La escasez ha obligado a los hoteles a modificar menús y servicios
Cuando falta la carne la excluyen de la carta; y si la encuentran, la ofrecen como sugerencia del día. El papel higiénico lo sustituyen por servilletas y toallines
TURISMO Los alojamientos garantizan café aunque sea a pérdida
En medio de una escasez pronunciada y generalizada de alimentos, artículos de higiene personal y de aseo del hogar, los hoteles hacen un gran esfuerzo por prestar un buen servicio. Sin embargo, no siempre lo logran y se ven obligados a alterar menús y atenciones. “Cuando no es una cosa la que nos falta es otra. Andamos en una eterna búsqueda”, dijo Leudo González, director del Consejo Superior de Turismo y expresidente de la Federación Nacional de Hoteles de Venezuela.
Con frecuencia ese periplo de supermercado en supermercado no es exitoso, y los administradores de los hoteles, al igual que las amas de casa, se ven en la necesidad de acudir al mercado informal para adquirir los productos, indicó Ricardo Cusanno, presidente del Consejo Superior de Turismo.
González añadió que hay artículos cuyo sobreprecio es tan elevado que no los pueden pagar. Uno de ellos es la carne. Dijo que procuran tenerla y ofrecerla a los huéspedes, pero que en ocasiones no consiguen siquiera cortes de segunda. Otras veces los precios a los que la encuentran son tan altos, que exceden las estructuras de costos. Cuando esto ocurre la excluyen del menú.
“Por lo general en los hoteles los menús son fijos. Cuando no tenemos carne la sacamos de la carta y ofrecemos pollo, pescado y cerdo. Cuando encontramos carne a buen precio, uno que podamos costear, la compramos y entonces la brindamos como el plato de sugerencia del día”, indicó González.
Hay otros alimentos, por el contrario, por los que los hoteles pagan el sobreprecio que tengan que pagar, aunque les dé pérdidas. “Es imposible no tener café ni leche. ¿Cómo organizamos un coffee break, por ejemplo, sin café? Por eso hacemos el mayor el esfuerzo por siempre tener en la cocina estos productos”, afirmó.
Magia en las habitaciones. Por los artículos de aseo personal y de tocador, los alojamientos también pagan sobreprecio, aunque salgan de las estructuras de costos. González señaló que por un rollo de papel higiénico, cuyos precios regulados van desde 5,17 a 13,40 bolívares según la cantidad de hojas, el sector ha llegado a pagar hasta 60 bolívares.
Por lo difícil y costoso de adquirir champú, jabón y papel higiénico, los hospedajes dotan las habitaciones con menos cantidad de estos productos. “En lugar de reponerlos todas las mañanas lo hacemos de forma interdiaria o cada dos días”.
El año pasado se conoció la noticia de que algunos hoteles pedían a sus huéspedes que llevaran papel higiénico durante su estadía. González negó saber de uno de esos casos. “No conozco ningún hotel de Fenahoven que haya hecho eso o lo esté haciendo”, aseguró.
Para mantener las habitaciones con papel higiénico el sector hotelero “hace magia y pasa la pena con los clientes”. El director de Conseturismo explicó que en ocasiones, cuando no encuentran el producto, lo sustituyen por servilletas o toallines.
Reconoció que muchos huéspedes se molestan por el cambio y se quejan. Los administradores de los alojamientos entienden la incomodidad y les explican que es por la falta de papel, y que ponen esos artículos para prestar el mejor servicio posible, dijo.
Además de estos artículos, la lencería está escasa. González señaló que por lo general los hoteles las renuevan cada tres meses, pero que este año no han podido hacerlo porque los proveedores no tienen mercancía.
Incrementos por escasez. El pago de sobreprecio de los productos escasos ha hecho que los hoteles incrementen sus tarifas con más frecuencia de lo acostumbrado. González dijo que normalmente se hacían como máximo dos aumentos al año, que iban entre 10% y 15%, pero que ahora, aunque mantienen el mismo porcentaje, efectúan más alzas anuales.
Explicó que para establecer cuántos incrementos debe realizar un hotel es necesario tomar en cuenta la ubicación, las categorías y las temporadas altas. En Caracas, dijo, se están subiendo las tarifas aproximadamente cada tres meses. Agregó que los alojamientos que están en los principales lugares turísticos del país (Margarita, Mérida y Falcón) los aumentos se están haciendo más o menos un mes antes de cada temporada alta.
Cusanno añadió que la mano de obra pesa mucho en las operaciones de los hoteles, y que los frecuentes incrementos salariales que ha decretado el gobierno impactan al sector. Precisó que alrededor de 60% de las estructuras de costos de los hospedajes corresponde a mano de obra.
Mantener el crecimiento
El sector turístico es optimista en relación con la próxima temporada vacacional. El director del Consejo Superior de Turismo y expresidente de la Federación Nacional Hoteles de Venezuela, Leudo González, dijo que las proyecciones son que en agosto la ocupación hotelera crezca en igual proporción de 2014.
El año pasado, según datos del gremio, la ocupación llegó a 65%, 15 puntos porcentuales por encima de 2013, “Por el comportamiento que ha tenido este año, calculamos que la ocupación hotelera por lo menos se mantendrá igual que el año pasado”.
Ricardo Cusanno, presidente de Conseturismo, coincidió con González. Agregó que en agosto de 2015 la ocupación hotelera será buena. No obstante, advirtió que el cambio que esperan es que los turistas disminuyan las estadías.
Explicó que el aumento en los boletos aéreos nacionales obligara a los viajeros a realizar reacomodos en sus presupuestos, y recorten lo que tenían previsto para alojamiento. El incremento de los pasajes en avión se harán progresivamente desde ahora hasta diciembre de este año y serán desde 132% hasta 400%, indicó
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