Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

sábado, 15 de agosto de 2015

La lonchera de los padres Así como hay preocupación y esmero por la comida que llevan los niños a la escuela, debe haber el mismo cuidado por el "tupper" que se consume en el trabajo. Hay que estar pendiente del tipo de comida, de la temperatura y de los envases que se usan

La lonchera de los padres

Así como hay preocupación y esmero por la comida que llevan los niños a la escuela, debe haber el mismo cuidado por el "tupper" que se consume en el trabajo. Hay que estar pendiente del tipo de comida, de la temperatura y de los envases que se usan

por HERCILIA GARNICA  |  imagen: SHUTTERSTOCK | VIERNES 7 DE AGOSTO DE 2015

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Ya casi se hace de forma automática. Se escoge lo que resulte más fácil cocinar en la mañana o lo que haya sobrado del día anterior, se incorpora a un envase cualquiera y está listo el almuerzo que se engulle en forma acelerada en el receso del trabajo.

Poca gente toma en cuenta recomendaciones sobre los mejores alimentos que sirven para llevar a la oficina, la temperatura a la que deben mantenerse, los envases apropiados y lo que no debe hacerse antes de consumirlos.

La mayoría de la gente opta por ser práctica, por comer cualquier cosa a la hora del almuerzo y luego "desatarse" en la noche, cuando se está en casa en modo más relajado.

En realidad, la comida del mediodía también es importante y el hecho de que sea ligera no significa que no sea nutritiva. Precisamente, la idea de llevar la comida desde la casa no sólo debe ser por razones económicas, que lo es y bastante, sino por razones alimenticias e higiénicas.   La comida casera es más sana que otras alternativas.

Si esa primera etapa está superada entonces es importante saber que existen preparaciones o recetas que resultan menos apropiadas para trasladarlas en envase hasta el trabajo y que hay recomendaciones específicas que ayudana elaborar la lonchera.

1. Las comidas en envases suelen colocarse en un solo recipiente, por lo que resulta más fácil preparar platos únicos que incluyan varios grupos de alimentos (hortalizas, proteínas carne, pescado, huevos, legumbre, aceite de oliva...). Conviene acompañar ese plato principal con ensaladas, fruta fresca, pan (preferentemente integral) y agua.

2. Cocer suficientemente los alimentos, sobre todo carnes y pollo. Asegurarse de que el jugo de la carne es de color claro, y no rosado, lo que indica que la cocción se ha completado.

3. No utilizar salsas o aliños que contengan huevo crudo.

4. Evitar las elaboraciones de postres a base de nata, cremas... por el riesgo de contaminación microbiana o que se dañen si no están refrigeradas.

5. Hay preparaciones que quedan muy secas una vez que
se cocinan y no toleran bien el recalentamiento. Por ejemplo, carnes o pescados a la plancha. En el caso en concreto del pescado, al recalentarlo puede desprender un aroma que resulte poco apetitoso. Una opción puede ser reservar para la cena y el fin de semana las raciones de pescado que se deben tomar cada semana.

6. Los envases deben  ser de cristal o de plástico, aptos para microondas.

7. Limpiar y secar bien los envases. Con frecuencia, especialmente las tapas, pueden quedar húmedas en las zonas de cierre y eso facilita la aparición de moho.

8. El plato se puede preparar la noche antes o la misma mañana del día que va a ser consumido. Los platos deben prepararse con la suficiente antelación para poder enfriarlos antes de refrigerarlos en la nevera.

9. Nunca deben mantenerse los platos más de dos horas a temperatura ambiente sobre todo si hace mucho calor porque hay mayor riesgo de facilitar la proliferación de microorganismos.

10. Lo ideal es que la comida permanezca siempre en la nevera  y si no hay frigorífico, entonces utilizar bolsas isotérmicas con placas de congelación o placas de acumulación de frío.

12. Si se introduce la comida caliente en el envases, es conveniente no cerrarlo herméticamente para que la temperatura baje y se enfríe lo antes posible. El transporte en caliente es más arriesgado que el transporte en baja temperatura.

