Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 20 de diciembre de 2015

En diciembre varias reposteras venezolanas se lucen con postres que saben a fiesta. Hay recetas insignes que muchos esperan y celebran. Aquí tres talentosas mujeres de buenos sabores comparten los secretos de lo que preparan por estas fechas

El lado más dulce de esta época

Aquí puedes encontrar buenos reposteros para los postres de Navidad / Foto: Mauricio Villahermosa
Aquí puedes encontrar buenos reposteros para los postres de Navidad / Foto: Mauricio Villahermosa
En diciembre varias reposteras venezolanas se lucen con postres que saben a fiesta. Hay recetas insignes que muchos esperan y celebran. Aquí tres talentosas mujeres de buenos sabores comparten los secretos de lo que preparan por estas fechas

Las tortas de Mumy
Es fácil dar con su casa de perennes buenos sabores. El aroma delata que allí se prepara siempre algo rico. En época de Navidad, el hogar de María Eugenia de Montero suele tener las mesas repletas de latas en las que aguardan tortas navideñas de dátiles y nueces que se han horneado en esta familia por cinco generaciones. "Las preparaba mi bisabuela Alejandrina Luque. También mi abuela y mi mamá. Ahora mis hijas. Es una receta que tiene más de 100 años", cuenta el anecdotario de un postre que revela solo una de las recetas de esta estirpe.
María Eugenia, Mumy, es madre de la chef Mariana Montero, suegra del chef Edgar Leal, parte de una familia de las que guardan en sus recetarios familiares lo gustos de la sazón tradicional caraqueña. Es, sobre todo, talentosa cocinera de platos como un insigne pernil o postres que le piden por encargo como el negro en camisa, el pie de limón con el sello de la casa, un insuperable pariente de las islas flotantes que ella llama bella dama.
Montero fue la primera que se atrevió a vender la torta de Navidad de la familia por un episodio casi fortuito. "Le preparé 10 tortas a una sobrina. Ella le regaló una a un señor que al año siguiente me pidió 350". Es así cómo, desde hace 5 años, las multiplica, por encargo, para quienes saben de esta delicia.
En los últimos tiempos hacerlas se ha convertido en el rally que superan muchas reposteras. Este año, por ejemplo, solo consiguió 96 latas, que es donde, cuenta ella, mejor se conservan. "Algunas de estas tortas salen fuera del país. En las latas se mantienen bien". Aunque sea un reto conseguir los ingredientes, no hace concesiones en la calidad. "Pruebo los dátiles y si no están bien los devuelvo. Igual las nueces. No pueden estar viejos". Su torta no lleva especias. Su torta, que además y para esta época se sirve en el restaurante Leal, ni siquiera lleva canela.
Mumy revela parte del secreto. "En la repostería las medidas tienen que ser exactas. Por eso me encargo de pesar todo". Sin duda en la receta hay una cuota que viene dada por esa generosidad que suelen tener quienes cocinan rico.
María Eugenia de Montero recibe los encargos a través de los teléfonos (0212) 985 2535 y (0412) 633 7214.
Las casitas de Diana
Diana Wenemoser parece una figura escapada de algún cuento bucólico mientras ordena sus casitas de jengibre en el jardín de la casa. Esta odontóloga venezolana, de 29 años de edad, pasó parte de las vacaciones de su infancia con su abuela austríaca, a la vez que aprendía y cocinaba algunas de las 32 recetas de galletas que la madre de su papá preparaba. "Ese era el mejor de los planes", recuerda. En la maleta del carro tiene una balanza antigua con la que pesaba los ingredientes junto a Oma, la abuela a la que honra con la marca que creó y a la que bautizó Omas kekse. "Significa galletas de la abuela", dice.
Hace cinco años, por hobby y añoranza, comenzó a preparar unas delicadas galletas de almendras, que aquí llaman lunitas y que allá están bautizadas como vanillekipferl. En sus cajitas recuerda que es una receta que data de 1683 y que ahora ella multiplica en Caracas.
Hace tres años decidió preparar también casas de jengibre, con una crujiente receta que incluye canela y miel. "El origen del llamado gingerbread fue gracias a unos monjes que descubrieron que por el jengibre se conservaba por más tiempo", explica ella y asegura que sus pequeñas construcciones comestibles, que muchos mantienen de adorno antes de comerlas, pueden durar hasta tres meses. De esa receta ensambla casas que son, además, un derroche de detalles dulces. "La parte de la decoración de tortas me viene por mi abuela materna".
