Gastroetc: Venezuela en los premios Gourmand
Hace 20 años, Edouard Cointreau creó en Francia los Gourmand World Cookbooks Awards, premios que reconocen a los que consideran los mejores libros de gastronomía del mundo. Transformados en referencia, este año se precian de que 209 países compitieron con publicaciones para figurar en este reconocimiento, que ha sido comparado como los Óscar de los libros de cocina. El 28 y 29 de mayo celebrarán su gala en Yantai, China, donde anunciarán a los ganadores. Felizmente, entre los finalistas están dos libros venezolanos. Ron de Venezuela figura en dos categorías: entre los 10 elegidos para la final del mejor libro de destilados y también en la lista de los siete finalistas para el libro con mejor fotografía.
Por su parte, Parrilla. Nuestra cocina a las brasas, escrito por el experto en carne venezolana Otto Gómez, quedó en la lista corta en su categoría. Es un orgullo que en años recientes varias publicaciones venezolanas hayan figurado en esta reconocida palestra internacional. En 2011, Las recetas olvidadas, de Gamal El Fakih Rodríguez, mereció el tercer premio por sus fotografías en una obra que rescata las recetas tradicionales de los andes venezolanos. En 2012, Helena Ibarra obtuvo el reconocimiento como la mejor chef gracias a Cocina Extra-Ordinaria. Ese mismo año Nuestra carne, de Otto Gómez, figuró como finalista entre las monografías elegidas y Sabores conversos, de Beatriz Sánchez de Mizrahi, fue segundo finalista en la categoría First, temas tratados por primera vez.
En 2014, El legado de don Armando mereció un Premio Especial del Jurado y fue finalista por Venezuela entre los mejores libros de Latinoamérica. Ese mismo año el país también estuvo presente con Mango. Verde, maduro, pintón escrito por Armando y Rafael Belloso, que logró el premio de la mejor monografía y recientemente un reconocimiento en Best of the Best, a propósito de los 20 años de este premio. En 2015 Nuestra cocina a la manera de Caracas obtuvo un reconocimiento como segundo mejor libro de América Latina en la categoría World Cuisine y una mención como finalista en el mejor libro histórico.
Este año, de nuevo el nombre del país está en esta plataforma mundial que se precia de ser la competencia cultural que involucra más países del planeta.
Buen beber
Miro Popic
guias@miropopic.com
Prestige Cuvée Réserve 2013
Distribuye: AM Proven C. A.
Hasta ahora no ha entrado ni una sola botella de vino por nuestras aduanas. Ni creo que eso ocurra por unos cuantos meses. Si no hay divisas para medicinas, ¿cómo va a haberlas para el vino? Esa sería la respuesta lógica de cualquier funcionario, pero conozco de algunos que solo beben vinos franceses de más de 100 dólares la botella, siempre que sea tinto, vin rouge, como le llaman en Burdeos, es decir, vino rojo, rojito. Por años en esta columna nos hemos ocupado de lo nuevo en el mercado, de lo que acaba de llegar, de lo diferente. Hoy me veo obligado a cambiar de rumbo y a dedicarme a buscar lo que queda en los anaqueles. O, dicho en criollo, lo que hay. No vale la pena escribir de todo lo novedoso que ocurre en el mundo enológico, de las cosechas, del incremento del consumo mundial, porque cualquier nombre que surja será inaccesible para la mayoría de nosotros. Mi visita semanal revisando anaqueles me lleva a afirmar que el precio promedio de un vino de mesa de calidad aceptable está en los 5 mil bolívares, es decir, medio salario básico. Bajo ese rango, todavía se encuentran ciertas ofertas que vale la pena aprovechar. Si quieren beber vino francés, el más económico es Prestige, de la Côte du Rhône (Domaine La Forêt, Bouches-du-Rhône, Indication Géografique Protégée), un tinto de corte merlot y marselan, ligero y fácil de beber, sin mucha recordación, pero aceptable, que llegó a mediados del año pasado y aún se consigue en ciertas licorerías.
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