La mesa colonial está servida
En pleno centro de Caracas está Casa Veroes que celebra su décimo aniversario
GIULIANA CHIAPPE | EL UNIVERSAL
sábado 28 de noviembre de 2015 12:00 AM
Está a poco más de cien metros de la Avenida Urdaneta pero, al entrar a Casa Veroes, la sensación es de haber viajado en el tiempo y el espacio.
En esta casa, que es un enclave auténticamente colonial, desde hace diez años funciona Café Casa Veroes, un restaurante abierto a cuidados jardines, en el que su chef de siempre, Edgardo Morales, preserva y versiona los sabores venezolanos que a muchos les activa, una y otra vez, la memoria gustativa y los recuerdos de la mesa en casa de la abuela.
Esta semana celebraron su décimo aniversario, reeditando platos que se hicieron emblemáticos en esta década y ofreciéndolos junto con los que, en la carta actual, se han hecho infaltables. Además, lanzaron un chocolate edición especial Casa Veroes, elaborado por la marca Mantuano con cacao venezolano y la aromática semilla sarrapia, tal como ellos lo pidieron.
En el menú de Café Casa Veroes, escrito a diario en una pizarra que llevan a cada mesa, armonizan platos de distintos orígenes pero siempre venezolanos como la olleta de gallo, el estofado colonial, las mandocas y el negro en camisa.
El estofado colonial se prepara a la antigua usanza, macerando el osobuco en especias y vino tinto, para luego cocinarlo "por muchas horas", cuenta Edgardo Morales, a fuego mínimo. El resultado es una carne muy suave de intenso sabor.
La olleta de gallo, plato que se encuentra en recetarios centenarios, es muy gustoso. También la hacen de rabo.
Las entradas son variopintas. Las mandocas, que no estaban en la carta de hace diez años, ahora no pueden faltar porque los comensales protestan, tal como cuenta el chef. Son frituras zulianas típicas hechas de harina de maíz y plátano, lo que le da un toque dulzón. Se suelen servir con queso blanco.
Otra entrada que se ha convertido en favorita son las arepitas de chicharrón y queso guayanés o telita (el que esté más fresco) con guasacaca. Y, en esta época, los bollitos, también se piden mucho, acompañados con queso. Los de paladar muy navideño optan por el tradicional plato de hallaca, pernil, ensalada de gallina y pan de jamón, que es lo único que viene de afuera, específicamente del Instituto Europeo del Pan, Iepan,en Chacao.
El postre favorito es el popular negro en camisa, hecho es prepara con cacao al 80% de pureza. También sirven torta burrera, de coco y de guanábana y un postre ideado por Morales, crumble de cambur titiaro.
En su Instagram, @casaveroes se puede saber más sobre su propuesta culinaria. Casa Veroes queda de Jesuita a Veroes, en el bulevar Panteón, al norte de la avenida Urdaneta. Su teléfono es 564.7457.
En esta casa, que es un enclave auténticamente colonial, desde hace diez años funciona Café Casa Veroes, un restaurante abierto a cuidados jardines, en el que su chef de siempre, Edgardo Morales, preserva y versiona los sabores venezolanos que a muchos les activa, una y otra vez, la memoria gustativa y los recuerdos de la mesa en casa de la abuela.
Esta semana celebraron su décimo aniversario, reeditando platos que se hicieron emblemáticos en esta década y ofreciéndolos junto con los que, en la carta actual, se han hecho infaltables. Además, lanzaron un chocolate edición especial Casa Veroes, elaborado por la marca Mantuano con cacao venezolano y la aromática semilla sarrapia, tal como ellos lo pidieron.
En el menú de Café Casa Veroes, escrito a diario en una pizarra que llevan a cada mesa, armonizan platos de distintos orígenes pero siempre venezolanos como la olleta de gallo, el estofado colonial, las mandocas y el negro en camisa.
El estofado colonial se prepara a la antigua usanza, macerando el osobuco en especias y vino tinto, para luego cocinarlo "por muchas horas", cuenta Edgardo Morales, a fuego mínimo. El resultado es una carne muy suave de intenso sabor.
La olleta de gallo, plato que se encuentra en recetarios centenarios, es muy gustoso. También la hacen de rabo.
Las entradas son variopintas. Las mandocas, que no estaban en la carta de hace diez años, ahora no pueden faltar porque los comensales protestan, tal como cuenta el chef. Son frituras zulianas típicas hechas de harina de maíz y plátano, lo que le da un toque dulzón. Se suelen servir con queso blanco.
Otra entrada que se ha convertido en favorita son las arepitas de chicharrón y queso guayanés o telita (el que esté más fresco) con guasacaca. Y, en esta época, los bollitos, también se piden mucho, acompañados con queso. Los de paladar muy navideño optan por el tradicional plato de hallaca, pernil, ensalada de gallina y pan de jamón, que es lo único que viene de afuera, específicamente del Instituto Europeo del Pan, Iepan,en Chacao.
El postre favorito es el popular negro en camisa, hecho es prepara con cacao al 80% de pureza. También sirven torta burrera, de coco y de guanábana y un postre ideado por Morales, crumble de cambur titiaro.
En su Instagram, @casaveroes se puede saber más sobre su propuesta culinaria. Casa Veroes queda de Jesuita a Veroes, en el bulevar Panteón, al norte de la avenida Urdaneta. Su teléfono es 564.7457.
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