Día Mundial del Vegetarianismo: cómo vivir sin carne
Optar por una alimentación libre de proteínas animales puede ser un estímulo para la creatividad y un regalo para la salud
En los últimos años, la oferta gastronómica de nuestro país ha multiplicado significativamente sus opciones no carnívoras. De hecho, hoy, la mayoría de establecimientos reserva un espacio en su carta para este tipo de preparaciones. Asimismo, el escepticismo y los prejuicios hacia la comunidad vegetariana han ido disminuyendo. Mientras que hasta finales del siglo pasado, los vegetarianos eran, prácticamente, vistos como individuos radicales; en la actualidad, esta dieta es considerada una alternativa gastronómica atractiva incluso para quienes sí tienen el hábito de comer carne.
La nueva percepción sobre esta dieta se debe en gran parte a la toma de conciencia de que nuestra salud está íntimamente relacionada con aquello que comemos. En ese sentido, la grasa saturada, el colesterol y las toxinas presentes en la carne animal han provocado que muchas personas restrinjan en mayor o menor grado su consumo. Dejar de comer carne incluso durante uno o dos días a la semana es, pues, una tendencia que gana adeptos.
ALTERNATIVAS SABROSAS
Sándwiches con vegetales a la parrilla y frescos; hamburguesas de soya o de menestras; pastas con salsas de verduras o vegetales salteados; guisos (desde estofados caseros hasta exóticos currys) y un sinfín de ensaladas con toda clase de legumbres, hortalizas, tubérculos, cereales, frutos secos y semillas, permiten armar una carta completa, sumamente provocativa y muy colorida. Los matices, perfumes y sabores de las hierbas aromáticas y las especias también se lucen en todo su esplendor en estos platos. Aunque algunas personas puedan pensar que se trata de un régimen restrictivo, vivir sin carne estimula nuestra creatividad al momento de elegir y combinar los alimentos. Asimismo, ayuda a encontrar y valorar productos exquisitos y sorprendentes.
Sándwiches con vegetales a la parrilla y frescos; hamburguesas de soya o de menestras; pastas con salsas de verduras o vegetales salteados; guisos (desde estofados caseros hasta exóticos currys) y un sinfín de ensaladas con toda clase de legumbres, hortalizas, tubérculos, cereales, frutos secos y semillas, permiten armar una carta completa, sumamente provocativa y muy colorida. Los matices, perfumes y sabores de las hierbas aromáticas y las especias también se lucen en todo su esplendor en estos platos. Aunque algunas personas puedan pensar que se trata de un régimen restrictivo, vivir sin carne estimula nuestra creatividad al momento de elegir y combinar los alimentos. Asimismo, ayuda a encontrar y valorar productos exquisitos y sorprendentes.
En definitiva no hace falta que te vuelvas vegetariano para animarte a crear delicias libres de carne que complementen tu dieta por uno o dos días a la semana; además, la experiencia te puede dar una nueva perspectiva sobre las personas que siguen este estilo de vida.
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