La fiebre por las paletas
Heladerías de Caracas y Cumaná se suman a esta dulce y fría tendencia
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GIULIANA CHIAPPE | EL UNIVERSAL
domingo 4 de octubre de 2015 12:00 AM
Las paletas de helado conectan con la infancia. ¿Qué niño no ha saboreado un Crema Real o un Pastelado y se ha embarrado los dedos con la gota que siempre desliza por el palito?
Pues las paletas ahora también son para los adultos -aunque sin dejar de lado a los chicos-, hechas artesanalmente y con sabores originales. Pueden ser de chicle, aguacate, pie de limón, colita con leche, jobo, marquesa o, los más arriesgados, parchita con tequila o mojito. El molde aguanta todo.
En Venezuela, cada vez son más las heladerías que apuestan por estas paletas con colores y sabores llamativos. En Caracas están Palepop y Dulce Obsesión mientras que Cumaná también sucumbe al encanto de esos helados, con una iniciativa artesanal, Helados Elito.
Las paletas que más vende Elito son los de jobo, esa fruta algo ácida y amarilla, familia de las ciruelas. Otros exitosos son los que recuerdan el raspado que se pedía con leche condensada: los de colita con leche. También los hacen, entre otros, de colita sola, pie de limón, coco 100% natural, guayaba y Oreo, con su galleta completa.
La sede permanente de Helados Elito está en la avenida Miranda, pero llevan su carrito a diversas playas de Cumaná. Para darle un vistazo a sus paletas está su cuenta en Instagram @HeladosElito
Quizás lo más llamativo de Dulce Obsesión son los brillantes tonos de sus paletas que dan color a la avenida Fuerzas Armadas de Caracas, donde se encuentra esta heladería que en junio celebró su primer aniversario. Las hace Bernardo Castellano, que aprendió el oficio en Nápoles y que no usa grasa vegetal ni conservantes. Tiene paletas de chicle, quesillo, fresas con crema, aguacate, té verde, tomate de árbol, Cocosette o el definitivo guiño a la infancia: Bati-bati.
Palepop, en el tercer nivel del centro comercial Santa Fe, tiene los diseños más bellos, creados por María Eugenia Zarzalejo, quien experimenta con colores y sabores con las técnicas de heladería que aprendió en Italia. Además de frutas, algunas con trozos enteros o en combinaciones, versionan sabores de helados conocidos, y algunos ya ausentes como Crema Real, Bom bom, Drácula y Pastelado, preparan sabores de dulcería criolla como tres leches o marquesa y coquetean con la mixología, con parchitequila, piña colada, bloody mary o mojito.
Pues las paletas ahora también son para los adultos -aunque sin dejar de lado a los chicos-, hechas artesanalmente y con sabores originales. Pueden ser de chicle, aguacate, pie de limón, colita con leche, jobo, marquesa o, los más arriesgados, parchita con tequila o mojito. El molde aguanta todo.
En Venezuela, cada vez son más las heladerías que apuestan por estas paletas con colores y sabores llamativos. En Caracas están Palepop y Dulce Obsesión mientras que Cumaná también sucumbe al encanto de esos helados, con una iniciativa artesanal, Helados Elito.
Las paletas que más vende Elito son los de jobo, esa fruta algo ácida y amarilla, familia de las ciruelas. Otros exitosos son los que recuerdan el raspado que se pedía con leche condensada: los de colita con leche. También los hacen, entre otros, de colita sola, pie de limón, coco 100% natural, guayaba y Oreo, con su galleta completa.
La sede permanente de Helados Elito está en la avenida Miranda, pero llevan su carrito a diversas playas de Cumaná. Para darle un vistazo a sus paletas está su cuenta en Instagram @HeladosElito
Quizás lo más llamativo de Dulce Obsesión son los brillantes tonos de sus paletas que dan color a la avenida Fuerzas Armadas de Caracas, donde se encuentra esta heladería que en junio celebró su primer aniversario. Las hace Bernardo Castellano, que aprendió el oficio en Nápoles y que no usa grasa vegetal ni conservantes. Tiene paletas de chicle, quesillo, fresas con crema, aguacate, té verde, tomate de árbol, Cocosette o el definitivo guiño a la infancia: Bati-bati.
Palepop, en el tercer nivel del centro comercial Santa Fe, tiene los diseños más bellos, creados por María Eugenia Zarzalejo, quien experimenta con colores y sabores con las técnicas de heladería que aprendió en Italia. Además de frutas, algunas con trozos enteros o en combinaciones, versionan sabores de helados conocidos, y algunos ya ausentes como Crema Real, Bom bom, Drácula y Pastelado, preparan sabores de dulcería criolla como tres leches o marquesa y coquetean con la mixología, con parchitequila, piña colada, bloody mary o mojito.
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