Idiosincrasia y vibra del venezolano
Los Médanos de Coro convertidos en gigantescas montañas de arena fina dorada
FÉLIX CORDERO PERAZA | EL UNIVERSAL
domingo 18 de octubre de 2015 12:00 AM
El venezolano es una persona agradable, simpática y buena vibra. Le gusta la"dulce vita". Derrocha a donde va bondad y simpatía. A pesar de los largos años que sus antepasados han pasado de racismo, exclusión y esclavitud el nacional se codea con cualquiera de forma sociable, amigable y es buen compañero de parranda, fiesta y "palos". En el exterior se destaca casi siempre por su buena disposición a festejar o rumbear. Es buen hablador, gran conversador y chistoso. En general es llano, directo y sencillo. ¡Al pan pan y al vino vino! Agua clara y el chocolate espeso. Sigue así, aunque se ha perdido en el vecindario aquel. ¡Comadre présteme una taza de azúcar que no tengo! Juan anda a que Teresa que me preste medio papelón. O la escena de dos madres conversando entre la cerca que les divide, pasándose entre ellas aceite, arroz o sal.
La cola inmensa
Centenares de carros salían de las playas de Tucacas y Chichiriviche en sentido contrario a mi dirección. La cola inmensa. Camionetas últimos modelos, carros pequeños y grandes, autobuses, taxis, carros por puestos, camiones y motos atestados de personas. Regresaban a sus hogares y trabajos después de un largo fin de semana. ¡Bueno! -exclamé sorprendido- ¡no y que la situación económica está muy mala! Para mis adentro reflexioné, es que el venezolano sabe gozar la vida, se presenta un puente y adiós colas. Ya el martes veremos. ¡Dios proveerá! Pero está no me la pelo... Actitud de vida, pienso yo. Está en el ADN del venezolano. Sufre y goza. Padece y hace lo indecible por pasarla bien. Pero un fin de semana largo no se lo pierde, así se endeude, no pague la cuota del carro, moto o bicicleta. O el alquiler de la casa. Repetirá, Dios proveerá. Infaliblemente el próximo fin de semana largo la misma historia... ¡No se perderá las olas, el calor caribeño y el alto costo de comidas y bebidas!
Inflación, campañas y delincuencia
¡Así han sido siempre pobres y ricos! A diferencia de buena parte de la clase media, que hace lo mismo, pero cargada de prejuicios, pretensiones y xenofobias. Creyéndose personas de gran cacao. En muchos de ellos se afectó la sencillez, la humildad y la solidaridad hace tiempo se fue de viaje. Más hoy cuando son víctimas de estrategias y estratagemas puestas en prácticas por medios de comunicación y redes sociales, desde los dos polos que concentran la actividad política en la nación. Claro, las cosas han cambiado y a la sociedad venezolana le han caído tres terribles plagas. De igual fuerza destructiva al espíritu, costumbres y estilos tradicionales. Se trata en primer lugar de las campañas psicológicas desatadas para disociar a las personas, neurótizar sus reacciones y llenarlas de odio y agresividad. Su objetivo es dividir a la familia, comunidades, centros de trabajos y al colectivo en general.
La otra plaga hace vida en barrios, comunidades y zonas marginales. Las terribles bandas de delincuentes "Sin Dios ni ley" que hacen vida común y aterran a las familias de menores recursos.
Les quitan sus hijos menores, violan e instalan especies de cuartel general comunicado con sus miembros por teléfonos móviles. Planifican atracos, robos y secuestros.
La tercera plaga es la inflación. Devora sueldos, salarios, utilidades, bonos y aguinaldos. Empobrece a familias y personas. Frena la movilidad social, hace crecer talleres, negocios de reparación, beneficia al zapatero remendón, proliferan las costureras, los sastres y talleres de reparación y repuestos de electrodomésticos.
Decenas de kitesurf
Mi carro pasó al costado de Coro. Cruzamos a la derecha internándonos en la Península. Los médanos convertidos en gigantescas montañas de arena fina dorada como nunca las habían visto. Tapaban la carretera y habían destruido parte de ella. Después de una larga cola de más de media hora pasamos por la isla entre las dos vías. Llegamos a la playa Adícora Sur. Ya se apagaba el Día de la Resistencia Indígena. No cabía un alma. El cielo azul claro, el sol escondiéndose por el Oeste y decenas de kitesurf multicolores se desplazaban mientras los jóvenes felices cruzaban aguas y espumas. Un espectáculo hermoso de viento, mar Caribe, oleajes infinitos y los kitesurf surcando cielos y mares. Cuatro escuelas para el entrenamiento vigilan expectantes playa y bañistas.
