Cultivos gourmet en plena ciudad
El Horticultor abre sus puertas dos días por semanas para recibir al público y vender directamente hortalizas. Cualquiera puede ir, escoger el producto que se cosecha de inmediato y llevárselo a su casa.
La USB cuenta con un vivero en el que se producen diversas hortalizas (Fotos: Vicente Correale)
Contenido relacionado
GABRIEL BARRETO | EL UNIVERSAL
viernes 24 de julio de 2015 07:15 AM
En Caracas existe un lugar inesperado donde se pueden adquirir hortalizas de alta calidad como Lechuga Salanova, Crunchita, OpenHeartCos y Tudela, así como diversas especies de tomates, pimentones y ajíes. Todo esto directamente del productor al consumidor sin ningún tipo de intermediarios.
Se trata de El Horticultor de la Universidad Simón Bolívar (USB), una iniciativa privada con más de 20 años de funcionamiento. Comenzó siendo un invernadero tradicional dedicado a la producción de plantas ornamentales, pero luego de años de investigaciones y pruebas, diversificaron su producción para incorporar las hortalizas.
La ingeniera agrícola Marianne Martínez explica que "el vivero emplea un sistema de siembra en pote que es equiparable a la del suelo". Y añade: "Una vez que se tiene la semilla se procede a sembrarla en unas macetas, allí se evalúa la adaptación climática y si es la correcta, se hace una prueba para producirla en masa".
Hoy en día cuentan con un catálogo muy variado que va desde pimentones Snack, Kapia, Hungaro, Sweet Palermo, Charleston, Lamuyo y el tradicional Blocky tricolor; lechuga Salanova, Crunchita, OpenHeartCos y Tudela, además de tomates Cherry, Capresa, Cubelli, Cocktail, manzano y uva, todos para ser usados en la preparación de diversos platos.
"Nosotros estamos apostando a la diversidad, ofreciéndoles a los clientes productos muy diferentes a los que se consiguen en los mercados tradicionales", dice Martínez.
El hecho de que los productos tengan diferentes formas y colores da a cada comida un toque particular que se reflejará en la cara de satisfacción de los comensales.
Para lograr satisfacer la alta demanda, el vivero cuenta con seis areás que cada semana producen entre 3.000 y 4.000 lechugas; además, es un producto que crece rápidamente, solo se requieren cinco semanas para su recolección, mientras que los pimentones y los tomates tardan un poco más, aunque esto no significa que dejen de ofrecerlo, pues cuentan con un sistema de simbra y recolección sincronizado que les permite tener disponibilidad durante todo el año.
El Horticultor está abierto al público dos días por semana: martes y viernes, de 9:00 de la mañana a 3:00 de la tarde. Los clientes que acudan a comprar podrán conseguir precios relativamente más económicos que en otros lugares, además de poder escoger las lechugas directamente de la maceta.
gbarreto@eluniversal.com
Se trata de El Horticultor de la Universidad Simón Bolívar (USB), una iniciativa privada con más de 20 años de funcionamiento. Comenzó siendo un invernadero tradicional dedicado a la producción de plantas ornamentales, pero luego de años de investigaciones y pruebas, diversificaron su producción para incorporar las hortalizas.
La ingeniera agrícola Marianne Martínez explica que "el vivero emplea un sistema de siembra en pote que es equiparable a la del suelo". Y añade: "Una vez que se tiene la semilla se procede a sembrarla en unas macetas, allí se evalúa la adaptación climática y si es la correcta, se hace una prueba para producirla en masa".
Hoy en día cuentan con un catálogo muy variado que va desde pimentones Snack, Kapia, Hungaro, Sweet Palermo, Charleston, Lamuyo y el tradicional Blocky tricolor; lechuga Salanova, Crunchita, OpenHeartCos y Tudela, además de tomates Cherry, Capresa, Cubelli, Cocktail, manzano y uva, todos para ser usados en la preparación de diversos platos.
"Nosotros estamos apostando a la diversidad, ofreciéndoles a los clientes productos muy diferentes a los que se consiguen en los mercados tradicionales", dice Martínez.
El hecho de que los productos tengan diferentes formas y colores da a cada comida un toque particular que se reflejará en la cara de satisfacción de los comensales.
Para lograr satisfacer la alta demanda, el vivero cuenta con seis areás que cada semana producen entre 3.000 y 4.000 lechugas; además, es un producto que crece rápidamente, solo se requieren cinco semanas para su recolección, mientras que los pimentones y los tomates tardan un poco más, aunque esto no significa que dejen de ofrecerlo, pues cuentan con un sistema de simbra y recolección sincronizado que les permite tener disponibilidad durante todo el año.
El Horticultor está abierto al público dos días por semana: martes y viernes, de 9:00 de la mañana a 3:00 de la tarde. Los clientes que acudan a comprar podrán conseguir precios relativamente más económicos que en otros lugares, además de poder escoger las lechugas directamente de la maceta.
gbarreto@eluniversal.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario