Ortorexia: Todo lo opuesto a una buena nutrición
por SAMAR YORDE | imagen: WWW.SHUTTERSTOCK.COM | JUEVES 18 DE JUNIO DE 2015
Hace ya algún tiempo los profesionales que nos dedicamos a temas relacionados con la salud, nutrición, alimentación y peso, hemos notado el aumento en la incidencia de trastornos de la alimentación diferentes a los que pensábamos eran "frecuentes", como es el caso del sobrepeso y la obesidad, la anorexia y la bulimia. Esto, al igual que en nosotros, ha generado preocupación en las familias. Los médicos queremos aportar un granito de arena para prevenir y combatir dichos trastornos, promoviendo calidad de vida y previniendo una seria de consecuencias indeseadas para todos, que pueden conllevar este tipo de conductas.
Es un hecho que cada vez hay mayor presencia de los trastornos de la conducta alimentaria, porque la sociedad en general tiene un norte claro: mantenimiento de la salud corporal ¿El camino para lograrlo? Métodos que permitan modificar hábitos de alimentación, pensando que ser cada día más radicales y restrictivos podremos lograrlo.
Esta falsa creencia se demuestra en los números, cuando vemos lamentablemente cómo niños, adolescente y adultos adoptan hábitos de vida y de alimentación que piensan pueden ser beneficiosos, cuando en realidad ocasionan terribles daños a la salud.
Uno de los trastornos de la conducta alimentaria más común, luego de la anorexia y la bulimia, es la ortorexia. Podríamos decir que es un trastorno "reciente", ya que apenas en el año 2000 fue publicado y descrito en la literatura médica como la "apetencia por lo correcto", que se describe como una obsesión por la comida sana, hasta llegar a niveles que se consideran patológicos o enfermizos.
La preocupación patológica por la comida sana puede conllevar a decisiones radicales, insanas y perjudiciales, modificando hábitos de alimentación a tal extremo que algunas personas solo se limitan a consumir alimentos de tipo orgánico, vegetal, ecológicos, que no hayan sido tratados con productos artificiales, ni colorantes, además de evitar alimentos "prohibidos o satanizados" por ser según ellos "culpables" de ciertas enfermedades, como es el caso de los carbohidratos, las carnes y grasas, los cuales son necesarios en una alimentación variada, equilibrada y saludable.
Usualmente las personas que sufren de ortorexia, además de limitar los "alimentos malos", suelen adoptar conductas especificas y rutinarias a la hora de preparar sus alimentos, cortándolos de determinada forma, cocinándolos según pautas definidas y utilizando utensilios o materiales determinados para evitar "alterar sus alimentos", convirtiendo su alimentación en todo un ritual vegetariano, crudista, frutista, según sea escogido el tipo de alimentación y su preparación, todo en búsqueda de una mejor salud, aunque el resultado es todo lo opuesto.
A diferencia de otros trastornos de la alimentación, las personas con ortorexia no suelen preocuparse a menudo por la cantidad de alimentos ingeridos sino por la calidad y composición de los mismos; incluso los motiva a pagar cantidades excesivas de dinero por los "alimentos correctos", en búsqueda de una aparente buena alimentación.
Existen criterios para diagnosticar la ortorexia como trastorno de la conducta alimentaria y, en cualquier caso que reconozcas algunos de estos síntomas o conductas en ti, debes acudir al médico para recibir orientación adecuada:
1. Dedicar más de 3 horas a pensar en tu alimentación y cuando viajas o te desplazas llevar un equipo de "supervivencia" para solucionar tu problema de alimentación.
2. Preocuparte más por la calidad de los alimentos que por el placer de consumirlos.
3. Sentimiento de culpa cuando no cumples con tus doctrinas dietéticas.
4. Planificación excesiva de lo que comerás el día siguiente.
5. Aislamiento de la sociedad producto de tu alimentación y de la imposibilidad de comer en cualquier establecimiento de comida u hogar.
¿Cómo evitarla?
Mantener un equilibrio en la alimentación y lograr que esta sea saludable no es tarea difícil, pero recuerda que todos somos diferentes. Puede que necesitemos alimentos en cantidad y composición diferente unos de otros, por eso es importante que, ante las dudas, acudas a un médico, nutrólogo o nutricionista que pueda orientarte oportunamente. No tomes decisiones radicales ni sigas conductas de "moda", pueden ser perjudiciales en lugar de aportar beneficios.
Las consecuencias de la ortorexia aparecen en el tiempo, ocasionando alteraciones físicas y psicológicas que afectan tu calidad de vida. Con frecuencia suelen surgir problemas como la desnutrición, anemia, deficiencias de vitaminas, presión arterial baja, osteoporosis e incluso intolerancias alimentarias, acompañada de sentimientos de culpabilidad, bajo autoestima, angustia e incluso depresión.
Para quienes reconocen algunos de estos síntomas es importante que sepan que no están solos. La ortorexia como trastorno de la conducta alimentaria puede tratarse, logrando una mejoría significativa de los síntomas y de los hábitos de alimentación. Incluso muchos personajes famosos han revelado padecer de manías alimentarias que ha superado. Jean Paul Gaultier tomaba 68 jugos de naranja diarios; Julia Rorberts contó ser adicta a la leche de soya, tomando varios litros durante el día, y Mel Gibson dejó de comer pechugas de pollo por creer que le crecerían las mamas.
