Icónico rincón de sabores cumple más de seis décadas
Heladería Crema Polar guarda la dulce estampa de Valencia
NOTITARDE Valencia, octubre 27 (Marianela Rodríguez).- Frente a la vorágine de la comida chatarra
y los avatares
económicos perdura en pleno corazón de Valencia, desde hace más de seis décadas, la Heladería
Crema Polar, un laureado establecimiento que ha recibido aplausos de exigentes paladares que
no le dan tregua al azúcar.
El modesto negocio familiar que se inauguró en 1949 con apenas dos mesas, hoy exhibe
El modesto negocio familiar que se inauguró en 1949 con apenas dos mesas, hoy exhibe
un aforismo que ha sido certificado por sus visitantes: El helado del futuro es el helado
del pasado. Los sabores tradicionales constituyen el emblema que explican el fervor de los
comensales que se pasean por el bulevar Constitución en el casco central de Valencia, lugar
donde funciona ese ícono de la valencianidad.
Fernando Osinsky, heladero de segunda generación, explicó que sus padres y sus tíos maternos
Fernando Osinsky, heladero de segunda generación, explicó que sus padres y sus tíos maternos
llegaron al país tras la migración selectiva de 1947, después de concluir la Segunda Guerra
Mundial. Junto a sus parientes, oriundos de Alemania, se establecieron en El Trompillo en una
antigua hacienda situada en el municipio Carlos Arvelo. Dos años más tarde decidieron probar
suerte y establecieron el local a media cuadra de la Plaza Bolívar de Valencia. Después de 66
años la heladería no requiere de mayor presentación.
Yo comencé a trabajar aquí en el año 1969 y el negocio ya tenía 20 años de fundado. Antes
lo regentaban mis tres tíos maternos. Trabajé con ellos hasta el año 1975 y ese año,
como ya ellos estaban viejos y cansados, decidieron vendérmelo a mí y a mis dos socios,
que eran como hermanos porque vivimos juntos en las barracas de El Trompillo; ellos
llegaron de Yugoslavia, también después de la guerra , recordó.
Aunque las autoridades jamás le han otorgado reconocimiento alguno por su
Aunque las autoridades jamás le han otorgado reconocimiento alguno por su
ininterrumpida labor, el señor Osinsky sostiene que su mejor retribución consiste en haber
conservado intacta la memoria gustativa de los valencianos. Tal vez por ello cada vez que
vuelven piden los legendarios helados de coco o las malteadas, aunque los jóvenes
apuesten por aquellos que llevan óreo.
Recuerda que hasta hace algunos años los proveedores llegaban al establecimiento para
Recuerda que hasta hace algunos años los proveedores llegaban al establecimiento para
suministrarles los insumos que mantenían satisfecha a su clientela. Ahora solo
puede atender personalmente el establecimiento hasta el mediodía porque en la tarde debe
salir a la calle a buscar insumos para el negocio. La verdad es que trabajamos con
las uñas. La leche que es nuestra principal materia prima no se consigue por ninguna parte ,
dijo.
No obstante, el señor Osinsky, cuyos progenitores inauguraron en Venezuela el primer
No obstante, el señor Osinsky, cuyos progenitores inauguraron en Venezuela el primer
centro de refugiados para las víctimas de los horrores y las tristezas de la guerra, se mantiene
firme en su entusiasmo y su apuesta por el país. Confía en que vendrán tiempos mejores y
lamenta que ahora no puedan trabajar hasta las siete de la noche, como lo hacían antes, debido
a la inseguridad.
Espera en un tiempo no muy remoto entregarle la batuta a su único hijo, profesional universitario,
Espera en un tiempo no muy remoto entregarle la batuta a su único hijo, profesional universitario,
para que continúe con el legado de la heladería que es considerada como un clásico dentro
del gentilicio del valenciano de ayer y hoy.
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