Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

martes, 24 de noviembre de 2015

Según el INE, entre 2012 y 2014 hubo un descenso en el consumo de todos los grupos alimenticios. El rubro con menos adquisición fue la leche con un descenso de 43% en 2 años

Los niños están en riesgo por el bajo consumo de proteínas

Según el INE, entre 2012 y 2014 hubo un descenso en el consumo de todos los grupos alimenticios. El rubro con menos adquisición fue la leche con un descenso de 43% en 2 años
La Unicef desde 2011 reitera que los primeros mil días de nacido son críticos para el crecimiento de un niño y que la alimentación es primordial para su desarrollo físico y cognitivo, pero la escasez que se vive en el país dificulta cada día el consumo necesario de nutrientes que no deben faltar en su dieta.
La dificultad para adquirir proteínas es el problema que más manifiestan las madres en consulta. Un niño necesita consumir de 12 a 18 gramos de proteínas diarias, lo que equivale a añadir al plato solo 2 huevos, el cual es el alimento más accesible en las mesas venezolanas para sustituir las carnes, pero desde hace una semana desapareció de los anaqueles.
Nixa Martínez, presidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela, precisa que cada vez es más difícil asesorar a las madres para que los niños consuman las proteínas, hierro, vitamina y yodo que se necesitan.
El paliativo desde hace más de un año era al menos consumir proteína animal dos veces por semana y el resto de los días sustituir por granos y huevos. Sin embargo, los altos costos y el desabastecimiento deja sin opciones a los especialistas que pronostican daños irreparables en el crecimiento y la población productiva de un país, si la escasez continúa.
“Si nos acostumbramos a no comer grasas, carbohidratos y proteínas, el organismo se va deteriorando. En un niño se refleja de forma inmediata en el sistema inmune y se empiezan a enfermar con infecciones contagiosas, como las respiratorias. A largo plazo se ven problemas en el crecimiento y desarrollo y coeficiente intelectual. Ya en Apure y los Andes se presentan déficit del desarrollo y crecimiento, además de un ligero aumento de obesidad por la falta de la dieta balanceada”, precisa Martínez.
Desciende consumo de alimentos. Según la encuesta de Seguimiento del Consumo de Alimentos que realizó el Instituto Nacional de Estadística entre 2012 y 2014 en 20.670 viviendas, se evidenció que ha descendido la adquisición de comida en el país en esos 2 años. El rubro con la mayor caída son los lácteos con un descenso de 43%.
En cuanto a las carnes en 2012 se reportó que 88% de los encuestados consumía carne y en 2014 solo se reportó en 84% de la muestra. El pollo lo comía 93% de los consultados, mientras que 2 años después se registró en 88,92% de la muestra. La sardina enlatada se consumía en 54,24% de la muestra consultada en 2012, para 2014 bajó a 43%. Los granos fue otro rubro que cayó con el reporte de que 75,24% de los encuestados comía caraotas en 2012 y en 2014 solo 62,57%.
Daniela Aguilar, nutricionista de la Fundación Bengoa, cuestiona la propaganda de “soberanía alimentaria” cuando debe aconsejar que solo se consuma como porción de proteína lo que entra en la palma de la mano del paciente dos o tres veces por semana y sugerir hacer arepas con tubérculos ante la falta de harina de maíz.
La Unicef advierte que a un niño no puede faltarle la vitamina A, que se encuentra en lácteos y frutas, para evitar que se quebrante el sistema inmune. Añade el hierro y proteínas que contienen las carnes, leche y huevos que al consumirse en bajas cantidades trae como consecuencia problemas en la capacidad de aprendizaje y sistema motor. Por último, nombran el yodo, que lo contiene el pescado, pero si no se consume podría traer problemas hasta para caminar en los primeros años de vida.
Aunque todavía no hay estudios sobre las secuelas del desabastecimiento sí hay observaciones de la Fundación Bengoa en 5 escuelas de Fe y Alegría, ubicadas en Caracas, Maracaibo y Mérida, en donde 12% de la población estudiantil tiene problemas de malnutrición.
Amadeo Leyba, pediatra y presidente del Hospital de Clínicas Caracas, pronostica niños enfermizos a mediano plazo. Advierte que las diarreas son más difíciles de controlar cuando no se encuentran fórmulas o leche sin lactosa y solo debe eliminar el alimento para controlar esta enfermedad. “Un niño desnutrido no es como el adulto que sí tiene posibilidades de recuperarse. La nutrición en el niño es clave para su crecimiento y el de su cerebro porque cognitivamente también necesita ingredientes. La escasez a futuro va a traer problemas para la educación y el país”.
COLGANTE
Secuelas del bajo consumo
-Las carnes, huevos, leche y granos otorgan la proteína al organismo. Un niño con insuficiencia de estos alimentos puede experimentar un leve retraso mental, problemas digestivos o trastornos pancreáticos. También disminuye el hierro, lo cual reduce la capacidad de aprendizaje, el desarrollo motor y daña el sistema de defensa contra la infección.
-Los lácteos, frutas y vegetales suministran vitamina A. La carencia de estos alimentos hace al infante más propenso a infecciones, hay riesgo de ceguera, daños en la piel y estómago.
-Los pescados ofrecen yodo. A un niño que no consuma este alimento se le puede alterar la habilidad de caminar, así como la audición y el desarrollo de capacidades intelectuales y crecen con al menos 10 puntos por debajo del índice intelectual comparado con otros niños.

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