Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 7 de junio de 2015

Alma Cocina Latina despertó en Baltimore el gusto por las arepas

En Baltimore las arepas dieron un salto al cielo

El menú también ofrece ceviche de pescado con cremoso de batata | Foto cortesía Federico Tischler
El menú también ofrece ceviche de pescado con cremoso de batata | Foto cortesía Federico Tischler
Federico Tischler y Enrique Limardo, a cargo del menú del restaurante, suman a la oferta vuelve a la vida, polvorosa de pollo y hervidos

Alma Cocina Latina despertó en Baltimore el gusto por las arepas. La clientela del restaurante se sienta frente al budare a esperar su cocción y elige entre 10 rellenos. Destacan dos: el de pulpo, con mojo de tomate, yerbabuena, cilantro y limón, y el de cangrejo, que llega desde el lago de Maracaibo y es ingrediente del crabcake que lleva  la preparación, aderezado con leche de coco, el sofrito de ají y el maíz que lleva.
La arepa de pulpo se llama Luis Brito y es un homenaje al fotógrafo fallecido recientemente en Caracas; la de cangrejo B-More pepeada se creó en agradecimiento a Baltimore, ciudad que acogió a Federico Tischler y Enrique Limardo, los cocineros venezolanos a cargo del menú.
Los sabores restantes son pabellón y reina pepeada –elaborados a partir de la receta original–; pabellón sin carne, con terrina de plátano, caraotas y aguacate; diablito, una mezcla de jamones artesanales;  solo queso –cinco tipos, frescos, además de cheddar–; pisillo de raya; asado negro; y black and white, la tradicional dominó.

El menú también ofrece ceviche de pescado con cremoso de batata, jalea de mango verde, erizos y camiguanas fritos; vuelve a la vida –de langosta, mejillón, almejas, vieiras y  calamar– con casabe tostado; y tiradito, de mahi mahi  curado en azúcar y clavo, envuelto en costra de casabe y aderezado con mojos.
No faltan las ensaladas –una es de plátano verde– ni las sopas: de auyama con mandarina, de caraotas con puré de aguacate, nata y queso crineja, y hervido de res, pescado o pollo. ¿Más? Polvorosa de pollo,  pescado frito con tostón y ensalada rallada –que se come con las manos– perro caliente caraqueño, con todas sus salsas y papas fritas con chicharrón, y tequeños. En el menú de postres ganan el arroz con leche, el puré de titiaro, la torta de queso con jalea de mango y el quesillo.
Los cocineros
“Nos interesa demostrar que Latinoamérica es mucho más que México”, dicen Federico Tischler y Enrique Limardo, chefs de Alma Cocina Latina, restaurante de Irena Stein, también venezolana, radicada en Maryland desde hace poco más de 20 años. A finales de 2014, a punto de abrir su negocio, se quedó sin chef y gracias a un amigo entró en contacto con ambos cocineros. Dos meses después abrió el restaurante con un menú que fue muy bien recibido por el personal médico venezolano que trabaja en el Hospital Johns Hopkins de Baltimore, por comensales locales y por un periodista del Baltimore Sun, que esta semana hizo las fotos de los platos que utilizará en una reseña sobre la oferta  de Alma. El restaurante está en Boston Street, en el vecindario de Canton, en un edificio donde funcionó una fábrica de latas. Abre de lunes a domingo y las reservaciones deben hacerse a través del 667 212 4273.

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