El Carabobeño 01 de Diciembre de 2015 - 08:27 AM
Manufactura de empresas privadas están paralizadas en más del 60%, dijo Neidy Rosal
Dayrí Blanco
Un poco más de 30 millones 600 mil habitantes es la data poblacional de Venezuela según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Pero en el país no se produce comida para alimentar a ese número de personas. En más de 60% están paralizadas las líneas de manufactura de las empresas privadas de alimentos, y las que están en manos del Gobierno enfrentan las mismas condiciones. La importación parece la única vía, pero la distribución de lo que llega se divide entre funcionarios públicos y la red de comercialización del Estado.
El primer trimestre de 2016 será crítico. “El desabastecimiento se profundizará”, dijo la diputada del Consejo Legislativo de Carabobo (Clec), Neidy Rosal. Compañías como Industrias Diana, Lácteos Los Andes y los 10 centrales azucareros que maneja el Gobierno trabajan a menos del 40% de su capacidad, las granjas están soltando a sus gallinas porque no tienen alimento concentrado para darles, y lo poco que llega a Puerto Cabello beneficia directamente a trabajadores públicos y a quienes tras largas horas de cola pueden adquirir de manera regulada algo en Mercal, Pdval o Bicentenario.
La empresa privada este año no ha tenido dólares para importar nada. “Nos preocupa que el año que viene la crisis se agudizará. La escasez será superior a la actual”. La legisladora hizo un llamado de urgencia al ministro de Alimentación, Carlos Osorio, a que elabore un plan de contingencia, sobre todo con los productos de primera necesidad que se importan, para que se distribuyan a toda la población, y a que se aprueben y liquiden las divisas necesarias para que se reactive la producción en el país.
Escasez navideña
Puerto Cabello está vacío. A sus muelles ha llegado 40% menos de la mercancía navideña que se requiere para satisfacer la demanda. “Por eso se siente la escasez en los anaqueles de manera acentuada y lo poco que se consigue está costoso”.
Un poco más de 30 millones 600 mil habitantes es la data poblacional de Venezuela según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Pero en el país no se produce comida para alimentar a ese número de personas. En más de 60% están paralizadas las líneas de manufactura de las empresas privadas de alimentos, y las que están en manos del Gobierno enfrentan las mismas condiciones. La importación parece la única vía, pero la distribución de lo que llega se divide entre funcionarios públicos y la red de comercialización del Estado.
El primer trimestre de 2016 será crítico. “El desabastecimiento se profundizará”, dijo la diputada del Consejo Legislativo de Carabobo (Clec), Neidy Rosal. Compañías como Industrias Diana, Lácteos Los Andes y los 10 centrales azucareros que maneja el Gobierno trabajan a menos del 40% de su capacidad, las granjas están soltando a sus gallinas porque no tienen alimento concentrado para darles, y lo poco que llega a Puerto Cabello beneficia directamente a trabajadores públicos y a quienes tras largas horas de cola pueden adquirir de manera regulada algo en Mercal, Pdval o Bicentenario.
La empresa privada este año no ha tenido dólares para importar nada. “Nos preocupa que el año que viene la crisis se agudizará. La escasez será superior a la actual”. La legisladora hizo un llamado de urgencia al ministro de Alimentación, Carlos Osorio, a que elabore un plan de contingencia, sobre todo con los productos de primera necesidad que se importan, para que se distribuyan a toda la población, y a que se aprueben y liquiden las divisas necesarias para que se reactive la producción en el país.
Escasez navideña
Puerto Cabello está vacío. A sus muelles ha llegado 40% menos de la mercancía navideña que se requiere para satisfacer la demanda. “Por eso se siente la escasez en los anaqueles de manera acentuada y lo poco que se consigue está costoso”.
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