Gracias a esa conjunción familiar y a su talento por los postres, construye en esta época estas dulces casitas que ofrece por encargo e incluso en un kit para que los niños las decoren con ese universo dulce que luego se muerde.
Los postres de Diana Wenemoser están en Instagram como @okekse
La Navidad de Anna's Pastelería
Anaísa López es psicóloga de formación, decidió explorar su habilidad con los postres, descubrió una nueva pasión, sus probadas destrezas y felizmente creó un blog para compartir sus recetas al que bautizó Anna's Pastelería. Allí publica ese universo dulce que prepara y fotografía con esmero. Llegada la Navidad, muchos comenzaron a pedirle una torta negra. "El detalle estaba en que no suelen gustarme las pasas, ni las frutas confitadas, y soy delicada con los postres con licor. Pero me propuse hacer una que me gustara a mí, que supiera a Navidad y que también complaciera a los que les ha gustado la torta negra de toda la vida". Aquí comparte la receta de su hallazgo.
Ingredientes
(Para dos tortas de aproximadamente 24 centímetros de diámetro)
Para el macerado
• 45 gr de avellanas, tostadas y molidas
• 45 gramos de almendras, tostadas y molidas
• 125 gramos de cerezas al marrasquino rojas, cortadas en cuadros pequeños
• 62 gramos de cerezas al marrasquino verdes, cortadas en cuadros pequeños
• 115 gramos de fresas, cortadas en cuadros pequeños
• ¼ de cucharadita de clavo de olor molido
• ¼ de cucharadita de nuez moscada molida
• Suficiente ron (oscuro) para cubrir todos los ingredientes (¼ de la botella)
• 1 cucharada de Baileys (o cualquier otro licor acaramelado o dulce)
Para la torta
• 1 ¼ de taza de agua hirviendo
• 1 cucharadita de café instantáneo
• ¾ de taza de cacao en polvo
• 100 gramos de chocolate semiamargo derretido
• 3 huevos
• 2 ¼ de tazas de azúcar
• 1 cucharadita de sal
• 2 ½ cucharaditas de soda o bicarbonato para hornear
• 1 taza de leche unida a ¼ de taza de ponche crema y 1 cucharada de vinagre blanco (dejar reposar esta mezcla al menos 5 minutos antes de agregarla a la preparación)
• 1 taza, más 2 cucharadas de aceite vegetal
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla
• 2 ½ tazas, más 2 cucharadas de harina todo uso
• 1 taza de gotas de chocolate oscuro
Preparación
• Preparar el macerado. Para ello, colocar todos los ingredientes, menos el ron, en un recipiente de vidrio. Agregar ron hasta cubrir toda la mezcla y tapar. Llevar a la nevera y dejar ahí al menos 4 días antes de usar en la torta. Durante los días que está macerándose, abrir el frasco y asegurarse de que tenga suficiente líquido. Si la mezcla lo ha absorbido, agregar un poquito más.
• Luego de que el macerado tenga el mínimo de días, se puede preparar la torta. Para esto, precalentar el horno a 170 °C y preparar dos moldes para hornear de aproximadamente 22 a 24 centímetros de diámetro y engrasar con aceite antiadherente o con mantequilla y harina.
• Sacar de la nevera las frutas previamente maceradas y dejar que adquieran temperatura ambiente.
• Comenzar a preparar la torta. Para esto, unir primero el agua hirviendo junto al café instantáneo, el cacao y el chocolate derretido en un bowl pequeño y combinar con un batidor de mano hasta tener una mezcla homogénea.
• Separar las yemas de las claras y en un bowl batir a velocidad alta las claras hasta que alcancen punto de nieve. Reducir a velocidad baja-media y añadir las amarillas, dejando que se incorporen bien. Luego, agregar el azúcar, la sal y el bicarbonato y batir por un minuto.
• Agregar la preparación de leche, ponche crema y vinagre junto con el aceite y la vainilla y batir por otro minuto. Añadir la harina y batir por dos minutos más.
• Pasar por un colador la maceración para retirar el exceso de líquido.
• Agregar a la preparación de harina la mezcla de chocolate, agua y café previamente preparada, las frutas maceradas y las gotas de chocolate. Batir a velocidad baja-media.
• Colocar en los moldes ya preparados y hornear de 40 a 60 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro de las tortas, este salga limpio.
• Al retirar del horno, dejar enfriar en el molde por al menos 15 minutos, desmoldar y decorar al gusto.

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