Sin huevos, ni ¡Clotilde!
MARÍA MAS HERRERA | EL UNIVERSAL
lunes 4 de enero de 2016 12:00 AM
Bendiciones para todos en este nuevo año 2016..., mucha salud y unión familiar, estos son mis más sinceros deseos. Hoy me preparé para mi habitual desayuno con una tortilla de papas al estilo de mis antepasados corsos y al hurgar la nevera... Ya son V siglos de tradición para el refuerzo de año nuevo. Hay que comerse la tortilla de papas a secas, sin chorizo, ni nada de los picantes y extravagantes aderezos árabes..., a lo campesino; la ronda de las arepas es costumbre para todo el año. Tiempo habrá. Y, ¡sorpresa!..., no hay huevos en la nevera, menos en el abasto...y ni pensar en el gallinero vertical de la abuela, pues, hace muchos años la gallina se murió. Bueno, la viejita le agarró cariño y la gallina era como su hija... Clotilde, como se bautizó a la emplumada, terminó formando parte de nuestra familia. ¿Y quien dijo que si crías un pollito en el patio no se te convierte en un pariente más? ¡Clotilde era lo máximo! Muy rubia, espigada y cantarina, hacia las veces de perro guardián... Así se llamó la extinta ave. Su tumba se venera a diario, tanto como sus florecitas y un maizal de recuerdo decora su fosa.
Pronto me enteré que desde noviembre la oferta de huevos escasea radicalmente. Al estudiar las razones ocurrió lo de siempre: el Gobierno reguló la venta del producto sin analizar su estructura de costos... Eran preguntas básicas lo que previamente debía hacerse, antes de la decisión arbitraria: ¿cuál es la oferta y demanda, estática y dinámica de los huevillos, a nivel nacional y sectorial?; ¿cuáles y dónde están los insumos? ¿Nacionales o extranjeros?... no es lo mismo abundancia que escasez, como tampoco pagar en moneda nacional que en divisas... ¡No!... ¿Cuál es el valor agregado del sistema productivo de los huevos?, ¿La oferta es estacionaria?... porque hay que lidiar con la madre naturaleza. ¿Cuánto vale el alimento de las gallinas, los veterinarios, empleados, sus vacunas, los desinfectantes, las pestes y si hay que importarlo todo o los insumos se consiguen en Tucupita, los costos de refrigeración, empaque, comercialización, administración, impuestos?... Je, je... ¡Ignorantes de la vida los que tomaron la decisión gubernamental de la loca regulación estomacal! Con suspiro hondo y las tripas roncadoras del hambre, más la boca ensalivada por las ganas perdidas de engullir un trocito de tortilla fría con la sazón familiar.
Más atrás escandalizó la abuela con los doce nombramientos del nuevo TSJ, los enroques y el juego de sillas histórico del tren ejecutivo gubernamental, la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, las necesarias interpelaciones y el análisis de la flamante "Memoria y Cuenta", no solamente en el poder central, sino en las gobernaciones y alcaldías". Sin tortillas, ni huevos avanza el año nuevo. Solo el recuerdo de la gallina Clotilde... la inmortal, la máxima, la inolvidable, sus ojitos se muestran por todo el solar radiantemente. Yo también quería mucho a esa divertida gallina, pues cacareaba sin cesar, cantaba, bailaba y zapateaba a su manera especial... y que los Reyes Magos les alcancen muchas cosas buenas a ustedes y a toda Venezuela. Hay animales que no deben morir y que nunca se olvidan.
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Pronto me enteré que desde noviembre la oferta de huevos escasea radicalmente. Al estudiar las razones ocurrió lo de siempre: el Gobierno reguló la venta del producto sin analizar su estructura de costos... Eran preguntas básicas lo que previamente debía hacerse, antes de la decisión arbitraria: ¿cuál es la oferta y demanda, estática y dinámica de los huevillos, a nivel nacional y sectorial?; ¿cuáles y dónde están los insumos? ¿Nacionales o extranjeros?... no es lo mismo abundancia que escasez, como tampoco pagar en moneda nacional que en divisas... ¡No!... ¿Cuál es el valor agregado del sistema productivo de los huevos?, ¿La oferta es estacionaria?... porque hay que lidiar con la madre naturaleza. ¿Cuánto vale el alimento de las gallinas, los veterinarios, empleados, sus vacunas, los desinfectantes, las pestes y si hay que importarlo todo o los insumos se consiguen en Tucupita, los costos de refrigeración, empaque, comercialización, administración, impuestos?... Je, je... ¡Ignorantes de la vida los que tomaron la decisión gubernamental de la loca regulación estomacal! Con suspiro hondo y las tripas roncadoras del hambre, más la boca ensalivada por las ganas perdidas de engullir un trocito de tortilla fría con la sazón familiar.
Más atrás escandalizó la abuela con los doce nombramientos del nuevo TSJ, los enroques y el juego de sillas histórico del tren ejecutivo gubernamental, la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, las necesarias interpelaciones y el análisis de la flamante "Memoria y Cuenta", no solamente en el poder central, sino en las gobernaciones y alcaldías". Sin tortillas, ni huevos avanza el año nuevo. Solo el recuerdo de la gallina Clotilde... la inmortal, la máxima, la inolvidable, sus ojitos se muestran por todo el solar radiantemente. Yo también quería mucho a esa divertida gallina, pues cacareaba sin cesar, cantaba, bailaba y zapateaba a su manera especial... y que los Reyes Magos les alcancen muchas cosas buenas a ustedes y a toda Venezuela. Hay animales que no deben morir y que nunca se olvidan.
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