Las pampuras caroreñas llegaron a Caracas
Son arepas finitas, horneadas y crujientes de larga tradición en Carora.
Las pampuras sirven de base para todo relleno CORTESÍA
GIULIANA CHIAPPE | EL UNIVERSAL
lunes 14 de septiembre de 2015 06:42 AM
La pampura es una arepa con algo de tostada. Es de harina de maíz, finita, horneada y crujiente. Y aguanta de todo.
Hace décadas era común disfrutar las pampuras en las casas caroreñas acompañadas, sobre todo, de crema de caraotas, suero y queso crineja, típicos de esa ciudad ganadera, con tradición de buen comer. Pero, por su complicada manufactura, cada vez se preparaban menos. Sin embargo, algunos caroreños de buena cepa hacen el esfuerzo por mantener la tradición. Entre ellos está Juan Carlos Pérez.
En una máquina de su invención, comenzó a fabricar y hornear las pampuras hace diez años. Hasta hace unos meses, sólo las vendía en su ciudad, a casas, restaurantes y hoteles que se las solicitaban. Ahora, en alianza con su prima María Victoria Aguilar, las comercializa también en Caracas bajo la marca Pampuras LD.
"No es fácil hacer una pampura, por eso son pocos los que se atreven. El punto de la masa tiene que ser exacto, ni muy aguado ni muy duro. Y luego hay que hornearla hasta que logre el crujiente preciso", explica María Victoria.
Arriba "se le pone de todo", dice, "como si fuera una pizza". Eso en el caso de las pampuras grandes, tamaño tortilla mexicana. También vienen en otra presentación, las minipampuras, que funcionan como pasapalos, tanto si se sirven solas con un dip o con algún topping encima.
En Carora, las pampuras suelen acompañar el lomo prensado, carne magra de cochino bien especiada, sometida a la presión de una prensa durante al menos doce horas.
Otra forma de comerlas en como "tostada caroreña" que se arma con dos pampuras y se rellena con pata e' grillo, esa carne seca finamente mechada y refrita. Es un plato muy resuelto pues suele acompañarse con chicharrones, ensalada mixta, aguacate, queso rallado, suero de leche, tajadas y, a veces, hasta papas fritas.
En Caracas, se saborearon en mayo, durante el Festival de Sabores Larenses que el cocinero Pocho Garcés dirigió en Casa Veroes. En esa ocasión, el chef larense las sirvió en tres versiones. La primera fue con puré de caraotas, cochino frito, crema de leche y queso rallado. Un segundo tipo de pampura llevó puré de aguacate, salteado de longaniza, picoegallo y queso blanco. La tercera versión se ofreció con puré de tajada y chicharrón.
En el blog Qué comer en Lara dan otra idea: "En #Carora preparan una pizza muy particular: base de pampura, mantequilla de caraota, chicharrones y queso de cabra".
Para saber más sobre las pampuras LD, se puede curiosear su cuenta de Twitter @pampura_ld. Como están comenzando, para hacer pedidos le deben escribir directamente a María Victoria al correo pampura.ld@gmail.com. Carora llegó a la mesa caraqueña.
Hace décadas era común disfrutar las pampuras en las casas caroreñas acompañadas, sobre todo, de crema de caraotas, suero y queso crineja, típicos de esa ciudad ganadera, con tradición de buen comer. Pero, por su complicada manufactura, cada vez se preparaban menos. Sin embargo, algunos caroreños de buena cepa hacen el esfuerzo por mantener la tradición. Entre ellos está Juan Carlos Pérez.
En una máquina de su invención, comenzó a fabricar y hornear las pampuras hace diez años. Hasta hace unos meses, sólo las vendía en su ciudad, a casas, restaurantes y hoteles que se las solicitaban. Ahora, en alianza con su prima María Victoria Aguilar, las comercializa también en Caracas bajo la marca Pampuras LD.
"No es fácil hacer una pampura, por eso son pocos los que se atreven. El punto de la masa tiene que ser exacto, ni muy aguado ni muy duro. Y luego hay que hornearla hasta que logre el crujiente preciso", explica María Victoria.
Arriba "se le pone de todo", dice, "como si fuera una pizza". Eso en el caso de las pampuras grandes, tamaño tortilla mexicana. También vienen en otra presentación, las minipampuras, que funcionan como pasapalos, tanto si se sirven solas con un dip o con algún topping encima.
En Carora, las pampuras suelen acompañar el lomo prensado, carne magra de cochino bien especiada, sometida a la presión de una prensa durante al menos doce horas.
Otra forma de comerlas en como "tostada caroreña" que se arma con dos pampuras y se rellena con pata e' grillo, esa carne seca finamente mechada y refrita. Es un plato muy resuelto pues suele acompañarse con chicharrones, ensalada mixta, aguacate, queso rallado, suero de leche, tajadas y, a veces, hasta papas fritas.
En Caracas, se saborearon en mayo, durante el Festival de Sabores Larenses que el cocinero Pocho Garcés dirigió en Casa Veroes. En esa ocasión, el chef larense las sirvió en tres versiones. La primera fue con puré de caraotas, cochino frito, crema de leche y queso rallado. Un segundo tipo de pampura llevó puré de aguacate, salteado de longaniza, picoegallo y queso blanco. La tercera versión se ofreció con puré de tajada y chicharrón.
En el blog Qué comer en Lara dan otra idea: "En #Carora preparan una pizza muy particular: base de pampura, mantequilla de caraota, chicharrones y queso de cabra".
Para saber más sobre las pampuras LD, se puede curiosear su cuenta de Twitter @pampura_ld. Como están comenzando, para hacer pedidos le deben escribir directamente a María Victoria al correo pampura.ld@gmail.com. Carora llegó a la mesa caraqueña.
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