Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

viernes, 9 de octubre de 2015

El château de Ferriéres, construido en el siglo XIX por la familia Rothschild en las afueras de París, abre ahora como escuela de gastronomía y hotelería...y en Venezuela hay que pedirle a Dios que nos entiendan la necesidad de abrir verdaderas escuelas acreditadas...¡Qué contraste!!!

Aprender a cocinar en un palacio

El chateau renace ahora como escuela de gastronomía, hotelería y lujo “a la francesa”. / Foto archivo
El chateau renace ahora como escuela de gastronomía, hotelería y lujo “a la francesa”. / Foto archivo
El château de Ferriéres, construido en el siglo XIX por la familia Rothschild en las afueras de París, abre ahora como escuela de gastronomía y hotelería
A mediados del siglo XIX, la pudiente familia Rothschild ordenó construir a las afueras de París el château de Ferriéres, un palacio que tras 150 años de anécdotas que salpican a Bismarck, los nazis o Dalí, renace ahora como escuela de gastronomía, hotelería y lujo “a la francesa”.
“Desde mi despacho se ve el palacio. Mi gran sueño era recuperarlo. Pueden imaginarse hasta qué punto es triste ver morirse vacío un lugar que ha visto nacer a una familia tan grande, que ha albergado a tantas personalidades”, explica a la agencia EFE Jalil Jater, presidente del grupo hotelero de alta gama Accelis, un franco-libanés que llegó a Francia huyendo de la guerra del Líbano.
El empresario con sede en Marne-la-Vallée, a escasos 10 km de Disneyland París, es el fundador de una escuela-palacio que empieza su primer curso de vida con una promoción de 35 alumnos y que espera alcanzar las 1.500 matrículas en los próximos años.
Esa imponente edificación neorrenacentista está incrustada en un bosque de 300 hectáreas y quiere competir con prestigiosos centros de formación como la escuela gastronómica Ferrandi de París.
Según Jater, la idea surgió cuando hace ya 20 años descubrió que tenía “problemas para contratar a jóvenes diplomados en hotelería en Francia”, y se reforzó al constatar que muchos jóvenes galos decidían formarse en la vecina Suiza.
El centro, que cuenta con 1.500 m2 de cocinas, en 2016 comenzará a construir un campus con capacidad para 1600 alumnos. “Salen con la expectativa de ganar 2.500 euros netos al mes”, precisan desde la dirección de la Escuela Ferriéres, que se ha dotado de un presupuesto global de 25 millones de euros para inversiones .
Más allá del programa académico, gran parte del atractivo de la escuela reside en que se encuentre en un château cargado de historia.
Encargado por Jean de Rotschild al arquitecto británico Joseph Badson, el palacio vio la luz en 1855 con todas las novedades tecnológicas de la época, como calefacción central o agua caliente en todas las bañeras.
Se convirtió en salón de festejos de la alta sociedad y también en escenario de acuerdos políticos, como la reunión en 1870 que el canciller Otto von Bismarck mantuvo con un ministro de Napoleón III con vistas a la conversión prusiana de Alsacia y Lorena.
En 1940, el palacio fue ocupado por los nazis y la familia Rotschild, que recuperó la propiedad en 1957, decidió condenar la parte del edificio habitado por los alemanes, que se ha vuelto a abrir para el proyecto educativo.
Se recuerda también la fiesta surrealista con Dalí entre los invitados que allí se ofreció en 1971 para celebrar los 100 años del nacimiento del escritor Marcel Proust, antes de que sus propietarios donaran el château a la alcaldía. Esta, a su vez, ha cedido su gestión a la Escuela de Ferriéres, asociada con cadenas de hoteles como Radisson, Four Seasons, The Peninsula o Relais & Chateau y marcas de lujo como Cartier o Artcurial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario