Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 9 de agosto de 2015

Una mala alimentación puede afectar a los órganos y el cerebro no está libre de esas repercusiones. Por eso, una dieta deficiente puede incidir en la disminución de la memoria, de la capacidad de atención y aprendizaje, así como en la aparición de cambios en el estado emocional y la forma de comunicarse e interactuar con los demás.

Salud: Alimentos benignos para el cerebro

Lo que se elige al comer redunda en el bienestar corporal. Procurar más verduras de hojas verdes, sardinas o canela ayuda a que la mente funcione mejor

Una mala alimentación puede afectar a los órganos y el cerebro no está libre de esas repercusiones. Por eso, una dieta deficiente puede incidir en la disminución de la memoria, de la capacidad de atención y aprendizaje, así como en la aparición de cambios en el estado emocional y la forma de comunicarse e interactuar con los demás.
Sin embargo, existen alimentos que surten efectos positivos en el cerebro y contribuyen a su correcto desarrollo. Rocío Río de la Loza, coach de salud, comparte una lista de siete recomendaciones para nutrir tan importante órgano:
1 Consumir dos porciones de verduras de hoja verde todos los días, como acelga, col rizada, repollo, apio, lechuga, hierbas aromáticas, espinacas o alcachofas.
2 Proveerse de dosis de ácidos grasos omega 3. Se encuentran alimentos como las sardinas, atún y semillas de linaza. Asimismo, es importante reducir la ingesta total de grasas saturadas, como la mantequilla, y evitar las grasas trans.
3 Comer una gran cantidad de alimentos ricos en vitamina E, como las papas, auyama, aguacate, almendras o semillas de girasol.
4 Aumentar la ingesta de vitaminas B con verduras de hoja verde oscuro, pepinos, plátanos, lácteos, huevos, carne de res, hígado, pollo, legumbres, cereales fortificados, pan de trigo integral, granos enteros y champiñones.
5 Ingerir frutas con un alto contenido de antioxidantes, como la patilla y las moras.
6 Empezar a utilizar la canela. Un estudio demostró que tiene una acción neuroprotectora, ya que reduce los efectos negativos que una dieta alta en fructosa y grasas incide en el cerebro.
7 Beber suficiente agua. Entre 2,5 y 3 litros (13 tazas) para los hombres y 2 litros (9 tazas) para las mujeres.

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