Toledo abre sus puerta a la gastronomía mundial
La ciudad se prepara para acoger a decenas de visitantes en 2016
Su comida se suma a las ofertas patrimoniales y culturales que ofrecen a los turistas CORTESÍA
EL UNIVERSAL
sábado 2 de enero de 2016 12:00 AM
La monumental ciudad de Toledo se estrena hoy como Capital Española de la Gastronomía 2016 y abre sus puertas a visitantes de todo el mundo con una oferta gastronómica afamada por sus platos tradicionales, los productos de caza, el mazapán, sus aceites y vinos.
La Ciudad de las Tres Culturas, que este año también celebra el trigésimo aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad, tiene por delante 365 días en los que sumará la cocina a sus propuestas culturales y patrimoniales.
Para recorrer Toledo y visitar sus monumentos y museos, hay que callejear por un laberinto de calles estrechas y empinadas que abren el apetito de los visitantes, tal y como apunta en una entrevista el marqués de Griñón, Carlos Falcó, vicepresidente de la Real Academia Española de la Gastronomía.
"Uno visita la catedral de Toledo o el puente de San Martín y luego tiene que pararse a comer. Que la gastronomía esté a la altura de lo que hemos visto es algo muy enriquecedor para la ciudad y para los turistas que van a volver más y con mejor impresión si la experiencia gastronómica es muy buena", expone Falcó, muy comprometido con esta celebración.
El marqués de Griñón destaca que la provincia toledana, al igual que el resto de la región, tiene "una gastronomía propia" y, como ejemplo, cita los productos de caza de los Montes de Toledo: la perdiz, el conejo, la liebre, el ciervo, el jabalí o el corzo.
A este conjunto añade los vinos, sector en el que Castilla-La Mancha es líder de producción a nivel nacional y está mejorando su calidad, así como el aceite de oliva, la miel de la Alcarria o el azafrán.
Una ciudad que recuerda que fue capital de España y que es conocida como la Ciudad de las Tres Culturas, lo que también queda plasmado en su gastronomía, recuerda Efe.
De hecho, cuando el marqués de Griñón habla de su plato favorito de la gastronomía toledana cita un plato judío, la adafina, un cocido de garbanzos con carne de cordero que se elabora en una olla de barro y que algunos cocineros toledanos "lo saben hacer muy bien, incluso con un toque de modernidad", afirma.
También incluye entre sus platos predilectos un producto humilde, las gachas, y hace una aportación más suntuosa, el ciervo. Sin olvidar los quesos, el aceite de oliva o las legumbres. Y un buen vino, como los que elabora en su finca de Malpica (Toledo).
A ello, suma "toda la repostería toledana, que es maravillosa" y, en especial, el mazapán, un dulce tradicionalmente toledano hecho a base de azúcar y almendra.
Todo ello y su designación como Capital Gastronómica Española hace de Toledo un referente mundial para visitar.
La Ciudad de las Tres Culturas, que este año también celebra el trigésimo aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad, tiene por delante 365 días en los que sumará la cocina a sus propuestas culturales y patrimoniales.
Para recorrer Toledo y visitar sus monumentos y museos, hay que callejear por un laberinto de calles estrechas y empinadas que abren el apetito de los visitantes, tal y como apunta en una entrevista el marqués de Griñón, Carlos Falcó, vicepresidente de la Real Academia Española de la Gastronomía.
"Uno visita la catedral de Toledo o el puente de San Martín y luego tiene que pararse a comer. Que la gastronomía esté a la altura de lo que hemos visto es algo muy enriquecedor para la ciudad y para los turistas que van a volver más y con mejor impresión si la experiencia gastronómica es muy buena", expone Falcó, muy comprometido con esta celebración.
El marqués de Griñón destaca que la provincia toledana, al igual que el resto de la región, tiene "una gastronomía propia" y, como ejemplo, cita los productos de caza de los Montes de Toledo: la perdiz, el conejo, la liebre, el ciervo, el jabalí o el corzo.
A este conjunto añade los vinos, sector en el que Castilla-La Mancha es líder de producción a nivel nacional y está mejorando su calidad, así como el aceite de oliva, la miel de la Alcarria o el azafrán.
Una ciudad que recuerda que fue capital de España y que es conocida como la Ciudad de las Tres Culturas, lo que también queda plasmado en su gastronomía, recuerda Efe.
De hecho, cuando el marqués de Griñón habla de su plato favorito de la gastronomía toledana cita un plato judío, la adafina, un cocido de garbanzos con carne de cordero que se elabora en una olla de barro y que algunos cocineros toledanos "lo saben hacer muy bien, incluso con un toque de modernidad", afirma.
También incluye entre sus platos predilectos un producto humilde, las gachas, y hace una aportación más suntuosa, el ciervo. Sin olvidar los quesos, el aceite de oliva o las legumbres. Y un buen vino, como los que elabora en su finca de Malpica (Toledo).
A ello, suma "toda la repostería toledana, que es maravillosa" y, en especial, el mazapán, un dulce tradicionalmente toledano hecho a base de azúcar y almendra.
Todo ello y su designación como Capital Gastronómica Española hace de Toledo un referente mundial para visitar.
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