Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 14 de junio de 2015

Catemos el vino mediante una apreciación organoléptica de sus cualidades a través de nuestros sentidos –vista, olfato, gusto y tacto– para conocerlo, describirlo, juzgarlo y, principalmente, disfrutarlo.

Catemos el vino

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Catemos el vino mediante  una apreciación organoléptica de sus cualidades a través de nuestros sentidos –vista, olfato, gusto y tacto–  para conocerlo, describirlo, juzgarlo y,  principalmente,  disfrutarlo.
En la cata distinguimos cuatro pasos: observación por medio de nuestros sentidos, percepción de las sensaciones, comparación con lo ya conocido, y establecimiento de un juicio sobre el vino. El catador debe saber expresar y describir lo que siente, además de formarse una opinión objetiva del vino que cata, aunque éste no sea de su preferencia.
La cata está totalmente vinculada a nuestros sentidos. La vista nos permite distinguir el aspecto del vino; el olfato, localizado en la mucosa olfativa, percibe los aromas que ingresan por las fosas nasales y desde la cavidad bucal; el gusto, en la lengua, detecta a través de las papilas gustativas los sabores dulce, salado, ácido y amargo; y  el tacto, en la mucosa bucal, percibe sensaciones térmicas, viscosidad y untuosidad, además de la astringencia o sequedad de la mucosa bucal, causada por los taninos del vino.

Catemos usando una copa grande, incolora, de vástago alto, cáliz ancho en su parte baja y cerrado en su parte superior. Servimos un tercio de la copa con vino e iniciamos por la fase visual; inclinamos la copa sobre un fondo blanco para ver la transparencia y el color. Es ideal que un vino blanco sea brillante y de color dorado pálido, lo cual denota su frescura y juventud; en un tinto podemos observar tonos desde violeta y rubí, cuando joven, hasta granate y ladrillo cuando ya es maduro.

En la fase olfativa, sin mover el vino, metamos la nariz dentro de la copa y percibamos profundamente su olor. Apreciaremos aromas espontáneas como aromas de frutas y flores en blancos y rosados; en tintos podemos disfrutar aromas a frutas rojas y negras, notas de roble, cacao, cuero y tabaco. Luego agitamos la copa en ritmo circular para apreciar los aromas con mayor intensidad. Finalmente lo llevamos a la boca y, antes de ingerirlo, lo paseamos  sobre la lengua e impregnamos suficientemente la mucosa bucal, para percibir sabores y sensaciones táctiles, típicas de cada vino.

Toda esta ceremonia la hacemos con la primera copa, para asegurarnos que el vino esté correcto, luego cada copa se puede disfrutar con el mismo proceso, aunque menos estricto, al gusto de cada quien, para hacerle al vino el honor que merece y disfrutarlo al máximo.  
guillermo.vargasg@gmail.com

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