13. Las porciones pequeñas se enfrían antes.

14. A la hora de recalentar la comida en el microondas, retire la tapa pero déjela sobre el recipiente para que la comida salpique lo menos posible el interior del aparato.

15. Las ensaladas deberán ser aliñadas justo antes de comerlas. Una pequeña botellita será de gran ayuda para transportar una ración de aliño. Un buen paquete de servilletas de papel cerrará el círculo, aunque también podemos considerar utilizar servilletas de tela, una opción más ecológica.

16. Una vez consumidos los alimentos, cuando regrese a casa, deseche los restos que le hayan sobrado.

17.Los expertos en conservación de los alimentos señalan que la comida  debe, preferiblemente, conservarse en frío porque las bacterias dañinas se multiplican rápidamente  en la "Zona de Peligrosa", es decir a temperaturas entre 4.4 y 60 C. Esta es la razón por la cual los alimentos que se transportan sin una fuente de refrigeración no se conservan sanos durante mucho tiempo.

18. Algunos alimentos se mantienen en buen estado sin necesidad de refrigeración. Prefiera esa clase de productos que incluye frutas y verduras enteras, quesos duros, carnes y pescados enlatados, papitas fritas, pan, galletas de soda, mantequilla de maní (cacahuetes), mermeladas, jaleas, mostaza y encurtidos.

19. Es conveniente escoger unos cuantos envases de plástico de buena calidad y que cierren herméticamente. Estos deberán adaptarse a la medida de las raciones principales que vayamos a preparar, que dependerá de cada persona.

20. Los bocados pueden envolverse en papel de conservación metálico. Evitemos llevar cubiertos de metal, no resultan cómodos para este tipo de comidas y añaden un peso y un volumen innecesario. Escojamos unos cubiertos de plástico que sirvan para varios servicios y sean lavables, compremos un buen pack para ir sustituyéndolos con regularidad.

21. Para transportar nuestro menú podemos utilizar un pequeño neceser, dedicado en exclusiva a este cometido. Es conveniente tener claro cuál va a ser el volumen de nuestro menú a la hora de comprarlo. Existen en el mercado algunos productos pensados para este cometido, que incluso vienen dotados con pequeños envases y cubiertos en su interior.

22. Es importante comprobar que el estuche sea fácilmente lavable y no se deforme en contacto con el agua, por lo que rechazaremos los que tengan una estructura de cartón en su interior y optaremos por los  de un cuerpo rígido plástico.

23.Carga una botella de agua. Las gaseosas y bebidas envasadas tienen una gran cantidad de azúcar. Lo mejor es tener una botella de agua reusable e ir tomando sorbos durante el día. Lo bueno del agua no solo es que es libre de calorías, sino que además hace que uno se sienta lleno. Evita los jugos envasados, las gaseosas y los cafés con crema, pues por su alto contenido de calorías te harán subir de peso.

Lo que no debe faltar...
Nutricionistas recomiendan ingerir al menos tres porciones de frutas al día y la misma cantidad de vegetales. La proteína (pollo, pavo, res, pescado) debeb comerse a la plancha o a la parrilla. Evite el consumo de azúcar, grasa y alcohol. Los carbohidratos deben consumirse con cautela y por supuesto se recomienda acompañar esta sana alimentación con al menos 45 minutos al día de actividad física.

La comida principal puede ser como la comida tradicional de casa: arroz, carne, granos, plátano o se puede simplificar al preparar un buen sándwich que contenga vegetales y proteínas.

Una buena ensalada que contenga verduras al gusto, quesos, jamón, pollo o atún, e incluso frutos secos, aceites, mostaza, limón, etc.

Frutas: Dependiendo de la cantidad de horas fuera puede ser una o dos piezas.

Jugos naturales o té: Limonada o jugos de frutos frescos pueden envasarse de forma adecuada para acompañar la comida.

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