La cocina es la estancia en la que guardas, preparas y cocinas los alimentos y la despensa es donde almacenas la comida. Durante el tiempo que pasan en estos espacios, los alimentos absorberán parte de la energía chi que esté presente en el ambiente; de hecho, acabarás ingiriendo parte de esa energía. Esto podría tener una influencia sutil en tu salud a largo plazo, puesto que el proceso tiene un efecto acumulativo.

Cocina y despensa

por ALFONSO LEÓN  |  imagen: WWW.SHUTTERSTOCK.COM | DOMINGO 10 DE MAYO DE 2015

La cocina es la estancia en la que guardas, preparas y cocinas los alimentos y la despensa es donde almacenas la comida. Durante el tiempo que pasan en estos espacios, los alimentos absorberán parte de la energía chi que esté presente en el ambiente; de hecho, acabarás ingiriendo parte de esa energía. Esto podría tener una influencia sutil en tu salud a largo plazo, puesto que el proceso tiene un efecto acumulativo.

Consejos
• Asegúrate de que la cocina sea fácil de limpiar, sin humedades ni estancamientos. 

• Asegúrate de que la cocina esté expuesta a mucha luz natural y aire fresco.

• Si puedes elegir, elige una estancia que esté en la zona este o sureste de la casa de forma que esté expuesta a la salida del sol. Así los fogones y el fregadero estarán en armonía con el chi madera del ambiente de estas direcciones con respecto a los cinco elementos. El agua de los fregaderos, lavadoras o lavavajillas se asocia con el chi agua y los fogones con el chi fuego, por lo que crean el ciclo beneficioso agua-madera-fuego. 

• Elige superficies como la madera o la piedra para mantener el flujo del chi. La madera es más blanda y por tanto más yin y relajante, mientras que la piedra crea un ambiente más yang e impoluto. 

• Evita las telas, los elementos blandos y las alfombras puesto que absorben la humedad y los olores y aumentan el riesgo de estancamiento. Estos materiales hacen que resulte más difícil mantener la cocina limpia. Los materiales sintéticos pueden bloquear el flujo del chi y deberían evitarse. 

• Utiliza la cocina a gas para que la comida se cocine con una llama natural. Las cocinas eléctricas sumergen los alimentos en un campo electromagnético y alteran su chi natural. Los hornos microondas someten a los alimentos a fuertes radiaciones eléctricas que también alteran su chi.

• Utiliza una lámpara incandescente en vez de fluorescente para ayudar a reducir la exposición a la radiación electromagnética. Distintos focos, luces direccionales ascendentes y la iluminación tamizada mediante potenciómetros te brindarán la posibilidad de crear distintos ambientes.

• Cultiva multitud de plantas de hojas grande para añadir más energía viva. Dispón suficiente espacio de almacenaje para guardar los utensilios y los alimentos de forma que las superficies de trabajo estén limpias y sin estorbos.