Cahors A. O. C.
El vino de Cahors prácticamente desaparece de la escena. Sobrevive gracias al trabajo de unos pocos agricultores
VLADIMIR VILORIA | EL UNIVERSAL
lunes 25 de mayo de 2015 12:04 PM
El Malbec, ese sabroso y a veces exuberante, pero también vulgarizado vidueño que la industria argentina puso de moda, tiene en Cahors, en el corazón del valle del río Lot, en el suroeste de Francia, su origen. Auxerrois lo llaman ellos, y sus vinos, hoy renaciendo sólidos como columnas, comienzan a recuperar viejas glorias. Su clima seco y cálido, y sus suelos calcáreos, ricos en creta, grava, arcilla y piedra, abren paso a vinos, en el mejor de los casos, ricos en color, tanino y acidez, unos listos para beber jóvenes y otros, dado su tanino y marcada acidez, aptos para la guarda.
Cahors fue una de las regiones galas más perjudicados por la filoxera en el XIX, tiempo en que sus viticultores competían duro con sus colegas bordeleses. Quedó prácticamente devastado. Tuvo una recuperación hasta mediados del siglo XX, para luego quedar destruido, otra vez, en 1956, por una despiadada helada. El vino de Cahors prácticamente desaparece de la escena. Sobrevive gracias al trabajo de unos pocos agricultores.
La década de 1960 es tiempo de reconstrucción, para en 1971 coronar mucho esfuerzo y sacrificio con la obtención de su Appellation Controlée. Hoy algo más de 4000 Ha. conforman el viñedo, manejado por unos cuatrocientos productores. Manda el Malbec en más de 70%, junto al Merlot y el Tannat. El Cabernet Sauvignon y el Cabernet Franc están prohibidos.
Hasta hace poco, Georges Vigouroux, de la mano de Di Masi, puso a disposición del aficionado cuatro valederos Malbec Cahors AOC, todavía posibles en anaqueles si se busca bien. Casa fundada en 1887 bajo el mando de su cuarta generación, aquí hacen posibles vinos francos, honestos, típicos, capaces de mostrar la belleza de un Malbec diferente pleno de matices. Así, Pigmentum Malbec se planta purpureo y reboza rica uva madura y notas confitadas. Fresco, carnoso, ácido y de tanino delicado, su fuerza es la justa. Gouleyant derrocha una carnosidad y un tanino tan fresco, que no se cree. Goloso, es morder una jugosa ciruela madura. Chateau Lafleur de Haute-Serre es pura elegancia y frescor en el contexto de sus tonos dulces en boca y nariz. Delicioso. Chateau Haute-Serre Grand Vin Seigneur, el más completo de todos, destaca dada su intensidad y fineza y esa manera de entregarse en capas, matiz a matiz, delicadamente y sin desorden.
Georges Vigouroux sabe de Malbec, sí. Un Malbec poco conocido. Ese Malbec originario y rico que se resiste a la estandarización del gusto del vino.
¡Salud! vladimirviloria@gmail.com
Cahors fue una de las regiones galas más perjudicados por la filoxera en el XIX, tiempo en que sus viticultores competían duro con sus colegas bordeleses. Quedó prácticamente devastado. Tuvo una recuperación hasta mediados del siglo XX, para luego quedar destruido, otra vez, en 1956, por una despiadada helada. El vino de Cahors prácticamente desaparece de la escena. Sobrevive gracias al trabajo de unos pocos agricultores.
La década de 1960 es tiempo de reconstrucción, para en 1971 coronar mucho esfuerzo y sacrificio con la obtención de su Appellation Controlée. Hoy algo más de 4000 Ha. conforman el viñedo, manejado por unos cuatrocientos productores. Manda el Malbec en más de 70%, junto al Merlot y el Tannat. El Cabernet Sauvignon y el Cabernet Franc están prohibidos.
Hasta hace poco, Georges Vigouroux, de la mano de Di Masi, puso a disposición del aficionado cuatro valederos Malbec Cahors AOC, todavía posibles en anaqueles si se busca bien. Casa fundada en 1887 bajo el mando de su cuarta generación, aquí hacen posibles vinos francos, honestos, típicos, capaces de mostrar la belleza de un Malbec diferente pleno de matices. Así, Pigmentum Malbec se planta purpureo y reboza rica uva madura y notas confitadas. Fresco, carnoso, ácido y de tanino delicado, su fuerza es la justa. Gouleyant derrocha una carnosidad y un tanino tan fresco, que no se cree. Goloso, es morder una jugosa ciruela madura. Chateau Lafleur de Haute-Serre es pura elegancia y frescor en el contexto de sus tonos dulces en boca y nariz. Delicioso. Chateau Haute-Serre Grand Vin Seigneur, el más completo de todos, destaca dada su intensidad y fineza y esa manera de entregarse en capas, matiz a matiz, delicadamente y sin desorden.
Georges Vigouroux sabe de Malbec, sí. Un Malbec poco conocido. Ese Malbec originario y rico que se resiste a la estandarización del gusto del vino.
¡Salud! vladimirviloria@gmail.com
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