fcordero@eluniversal.com
efecepe2010@gmail.com
@efecepe2010
FÉLIX CORDERO PERAZA | EL UNIVERSAL
domingo 18 de octubre de 2015 12:00 AM
El venezolano es una persona agradable, simpática y buena vibra. Le gusta la"dulce vita". Derrocha a donde va bondad y simpatía. A pesar de los largos años que sus antepasados han pasado de racismo, exclusión y esclavitud el nacional se codea con cualquiera de forma sociable, amigable y es buen compañero de parranda, fiesta y "palos". En el exterior se destaca casi siempre por su buena disposición a festejar o rumbear. Es buen hablador, gran conversador y chistoso. En general es llano, directo y sencillo. ¡Al pan pan y al vino vino! Agua clara y el chocolate espeso. Sigue así, aunque se ha perdido en el vecindario aquel. ¡Comadre présteme una taza de azúcar que no tengo! Juan anda a que Teresa que me preste medio papelón. O la escena de dos madres conversando entre la cerca que les divide, pasándose entre ellas aceite, arroz o sal.
La cola inmensa
Centenares de carros salían de las playas de Tucacas y Chichiriviche en sentido contrario a mi dirección. La cola inmensa. Camionetas últimos modelos, carros pequeños y grandes, autobuses, taxis, carros por puestos, camiones y motos atestados de personas. Regresaban a sus hogares y trabajos después de un largo fin de semana. ¡Bueno! -exclamé sorprendido- ¡no y que la situación económica está muy mala! Para mis adentro reflexioné, es que el venezolano sabe gozar la vida, se presenta un puente y adiós colas. Ya el martes veremos. ¡Dios proveerá! Pero está no me la pelo... Actitud de vida, pienso yo. Está en el ADN del venezolano. Sufre y goza. Padece y hace lo indecible por pasarla bien. Pero un fin de semana largo no se lo pierde, así se endeude, no pague la cuota del carro, moto o bicicleta. O el alquiler de la casa. Repetirá, Dios proveerá. Infaliblemente el próximo fin de semana largo la misma historia... ¡No se perderá las olas, el calor caribeño y el alto costo de comidas y bebidas!
Inflación, campañas y delincuencia
¡Así han sido siempre pobres y ricos! A diferencia de buena parte de la clase media, que hace lo mismo, pero cargada de prejuicios, pretensiones y xenofobias. Creyéndose personas de gran cacao. En muchos de ellos se afectó la sencillez, la humildad y la solidaridad hace tiempo se fue de viaje. Más hoy cuando son víctimas de estrategias y estratagemas puestas en prácticas por medios de comunicación y redes sociales, desde los dos polos que concentran la actividad política en la nación. Claro, las cosas han cambiado y a la sociedad venezolana le han caído tres terribles plagas. De igual fuerza destructiva al espíritu, costumbres y estilos tradicionales. Se trata en primer lugar de las campañas psicológicas desatadas para disociar a las personas, neurótizar sus reacciones y llenarlas de odio y agresividad. Su objetivo es dividir a la familia, comunidades, centros de trabajos y al colectivo en general.
La otra plaga hace vida en barrios, comunidades y zonas marginales. Las terribles bandas de delincuentes "Sin Dios ni ley" que hacen vida común y aterran a las familias de menores recursos.
Les quitan sus hijos menores, violan e instalan especies de cuartel general comunicado con sus miembros por teléfonos móviles. Planifican atracos, robos y secuestros.
La tercera plaga es la inflación. Devora sueldos, salarios, utilidades, bonos y aguinaldos. Empobrece a familias y personas. Frena la movilidad social, hace crecer talleres, negocios de reparación, beneficia al zapatero remendón, proliferan las costureras, los sastres y talleres de reparación y repuestos de electrodomésticos.
Decenas de kitesurf
Mi carro pasó al costado de Coro. Cruzamos a la derecha internándonos en la Península. Los médanos convertidos en gigantescas montañas de arena fina dorada como nunca las habían visto. Tapaban la carretera y habían destruido parte de ella. Después de una larga cola de más de media hora pasamos por la isla entre las dos vías. Llegamos a la playa Adícora Sur. Ya se apagaba el Día de la Resistencia Indígena. No cabía un alma. El cielo azul claro, el sol escondiéndose por el Oeste y decenas de kitesurf multicolores se desplazaban mientras los jóvenes felices cruzaban aguas y espumas. Un espectáculo hermoso de viento, mar Caribe, oleajes infinitos y los kitesurf surcando cielos y mares. Cuatro escuelas para el entrenamiento vigilan expectantes playa y bañistas.
