Piezas de arte que vienen en palito
Palepop ofrece helados artesanales con coloridas mezclas
GIULIANA CHIAPPE | EL UNIVERSAL
sábado 15 de agosto de 2015 12:00 AM
El helado de palito remite a la infancia. Las paletas de Crema Real, los Morochos de uva, el Bom Bom, la Manzanita forman parte de la memoria gustativa de los venezolanos.
Palepop las lleva a otro nivel. En esta heladería artesanal las tinitas y las barquillas están desterradas. A cambio, ofrecen muchísimas paletas de diseño.
Las crea María Eugenia Zarzalejo, quien experimenta con colores y sabores, y logra paletas impactantes a la vista por su mezcla de colores y delicados sabores. Son cremosas, pero no empalagosas, y tampoco abusan del azúcar.
El comensal que visita Palepop -en el tercer nivel del centro comercial Santa Fe- encuentra diversos tipos de paletas. Están las de frutas, siempre naturales, y de intenso color; las que remiten a sabores criollos; las inspiradas en los helados de palito de siempre, las de sabores tradicionales y las que tienen adentro pedacitos de otros sabores.
Cada día se renuevan los helados disponibles. También pueden cambiar los sabores pero siempre habrá, por lo menos, una docena de opciones.
Entre las paletas de sabores criollos, por ejemplo, están la de marquesa de chocolate -una paleta de chocolate con pinceladas de capita de chocolate y torta al final-, tres leches o chocopop, hecha con puro chocolate El Rey.
La de marquesa es una de las favoritas. Algunos días, sacan 24 paletas de este sabor a la 1 de la tarde y, poco después de las cuatro, apenas quedan dos o tres. También ofrecen paletas de postres más internacionales, como brownie, pie de limón o parchita, arroz con leche y cheesecake.
Quienes añoran los helados de palito de siempre, los que vendían Tío Rico o Efe anunciándose con la típica musiquita, podrán encontrar versiones Palepop del Crema Real -de naranja y crema-, del Pastelado, del Bom Bom con leche condensada e incluso del Drácula, con su rojo corazón. El Uvita, por su parte, le hace un guiño al Bati Bati.
En Palepop, María Eugenia Zarzalejo ha creado una técnica para encapsular las frutas dentro de los helados y que permanezcan perfectas. Atraen visualmente las de Chococambur y Mangocambur, con sus rueditas de guineo adentro o la Tuttifrutti, que más parece una tizana por los muchos pedacitos de frutas que luce, haciéndola visualmente bella.
En ocasiones, hasta los cocteles se transforman en helado. Las paletas de "mixología" pueden ser de Piña Colada, Bloody Mary o mojito.
Y, por supuesto, no faltan las de sabores tradicionales en todas las heladerías como fresa, chocolate, vainilla, pistacho, stracciatella y torta suiza.
Todos los helados se preparan sin aditivos químicos, frutas y otros ingredientes naturales y son pasteurizados. Se preparan con altas técnicas de heladería artesanal que Zarzalejo aprendió en varios cursos en distintos países.
Palepop abre de martes a domingo a la 1:00 pm, y cierra a las 6:30 pm todos los días, excepto los domingos que lo hace a las 6:00 pm. Su instagram @palepoppaletas es un abreboca de los sabores que ofrecen. También se les puede escribir a PalePop.paleteria@gmail.com.
Palepop las lleva a otro nivel. En esta heladería artesanal las tinitas y las barquillas están desterradas. A cambio, ofrecen muchísimas paletas de diseño.
Las crea María Eugenia Zarzalejo, quien experimenta con colores y sabores, y logra paletas impactantes a la vista por su mezcla de colores y delicados sabores. Son cremosas, pero no empalagosas, y tampoco abusan del azúcar.
El comensal que visita Palepop -en el tercer nivel del centro comercial Santa Fe- encuentra diversos tipos de paletas. Están las de frutas, siempre naturales, y de intenso color; las que remiten a sabores criollos; las inspiradas en los helados de palito de siempre, las de sabores tradicionales y las que tienen adentro pedacitos de otros sabores.
Cada día se renuevan los helados disponibles. También pueden cambiar los sabores pero siempre habrá, por lo menos, una docena de opciones.
Entre las paletas de sabores criollos, por ejemplo, están la de marquesa de chocolate -una paleta de chocolate con pinceladas de capita de chocolate y torta al final-, tres leches o chocopop, hecha con puro chocolate El Rey.
La de marquesa es una de las favoritas. Algunos días, sacan 24 paletas de este sabor a la 1 de la tarde y, poco después de las cuatro, apenas quedan dos o tres. También ofrecen paletas de postres más internacionales, como brownie, pie de limón o parchita, arroz con leche y cheesecake.
Quienes añoran los helados de palito de siempre, los que vendían Tío Rico o Efe anunciándose con la típica musiquita, podrán encontrar versiones Palepop del Crema Real -de naranja y crema-, del Pastelado, del Bom Bom con leche condensada e incluso del Drácula, con su rojo corazón. El Uvita, por su parte, le hace un guiño al Bati Bati.
En Palepop, María Eugenia Zarzalejo ha creado una técnica para encapsular las frutas dentro de los helados y que permanezcan perfectas. Atraen visualmente las de Chococambur y Mangocambur, con sus rueditas de guineo adentro o la Tuttifrutti, que más parece una tizana por los muchos pedacitos de frutas que luce, haciéndola visualmente bella.
En ocasiones, hasta los cocteles se transforman en helado. Las paletas de "mixología" pueden ser de Piña Colada, Bloody Mary o mojito.
Y, por supuesto, no faltan las de sabores tradicionales en todas las heladerías como fresa, chocolate, vainilla, pistacho, stracciatella y torta suiza.
Todos los helados se preparan sin aditivos químicos, frutas y otros ingredientes naturales y son pasteurizados. Se preparan con altas técnicas de heladería artesanal que Zarzalejo aprendió en varios cursos en distintos países.
Palepop abre de martes a domingo a la 1:00 pm, y cierra a las 6:30 pm todos los días, excepto los domingos que lo hace a las 6:00 pm. Su instagram @palepoppaletas es un abreboca de los sabores que ofrecen. También se les puede escribir a PalePop.paleteria@gmail.com.
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