La falta de orientación y las tendencias de moda son en ocasiones las responsables de los malos hábitos.
Dra. Samar Yorde.
Twitter @SoySaludable
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Es un hecho que cada vez hay mayor presencia de los trastornos de la conducta alimentaria, porque la sociedad en general tiene un norte claro: mantenimiento de la salud corporal ¿El camino para lograrlo? Métodos que permitan modificar hábitos de alimentación, pensando que ser cada día más radicales y restrictivos podremos lograrlo.
Esta falsa creencia se demuestra en los números, cuando vemos lamentablemente cómo niños, adolescente y adultos adoptan hábitos de vida y de alimentación que piensan pueden ser beneficiosos, cuando en realidad ocasionan terribles daños a la salud.
Uno de los trastornos de la conducta alimentaria más común, luego de la anorexia y la bulimia, es la ortorexia. Podríamos decir que es un trastorno "reciente", ya que apenas en el año 2000 fue publicado y descrito en la literatura médica como la "apetencia por lo correcto", que se describe como una obsesión por la comida sana, hasta llegar a niveles que se consideran patológicos o enfermizos.
La preocupación patológica por la comida sana puede conllevar a decisiones radicales, insanas y perjudiciales, modificando hábitos de alimentación a tal extremo que algunas personas solo se limitan a consumir alimentos de tipo orgánico, vegetal, ecológicos, que no hayan sido tratados con productos artificiales, ni colorantes, además de evitar alimentos "prohibidos o satanizados" por ser según ellos "culpables" de ciertas enfermedades, como es el caso de los carbohidratos, las carnes y grasas, los cuales son necesarios en una alimentación variada, equilibrada y saludable.
Usualmente las personas que sufren de ortorexia, además de limitar los "alimentos malos", suelen adoptar conductas especificas y rutinarias a la hora de preparar sus alimentos, cortándolos de determinada forma, cocinándolos según pautas definidas y utilizando utensilios o materiales determinados para evitar "alterar sus alimentos", convirtiendo su alimentación en todo un ritual vegetariano, crudista, frutista, según sea escogido el tipo de alimentación y su preparación, todo en búsqueda de una mejor salud, aunque el resultado es todo lo opuesto.
A diferencia de otros trastornos de la alimentación, las personas con ortorexia no suelen preocuparse a menudo por la cantidad de alimentos ingeridos sino por la calidad y composición de los mismos; incluso los motiva a pagar cantidades excesivas de dinero por los "alimentos correctos", en búsqueda de una aparente buena alimentación.
Existen criterios para diagnosticar la ortorexia como trastorno de la conducta alimentaria y, en cualquier caso que reconozcas algunos de estos síntomas o conductas en ti, debes acudir al médico para recibir orientación adecuada:
1. Dedicar más de 3 horas a pensar en tu alimentación y cuando viajas o te desplazas llevar un equipo de "supervivencia" para solucionar tu problema de alimentación.
2. Preocuparte más por la calidad de los alimentos que por el placer de consumirlos.
3. Sentimiento de culpa cuando no cumples con tus doctrinas dietéticas.
4. Planificación excesiva de lo que comerás el día siguiente.
5. Aislamiento de la sociedad producto de tu alimentación y de la imposibilidad de comer en cualquier establecimiento de comida u hogar.
¿Cómo evitarla?
Mantener un equilibrio en la alimentación y lograr que esta sea saludable no es tarea difícil, pero recuerda que todos somos diferentes. Puede que necesitemos alimentos en cantidad y composición diferente unos de otros, por eso es importante que, ante las dudas, acudas a un médico, nutrólogo o nutricionista que pueda orientarte oportunamente. No tomes decisiones radicales ni sigas conductas de "moda", pueden ser perjudiciales en lugar de aportar beneficios.
Las consecuencias de la ortorexia aparecen en el tiempo, ocasionando alteraciones físicas y psicológicas que afectan tu calidad de vida. Con frecuencia suelen surgir problemas como la desnutrición, anemia, deficiencias de vitaminas, presión arterial baja, osteoporosis e incluso intolerancias alimentarias, acompañada de sentimientos de culpabilidad, bajo autoestima, angustia e incluso depresión.
Para quienes reconocen algunos de estos síntomas es importante que sepan que no están solos. La ortorexia como trastorno de la conducta alimentaria puede tratarse, logrando una mejoría significativa de los síntomas y de los hábitos de alimentación. Incluso muchos personajes famosos han revelado padecer de manías alimentarias que ha superado. Jean Paul Gaultier tomaba 68 jugos de naranja diarios; Julia Rorberts contó ser adicta a la leche de soya, tomando varios litros durante el día, y Mel Gibson dejó de comer pechugas de pollo por creer que le crecerían las mamas.
La falta de orientación y las tendencias de moda son en ocasiones las responsables de los malos hábitos.
Dra. Samar Yorde.
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