fcordero@eluniversal.com
efecepe2010@gmail.com
@efecepe2010
La cola inmensa
Centenares de carros salían de las playas de Tucacas y Chichiriviche en sentido contrario a mi dirección. La cola inmensa. Camionetas últimos modelos, carros pequeños y grandes, autobuses, taxis, carros por puestos, camiones y motos atestados de personas. Regresaban a sus hogares y trabajos después de un largo fin de semana. ¡Bueno! -exclamé sorprendido- ¡no y que la situación económica está muy mala! Para mis adentro reflexioné, es que el venezolano sabe gozar la vida, se presenta un puente y adiós colas. Ya el martes veremos. ¡Dios proveerá! Pero está no me la pelo... Actitud de vida, pienso yo. Está en el ADN del venezolano. Sufre y goza. Padece y hace lo indecible por pasarla bien. Pero un fin de semana largo no se lo pierde, así se endeude, no pague la cuota del carro, moto o bicicleta. O el alquiler de la casa. Repetirá, Dios proveerá. Infaliblemente el próximo fin de semana largo la misma historia... ¡No se perderá las olas, el calor caribeño y el alto costo de comidas y bebidas!
Inflación, campañas y delincuencia
¡Así han sido siempre pobres y ricos! A diferencia de buena parte de la clase media, que hace lo mismo, pero cargada de prejuicios, pretensiones y xenofobias. Creyéndose personas de gran cacao. En muchos de ellos se afectó la sencillez, la humildad y la solidaridad hace tiempo se fue de viaje. Más hoy cuando son víctimas de estrategias y estratagemas puestas en prácticas por medios de comunicación y redes sociales, desde los dos polos que concentran la actividad política en la nación. Claro, las cosas han cambiado y a la sociedad venezolana le han caído tres terribles plagas. De igual fuerza destructiva al espíritu, costumbres y estilos tradicionales. Se trata en primer lugar de las campañas psicológicas desatadas para disociar a las personas, neurótizar sus reacciones y llenarlas de odio y agresividad. Su objetivo es dividir a la familia, comunidades, centros de trabajos y al colectivo en general.
La otra plaga hace vida en barrios, comunidades y zonas marginales. Las terribles bandas de delincuentes "Sin Dios ni ley" que hacen vida común y aterran a las familias de menores recursos.
Les quitan sus hijos menores, violan e instalan especies de cuartel general comunicado con sus miembros por teléfonos móviles. Planifican atracos, robos y secuestros.
La tercera plaga es la inflación. Devora sueldos, salarios, utilidades, bonos y aguinaldos. Empobrece a familias y personas. Frena la movilidad social, hace crecer talleres, negocios de reparación, beneficia al zapatero remendón, proliferan las costureras, los sastres y talleres de reparación y repuestos de electrodomésticos.
Decenas de kitesurf
Mi carro pasó al costado de Coro. Cruzamos a la derecha internándonos en la Península. Los médanos convertidos en gigantescas montañas de arena fina dorada como nunca las habían visto. Tapaban la carretera y habían destruido parte de ella. Después de una larga cola de más de media hora pasamos por la isla entre las dos vías. Llegamos a la playa Adícora Sur. Ya se apagaba el Día de la Resistencia Indígena. No cabía un alma. El cielo azul claro, el sol escondiéndose por el Oeste y decenas de kitesurf multicolores se desplazaban mientras los jóvenes felices cruzaban aguas y espumas. Un espectáculo hermoso de viento, mar Caribe, oleajes infinitos y los kitesurf surcando cielos y mares. Cuatro escuelas para el entrenamiento vigilan expectantes playa y bañistas.
fcordero@eluniversal.com
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@efecepe2010
Gastronomía en socialismo del siglo XX
ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
miércoles 21 de octubre de 2015 12:00 AM
La gastronomía se ha convertido en algo de punta. Identificador de países, historia de naciones, signo cultural, atractivo turístico, elemento motor de economías. Centro de debates académicos y hasta medidor de grados de desarrollo de un país. Venezuela, siempre revolucionaria no podía ser la excepción.
En los últimos años, como consecuencia de las exitosas políticas económicas del gobierno revolucionario, Venezuela entró en el ranking de innovación entre los más destacados. Creatividad por necesidad, es verdad; pero a los fines de los comensales y degustadores, el resultado es el que vale. Veamos algunas de las creaciones más importantes:
Piedras fritas y otras menudencias: El creador de este milagro de la cocina latinoamericana es el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez, quien en el acto de presentación del sensacional plato expresó lo siguiente:"Nosotros somos capaces de comer palo o tirar, en vez de dos huevos, dos piedras. Y nos comeremos las piedras fritas, pero a nosotros no nos doblega nada ni nadie". Inigualable. Varios expertos señalaron casi de inmediato que esta maravilla culinaria, además de lo artístico del planteamiento, representa una verdadera revolución en el ámbito económico del mundo. Incluso, algunos analistas en materia financiera recomendaron comprar de inmediato acciones de empresas dedicadas a la industria de la piedra y afines, pues asumen que el valor de la piedra será inalcanzable en el corto plazo. La preparación no es nada complicada. Tome unas piedras, cualquier tipo de piedras, las coloca en un sartén y las baña de aceite, si acaso consigue. Prenda el candelero si acaso tiene gas o energía eléctrica, de lo contrario vaya al piso y métale leña. Nada mejor que piedra frita a la leña. De hecho medio país la está comiendo desde hace rato. Antes, inclusive, de que el gobernador creara el plato oficialmente.
