Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

viernes, 21 de agosto de 2015

Lo común suele pasar inadvertido para la historia. Lo reconoce Miguel Dorta, autor del libro ¡Viva la arepa! Sabor, memoria e imaginario social en Venezuela, una obra que reivindica no solo el plato, sino rescata del olvido los antecedentes del alimento, que tiene el maíz como fundamento.

Miguel Dorta: “La arepa es tan cotidiana que pasaba desapercibida”

El historiador Miguel Dorta estudia un doctorado en México | Foto Cortesía Twitter
El historiador Miguel Dorta estudia un doctorado en México | Foto Cortesía Twitter
En su libro, el autor explica no solo el desarrollo del alimento durante siglos, sino también la importancia social y religiosa del maíz

Lo común suele pasar inadvertido para la historia. Lo reconoce Miguel Dorta, autor del libro ¡Viva la arepa! Sabor, memoria e imaginario social en Venezuela, una obra que reivindica no solo el plato, sino rescata del olvido los antecedentes del alimento, que tiene el maíz como fundamento.
“La arepa es tan cotidiana que pasaba desapercibida en los libros, archivos y manuales de historia. Durante muchos años la historia se concentró primero en lo político y luego en lo económico. La comida no era de interés, pero hubo un giro después de los años setenta, debido a la Escuela de los Annales”, dice en referencia a la corriente surgida en Francia que busca adentrarse en el pasado de los pueblos en distintas dimensiones.
Dorta también quiso poner orden. “Existen muchos escritos sueltos que circulaban en el mundo intelectual de autores como Mariano Picón Salas o Alfredo Armas Alfonzo. Me pareció justo un orden”, indica Dorta, venezolano que desde 2012 reside en Ciudad de México, donde actualmente cursa un doctorado en Historia en el Instituto Mora.
No deja cabo sueltos en su investigación. Las primeras páginas se remontan a miles de años atrás, cuando deja constancia del origen del maíz en América, su expansión por el continente y la aparición en lo que ahora son tierras venezolanas. Más allá de esos datos, recuerda la importancia que el grano ha tenido para distintas civilizaciones americanas, tanto en lo social, lo mítico y lo religioso.
“No quiero que sea un libro de consulta entre sabios, mi deseo es que sea de consulta por el público. Es la historia de la arepa, pero no total, con muchas aristas”, indica el historiador, que asegura ser bueno en la preparación del plato. “Es curioso. A los asiduos a hacerlas nos sale muy natural y no hay un registro en la memoria de cuando se aprendió”.
El autor destaca un mensaje que quiere dejar claro: “Siempre me dirijo a ciertos intelectuales o pseudo-intelectuales que dicen que la harina de maíz eliminó ciertas capacidades a la arepa. Hay una idea de volver a los orígenes. A veces hay que entender el momento histórico, porque no estamos en las mismas condiciones que hace siglos”.

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