El cacao le trajo un tenedor de oro
María Fernanda Di Giacobbe fue reconocida por la AVG por la promoción del producto. La chocolatera es fundadora de Cacao de Origen, red de educación e información que une a productores, científicos, profesores, empresarios, exportadores y degustadores
María Fernanda Di Giacobbe fue reconocida por la Academia Venezolana de gastronomía con el Gran Premio Tenedor de Oro 2015, por su contribución a la consolidación y difusión del patrimonio culinario nacional y por su decisivo papel en el conocimiento, la comprensión, valoración y promoción del cacao y chocolate venezolanos. Del fallo del jurado se enteró en París, cuando trabajaba con Chloé Doutre-Roussel y Patrice Chapon –catadora de chocolate y chocolatero reconocidos internacionalmente– en la elaboración de la tableta de chocolate que llevó por nombre Chapon Venezuela 75%.
“La hicimos con cacao Sur del Lago de Casa Franceschi y la presentamos en Le Salon du Chocolat, en el stand de Chapon. Con su comercialización en el prestigioso festival internacional obtuvimos fondos que invertiremos en la fabricación de cajas de madera para la fermentación de cacao, que estarán a disposición de productores venezolanos comprometidos con la producción de semillas de calidad”, explica Di Giacobbe, después de de recordar que el bean to bar es –más que una modalidad para hacer chocolates– una filosofía alrededor del cacao.
Fundadora de Cacao de Origen –espacio de encuentro para el estudio, la investigación y promoción del cacao venezolano que funciona como una red de educación e información que une a productores, científicos, profesores, chocolateros, empresarios, exportadores y consumidores– Di Giacobbe no solo dedica tiempo a la elaboración de chocolate con semillas de calidad. También trabaja en la búsqueda de soluciones a los problemas que atraviesan las comunidades cacaoteras, segura de que el país mantiene la mayor biodiversidad de cacao del mundo, la geografía idílica para su cultivo y el conocimiento de los procesos poscosecha, pasados de generación en generación, “tres factores que determinan su calidad”.
Cacao de Origen era una necesidad, una respuesta a los obstáculos que atraviesa el cultivo de cacao, al mantenimiento de las plantaciones y a la comercialización de la semilla, dice Di Giacobbe, antes de recordar que Venezuela es el país con mayor diversidad de cacaos del planeta, además del territorio de origen de los cacaos criollos conocidos desde hace 400 años como dulces, nobles, finos. Cada una de nuestras regiones, pueblos cacaoteros, ciudades y puertos –añade– son una denominación de origen natural. “Perijá, Maracaibo, Sur del Lago, Puerto Cabello, Trincheras, Cata, Ocumare, Cumboto, Cuyagua, Chuao, Caracas, Carúpano, Río Caribe, Yaguaraparo son la mejor prueba de que nuestros terroir otorgan a estos cacaos la complejidad aromática y sabor que los distinguen y son la razón de sus altos precios en los mercados”.
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