Pero hay elementos que complican la cosa. La escasez, el desabastecimiento y hasta el alto costo. Pero un buen revolucionario siempre consigue la solución. Como fue el caso de la brillante recomendación de Jacqueline Faría, quien pidió a las masas más alegría y disfrute a la hora de buscar el sustento diario. Colas sabrosas para el vivir viviendo. Pues la gente, en medio de las necesidades, no tiene más remedio que hacer caso a la recomendación de la dirigente chavista. Aunque, a decir verdad, la mejor cola es la que no se hace como ocurre en cualquier país del mundo. Pero en Venezuela no hay más remedio. Así que a los palos y a las piedras agréguele colas sabrosas.
Otras variedades. Cocuy o caña clara, pues ya el whisky o el ron quedaron para altos empleados públicos o bachaqueros adinerados. El poderoso club house, además de caro está incompleto, así que se conforma con un pedazo de pan, el que sea, y le mete un par de ruedas de limón. Sándwich de limón. Todavía hay bastante limón por ahí. Para las pastas, también perdidas del mapa, nada mejor que un chorro de granadina. No hay carnes y el pescado está solo disponible para cuando se pueda comprar con la plata del último aumento del gobierno. Es decir, el mes que viene. Otro reto: trate de armar un pabellón criollo de verdad.
Buen apetito.
erojas@eluniversal.com
Twitter: @ejrl
En los últimos años, como consecuencia de las exitosas políticas económicas del gobierno revolucionario, Venezuela entró en el ranking de innovación entre los más destacados. Creatividad por necesidad, es verdad; pero a los fines de los comensales y degustadores, el resultado es el que vale. Veamos algunas de las creaciones más importantes:
Piedras fritas y otras menudencias: El creador de este milagro de la cocina latinoamericana es el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez, quien en el acto de presentación del sensacional plato expresó lo siguiente:"Nosotros somos capaces de comer palo o tirar, en vez de dos huevos, dos piedras. Y nos comeremos las piedras fritas, pero a nosotros no nos doblega nada ni nadie". Inigualable. Varios expertos señalaron casi de inmediato que esta maravilla culinaria, además de lo artístico del planteamiento, representa una verdadera revolución en el ámbito económico del mundo. Incluso, algunos analistas en materia financiera recomendaron comprar de inmediato acciones de empresas dedicadas a la industria de la piedra y afines, pues asumen que el valor de la piedra será inalcanzable en el corto plazo. La preparación no es nada complicada. Tome unas piedras, cualquier tipo de piedras, las coloca en un sartén y las baña de aceite, si acaso consigue. Prenda el candelero si acaso tiene gas o energía eléctrica, de lo contrario vaya al piso y métale leña. Nada mejor que piedra frita a la leña. De hecho medio país la está comiendo desde hace rato. Antes, inclusive, de que el gobernador creara el plato oficialmente.
Pero hay elementos que complican la cosa. La escasez, el desabastecimiento y hasta el alto costo. Pero un buen revolucionario siempre consigue la solución. Como fue el caso de la brillante recomendación de Jacqueline Faría, quien pidió a las masas más alegría y disfrute a la hora de buscar el sustento diario. Colas sabrosas para el vivir viviendo. Pues la gente, en medio de las necesidades, no tiene más remedio que hacer caso a la recomendación de la dirigente chavista. Aunque, a decir verdad, la mejor cola es la que no se hace como ocurre en cualquier país del mundo. Pero en Venezuela no hay más remedio. Así que a los palos y a las piedras agréguele colas sabrosas.
Otras variedades. Cocuy o caña clara, pues ya el whisky o el ron quedaron para altos empleados públicos o bachaqueros adinerados. El poderoso club house, además de caro está incompleto, así que se conforma con un pedazo de pan, el que sea, y le mete un par de ruedas de limón. Sándwich de limón. Todavía hay bastante limón por ahí. Para las pastas, también perdidas del mapa, nada mejor que un chorro de granadina. No hay carnes y el pescado está solo disponible para cuando se pueda comprar con la plata del último aumento del gobierno. Es decir, el mes que viene. Otro reto: trate de armar un pabellón criollo de verdad.
Buen apetito.
erojas@eluniversal.com
Twitter: @ejrl
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