Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 22 de noviembre de 2015

La mermelada, que es la parte dulce de los desayunos

La parte dulce del desayuno

La mermelada es, sin duda, el componente más dulce del desayuno. Y las hay de muchísimos tipos.

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La mermelada se conoce desde la época de los griegos (Archivo)
EL UNIVERSAL
jueves 27 de agosto de 2015  03:19 PM
En la versión original de La novicia rebelde (The sound of music, 1965), cuandofraulein María (Julie Andrews) enseña a los hijos del capitán Von Trapp (Christopher Plummer) las notas musicales, cambia 'si' por 'tea' y la define como "a drink with jam and bread" (una bebida con mermelada y pan).

El guión, al escribir los nombres de las notas, hace trampa, para adecuarlas al inglés, lengua en el que las notas se conocen por una letra (C, D, E, F, G, A y H). Así, 'do' es 'doe'; re es 'ray'; mi es 'me'; fa es 'far'; sol se convierte en 'sew'; la, menos mal, se queda como está (pero sólo se define como "una nota para seguir a sew"), y si, como apuntamos, se convierte en 'tea'.

Pero volvamos a la mermelada, que es la parte dulce de los desayunos.

En inglés podemos hablar de "jam" o de "marmalade". Ambas son mermelada, pero no se refieren a lo mismo. "Marmalade" sería una sustancia blanda, de sabor dulce pero ligeramente amargo, hecha cociendo frutas como la naranja con azúcar para conservarlas. "Jam", en cambio, es un producto dulce, sin toque amargo. Así, hablaríamos de "orange marmalade", pero de "strawberry jam".

Nosotros solemos hablar de mermelada de naranja amarga, para la que se utilizan el jugo y la piel de la fruta, pero a las de fresa, frambuesa, durazno y demás, dulces, también les llamamos mermeladas; nuestro diccionario nos informa de que se trata de una "conserva de membrillos o de otras frutas, con miel o azúcar".

¿Membrillos? He de reconocer que jamás he tomado mermelada de membrillo, y sí, en cambio, dulce de membrillo y hasta jalea de membrillo, aunque el propio diccionario nos dice que la jalea es "transparente", y las mermeladas no lo son... ni siquiera muchas veces en sentido figurado, porque no sabemos de qué están hechas.

Lo del membrillo tiene su explicación. Al parecer, y así lo cuenta Marco Gavio Apicio, ya los griegos cocían membrillos en miel. El hecho es que mermelada viene del portugués "marmelada", y en portugués y en gallego membrillo se dice "marmelo".

Los escoceses también tienen que ver con la mermelada. De hecho, ellos fueron quienes empezaron a elaborar mermelada de naranja amarga (la famosa mermelada de Dundee) ya en el siglo XVII. También aportan su leyenda: la palabra vendría de cuando el séquito francés de la desdichada reina de Escocia María Estuardo estaba algo indispuesta, y su médico le daba naranjas con miel explicando que "Marie est malade" (María está enferma). Bonito, pero poco verosímil.

La mermelada es, sin duda, el componente más dulce del desayuno; la mayoría de las veces, la proporción de fruta y azúcar es del 50 por ciento de cada una, salvo en el caso ya citado de la mermelada de naranja amarga. No gusta, esta mermelada, a todo el mundo, porque espera un sabor muy dulce y se lleva un chasco con ese notorio punto de amargor. A mí sí que me gusta.

Pero las otras, las dulces, también. Sobre todo las de frambuesa, fresa (las fresas no tienen pectina, imprescindible para concretar la mermelada, y hay que añadirle un poco de fruta que sí la tenga, como la manzana), higo verde, piña con mango, albaricoque o durazno.

Se nos dice que un buen desayuno ha de incluir lácteos, cereales y frutas. Bien. El problema es que se concretan en yogur, copos de cereales, piezas de fruta... Yo desayuno lácteos (nada más lácteo que la leche del café con leche, pienso, o la mantequilla que unto en el pan); cereales (el pan, que yo sepa, está hecho de trigo, que es un cereal) y frutas, en forma de jugo de naranja y mermelada. Ya ven qué sencillo, y qué rico, es un desayuno de lo más completo. Con mermelada, desde luego. 

* Caius Apicius es el pseudónimo del cronista gastronómico de la agencia Efe. 

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