durante el resto del día debe portarse bien para no sumar otros excesos.
Otros solicitan licencia para comerse un chocolate, una pizza o un dulce. La nutricionista Lesbia González les dice que sí, pero pide siempre moderación. "No es que luego se van a comer dos tabletas, la pizza más grande y con embutidos y un dulce de hojaldre", señala.
La especialista refiere que cuando se desea perder peso es clave la cantidad de comida que se coloca en el plato. Por eso le dice a sus pacientes que es importante que la porción de la "pequeña trampa", que se permiten una vez a la semana, sea la apropiada. "También les digo que coman lento, que saboreen cada bocado para que al cerebro le dé tiempo de procesarlo".
Antes de fijar los términos de la negociación, la nutricionista les hace otra advertencia: Deben saber que al día siguiente de haberse saboreado el reconocimiento tienen que retomar sus hábitos saludables y dejar a un lado los excesos.
El nutricionista español Iván Martín, especialista en la Clínica de nutrición y dietética, consultado por la Clínica de Nutrición Biodieta, también está de acuerdo con permitir las licencias, incluso dos veces a la semana, siempre y cuando la persona coma de una forma equilibrada, realice una actividad física moderada a lo largo de la semana y tenga unos parámetros antropométricos correctos que le permitan salirse de sus hábitos alimenticios de vez en cuando.
Martín, de hecho, destaca los beneficios del "caprichito". Cree que esos permisos le hacen bien al cuerpo, al paladar y al cerebro. "Lo que no está bien es comer en grandes cantidades todo lo que caiga en nuestras manos y abusar de aquello que no hemos tocado durante la semana, como pueden ser dulces, alcohol y comidas con grasa. Ese tipo de actitud puede ser la responsable de que los esfuerzos no funcionen y se derrumbe todo lo que se ha hecho durante la semana".
Esa misma idea la comparte la también nutricionista Elena Merino, del centro Pilates Body & Soul. Ella señala que se pierde demasiado si el capricho consiste en comer frituras, dulces y harinas. Su idea de una licencia una vez por semana consiste es tomar un desayuno más completo, una copa de vino con la comida, un postre o dulce casero compartido con otras personas. "Lo importante es aprender a disfrutar de nuestros caprichos de forma moderada".
Los especialistas concuerdan en que las pequeñas trampas no tienen por qué suponer un riesgo para el metabolismo, a no ser que lleguen a un grado patológico, de atracones compulsivos. "Para mantener un peso saludable no es necesario llevar una alimentación muy restrictiva durante la semana, ya que puede hacernos descontrolar nuestro apetito durante el fin de semana", precisa Iván Martin.
Las cenas fuera de casa son otras de las preocupaciones de los que intentan mantener una dieta saludable de lunes a viernes. ¿Qué "pecados" se pueden cometer si el deseo es mantener la línea sin renunciar al placer de comer?
Para esa pregunta hay una respuesta con varios trucos:
Las licencias están permitidas, señalan los nutricionistas, pero no el desenfreno, la compulsión desmedida ni los atracones. Lesbia González Gutiérrez (www.nutricionconlesbia.com), expresidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela, prefiere hablarle de "reconocimiento" a sus pacientes. Esa es la palabra que emplea cuando en consulta "negocian" la pequeña trampa que se puede cometer una vez a la semana, no necesariamente el sábado o el domingo.
El "reconocimiento" varía de acuerdo con las necesidades del paciente. Algunos piden un whiskycito y un solo trago de 100 cc equivalen a 293 calorías. Si la persona acuerda que ese es el premio que se merece en la semana, entonces debe asumir que solo puede tomar un vaso y que durante el resto del día debe portarse bien para no sumar otros excesos.
Otros solicitan licencia para comerse un chocolate, una pizza o un dulce. La nutricionista Lesbia González les dice que sí, pero pide siempre moderación. "No es que luego se van a comer dos tabletas, la pizza más grande y con embutidos y un dulce de hojaldre", señala.
La especialista refiere que cuando se desea perder peso es clave la cantidad de comida que se coloca en el plato. Por eso le dice a sus pacientes que es importante que la porción de la "pequeña trampa", que se permiten una vez a la semana, sea la apropiada. "También les digo que coman lento, que saboreen cada bocado para que al cerebro le dé tiempo de procesarlo".
Antes de fijar los términos de la negociación, la nutricionista les hace otra advertencia: Deben saber que al día siguiente de haberse saboreado el reconocimiento tienen que retomar sus hábitos saludables y dejar a un lado los excesos.
El nutricionista español Iván Martín, especialista en la Clínica de nutrición y dietética, consultado por la Clínica de Nutrición Biodieta, también está de acuerdo con permitir las licencias, incluso dos veces a la semana, siempre y cuando la persona coma de una forma equilibrada, realice una actividad física moderada a lo largo de la semana y tenga unos parámetros antropométricos correctos que le permitan salirse de sus hábitos alimenticios de vez en cuando.
Martín, de hecho, destaca los beneficios del "caprichito". Cree que esos permisos le hacen bien al cuerpo, al paladar y al cerebro. "Lo que no está bien es comer en grandes cantidades todo lo que caiga en nuestras manos y abusar de aquello que no hemos tocado durante la semana, como pueden ser dulces, alcohol y comidas con grasa. Ese tipo de actitud puede ser la responsable de que los esfuerzos no funcionen y se derrumbe todo lo que se ha hecho durante la semana".
Esa misma idea la comparte la también nutricionista Elena Merino, del centro Pilates Body & Soul. Ella señala que se pierde demasiado si el capricho consiste en comer frituras, dulces y harinas. Su idea de una licencia una vez por semana consiste es tomar un desayuno más completo, una copa de vino con la comida, un postre o dulce casero compartido con otras personas. "Lo importante es aprender a disfrutar de nuestros caprichos de forma moderada".
Los especialistas concuerdan en que las pequeñas trampas no tienen por qué suponer un riesgo para el metabolismo, a no ser que lleguen a un grado patológico, de atracones compulsivos. "Para mantener un peso saludable no es necesario llevar una alimentación muy restrictiva durante la semana, ya que puede hacernos descontrolar nuestro apetito durante el fin de semana", precisa Iván Martin.
Las cenas fuera de casa son otras de las preocupaciones de los que intentan mantener una dieta saludable de lunes a viernes. ¿Qué "pecados" se pueden cometer si el deseo es mantener la línea sin renunciar al placer de comer?
Para esa pregunta hay una respuesta con varios trucos:
- Para evitar los atracones hay que tomar mucha agua para llenar el estómago de líquido y retrasar la sensación de hambre.
- Un batido de proteínas, justo antes de salir de casa, también ayuda con el hambre, al menos por dos horas.
- Procura elegir proteínas y algunos vegetales. Evita los carbohidratos (pan, arroz, pasta, papas), las frituras, salsas, embutidos y la comida rápida.
- Si vas a comer postre trata de compartirlo y, con respecto al alcohol, la recomendación es ser moderado y elegir vino o cerveza, antes que un whisky.
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