Cena francesa con atardecer en Galipán
Anne-Marie Rousseau, directora de la Alianza Francesa; y Reza Sefatpour FOTOS GABRIELA PULIDO
MAYTE NAVARRO | EL UNIVERSAL
lunes 15 de junio de 2015 12:00 AM
La Alianza Francesa de Caracas ofreció la oportunidad de disfrutar otra de las facetas de la cultural gala, como lo es la gastronomía, al planificar una cena en el Restaurante Il Picaccio, en Galipán. La responsabilidad de la cocina recayó en el chef Alain Letort, quien utiliza a la perfección ingredientes venezolanos manteniendo la técnica que ha hecho famosa a la cocina francesa, considerada como una de las más importantes del mundo.
El grupo subió a Il Picaccio a la hora convenida para disfrutar del atardecer galipanero mientras brindaban con unos cocteles a base de Ron Santa Teresa. Posteriormente pasaron al comedor. Allí los esperaba el primer brindis con champaña y unos abrebocas que fueron excelente preámbulo para la cena, preparada cuidadosamente por Letort, quien abrió el menú con una empanada de cordero acompañada de salsa de menta, arepa asada con rillettes de cerdo y un quiche Lorraine, tarta creada en el siglo XVI en Lorraine. De entrada presentó un paté campesino y paté de foie de cerdo, servido con pan campesino tostado, pepinillos, cebollas confitadas y mostaza, acompañado de un mezclum de lechuga con vinagreta francesa. Como plato principal ofreció navarin de cordero, es decir, un estofado en salsa de vino blanco con champiñones, cebollitas perladas confitadas, zanahorias bebes, vainitas y guisantes, acompañado de arroz pilaf con orégano fresco. Para coronar la cena reservó un éclair de chocolate y una mousse con café como postres. No faltaron los vinos que armonizaron con estos platos para mayor placer de los comensales.
Las felicitaciones en esa noche avileña fueron para la anfitriona, Anne-Marie Rousseau, directora de la Alianza Francesa; y por supuesto, para el chef Alain Letort.
El grupo subió a Il Picaccio a la hora convenida para disfrutar del atardecer galipanero mientras brindaban con unos cocteles a base de Ron Santa Teresa. Posteriormente pasaron al comedor. Allí los esperaba el primer brindis con champaña y unos abrebocas que fueron excelente preámbulo para la cena, preparada cuidadosamente por Letort, quien abrió el menú con una empanada de cordero acompañada de salsa de menta, arepa asada con rillettes de cerdo y un quiche Lorraine, tarta creada en el siglo XVI en Lorraine. De entrada presentó un paté campesino y paté de foie de cerdo, servido con pan campesino tostado, pepinillos, cebollas confitadas y mostaza, acompañado de un mezclum de lechuga con vinagreta francesa. Como plato principal ofreció navarin de cordero, es decir, un estofado en salsa de vino blanco con champiñones, cebollitas perladas confitadas, zanahorias bebes, vainitas y guisantes, acompañado de arroz pilaf con orégano fresco. Para coronar la cena reservó un éclair de chocolate y una mousse con café como postres. No faltaron los vinos que armonizaron con estos platos para mayor placer de los comensales.
Las felicitaciones en esa noche avileña fueron para la anfitriona, Anne-Marie Rousseau, directora de la Alianza Francesa; y por supuesto, para el chef Alain Letort.
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