La rodilla de cerdo encontró su punto justo en la Colonia Tovar
El Oktoberfest será el próximo fin de semana y mostrará las tradiciones y riquezas de la localidad aragüeña
La guarnición que mejor acompaña a la rodilla de cerdo es la combinación de repollo marinado en vino blanco y especias, con papas y cebolla salteadas en mantequilla. El plato forma parte del menú que se ofrecerá en la fiesta de Oktoberfest, que se celebrará el próximo fin de semana en la Colonia Tovar. A él se sumarán las salchichas que han dado fama a la localidad aragüeña –a las que también les va muy bien la guarnición mencionada– y, como la rodilla, tendrán en las cervezas artesanales locales –La Coloniera y Benitz– su mejor armonía. Además, dulces, mermeladas, licores y vinos elaborados con frutas colonieras, y panes artesanales, el pretzel entre ellos, el clásico alemán con forma de lazo.
“Nos interesa compartir y mostrar nuestras tradiciones y riquezas”, dice Ronald Gutmann –presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de la Colonia Tovar, y miembro del comité organizar del Oktoberfest– quien calcula en 8.000 los visitantes que acudirán a la quinta edición consecutiva de la fiesta. Serán recibidos bajo la carpa que anualmente se instala frente al hotel Freiburg, en la que se colocan las mesas y bancos que los acogen, y el escenario en el que se realizan concursos y se recibe a los músicos y grupos locales de danza: el acordeonista Eduardo Monroy, Blaskapelle Colonia Tovar y Tovarer Volkstanzgruppe, entre ellos.
Vale la pena revisar los menús que se ofrecen fuera de la fiesta, por ejemplo, los desayunos con charcutería tovareña –elaborada por quienes aprendieron el oficio con el maestro alemán Gunter Hubrig–, la sopa de repollo, el parfait de vainilla y las ensaladas del hotel Selva Negra, para las que se usan las hortalizas que llegan de la finca del agrónomo y cocinero Alfonzo Ramos, localizada en las afueras del pueblo.
¿Más? Los licores de frutas y el vino fortificado tipo Oporto, que elabora Tulio Misle Rudman, en Müssle Wein, los pretzel dulces o salados de Gaby Baum-Gartner, que vende Ina Hubrig, hija del maestro charcutero, en el local de su familia, en el sector Matapalo, donde también se ofrece salchichas y pastel de carne artesanales, y la comida vegetariana de Renacer Spa.
La fiesta
El primer Oktoberfest se celebró el 12 de octubre de 1810, en Munich, por el matrimonio de Luis I de Baviera con Teresa de Sajonia. Desde entonces solo se ha suspendido en 24 ocasiones. La cerveza llegó a la fiesta en 1818 y las jarras de vidrio para su servicio, que sustituyeron a las de terracota, en 1892. El traje que visten los hombres en Oktoberfest se llama lederhose; el de las mujeres dirndl y lleva delantal: de acuerdo con el nudo se sabe si es comprometida o casada, soltera, viuda o camarera.
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