Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 9 de agosto de 2015

Antiguamente, en los países europeos, se escogía al mejor vino de la bodega en cada cosecha y si era de excelentísima calidad se le calificaba como reserva. El propietario lo reservaba en su bodega para consumirlo entre familia y con amigos. Este criterio, que ha evolucionado con el tiempo y actualmente se utiliza considerando principalmente el tiempo de añejamiento del vino. La calificación reserva está plasmada en gran parte de las leyes del vino europeas para destacar que el vino ha tenido una crianza en barrica durante un periodo dado, y varía entre países y zonas de un mismo país.

¿Qué es un vino reserva?

autro image

Antiguamente, en los países europeos, se escogía al mejor vino de la bodega en cada cosecha y si era de excelentísima calidad se le calificaba como reserva. El propietario lo reservaba en su bodega para consumirlo entre familia y con amigos. Este criterio, que ha evolucionado con el tiempo y actualmente se utiliza considerando principalmente el tiempo de añejamiento del vino. La calificación reserva está plasmada en gran parte de las leyes del vino europeas para destacar que el vino ha tenido una crianza en barrica durante un periodo dado, y varía entre países y zonas de un mismo país.
España utiliza generalmente el término para describir aquellos vinos que mantienen un periodo de guarda mayor a los vinos llamados crianza y menor a los calificados como gran reserva. En la denominación de origen Rioja se le llama  reserva al vino tinto que se ha mantenido un año de barrica y dos de botella, sin especificar la edad de las barricas; en Ribera del Duero, Navarra y Cataluña se utilizan criterios parecidos.
En Italia, en denominaciones como Barolo, Barbaresco, Chianti y Brunello Di Montalcino, entre otros, se  califica de reserva al vino que tiene uno a dos años más de añejamiento de lo clásico, que es de tres a seis años. En Francia se utiliza muy poco este término. En regiones como Burdeos y Borgoña, por ejemplo, se califican los viñedos por sus características de suelo y clima, y se utilizan los términos Grand Cru y Premier Cru, entre otros, y en forma muy puntual se coloca el término réserve.
En Estados Unidos, Argentina y Chile el término reserva o reserve se usa para calificar vinos que provienen de uvas de los mejores viñedos, que han recibido un tratamiento especial en el proceso de vinificación que puede incluir más tiempo de añejamiento en barrica que el resto de los vinos.
Muchos enólogos no estamos de acuerdo con el uso del tiempo de añejamiento del vino como único requisito para calificar su calidad. Si un vino tiene desde joven un alto potencial de calidad,  aportado por las uvas con las que se elaboró por una maduración excepcional gracias a las condiciones climáticas imperantes durante el proceso, seguramente lo desarrollará durante un acertado añejamiento en barricas, preferiblemente nuevas,  y en su afinamiento en botella, condiciones que le permitirán convertirse en un gran vino y calificarse como reserva.
guillermo.vargasg@gmail.com

El Carabobeño 08 agosto 2015

Un vino de Borgoña se consagra como el más caro del mundo

(Foto Referencial)
 AFP
 Un vino de Borgoña, Côte-de-Nuits, dio la sorpresa al posicionarse como el más caro del mundo, a 14.254 euros (15.195 dólares) la botella, según la clasificación del sitio web especializado Wine Searcher, en la que también llamó la atención que el primer Burdeos no aparece hasta la 18ª posición.
El portal Wine Searcher actualizó a principios de agosto su clasificación de los "50 vinos más caros del mundo", a partir de las listas de precios de 54.876 bodegueros, negociantes y productores de todo el mundo, con un repertorio de más de siete millones de botellas. 
Los Borgoña consiguieron unas impresionantes posiciones, al ocupar los tres primeros puestos y con otras cuatro botellas entre las diez posiciones de vanguardia. Entre los 50 primeros nombres, 40 proceden de esta región.
Otra sorpresa de la clasificación es que el líder no es un Romanée-Conti, sino un vino de Henri Jayer, un reconocimiento póstumo a este viticultor visionario, fallecido en 2006 a los 84 años de edad.
El coronado es su Richebourg Grand Cru, un Côtes-de-Nuits. No es el único de este viticultor, un icono entre los caldos de Borgoña, que también aparece en el podio con su Cros-Parantoux en tercer puesto, un Vosne-Romanée Premier Cru, una minúscula parcela de 1,01 hectáreas (8.072 euros/8.832 dólares para los 75 cl).
Opuesto a procesos químicos como la filtración, partidario de la labranza de los viñedos y de una baja producción -unas 3.500 botellas al año-, así como inventor de la maceración prefermentativa en frío, Henri Jayer produjo un Pinot Noir depurado, nítido y de gran carácter.
Sus primeras botellas salieron al mercado a principios de los años 1950, y hoy se encuentran entre los mejores tintos del mundo. En 2012, en una subasta en la casa británica Christie's en Hong Kong, se vendió una caja de 12 botellas de su Cros-Parantoux 1985 por el precio récord de 182.556 euros (199.735 dólares), es decir, 15.213 euros la botella.
Henri Jayer no fue testigo de la inscripción por la Unesco de su región vitícola de Côtes-de-Nuits y de Côtes-de-Beaune como Patrimonio Mundial de la Humanidad bajo la apelación "Climas de Borgoña", pero fue uno de los artífices de este éxito mundial.
El vino borgoñón más renombrado, el Domaine de La Romanée-Conti, logró la plata gracias a una botella de Romanée-Conti Grand Cru a 12.169 euros (13.314 dólares), y consiguió además que seis de sus vinos aparezcan entre los 50 de la lista.
Los prestigiosos Burdeos no aparecen nada más que en dos ocasiones: con el Petrus de Jean-Pierre Moueix en decimoctava posición, a 2.469 euros/2.701 dólares; y Le Pin de Jacques Thienpont en el puesto 23º, a 2.156 euros/2.359 dólares.
Côtes-du-Rhône sólo consigue colocar un nombre en la lista, cerrando el Top 10, el Ermitage Cuvée Cathelin, de Jean-Louis Chave, a 3.469 euros/3.795 dólares la botella.
Destaca también que dos viticultores alemanes, Egon Müller y Joh. Jos. Prüm, aparecen en dos ocasiones cada uno en la clasificación.
Egon Müller ocupa la cuarta plaza con su Scharzhofberger Riesling Trockenbeerenauslese (6.060 euros/6.630 dólares) y la 34ª con un Eiswein, un vino de hielo. Por su parte, Prüm ocupa el séptimo lugar con su Wehlener Sonnenuhr Riesling Trockenbeerenauslese (4.301 euros/4.706 dólares) y el 44ª con un Beerenauslese.

El predominante sabor francés lo rompe también, en el puesto 14º, un californiano del valle de Napa, el Screaming Eagle Cabernet Sauvignon, de Stanley Kroenke, a 2.636 euros/2.884 dólares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario