Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

domingo, 1 de noviembre de 2015

Según los entendidos en la cata del té, la popularidad de este producto de la tierra es mayor a la del café y casi que iguala a la del agua.

¡Té quiero!

Las diferentes variaciones de la milenaria planta generan una gama sabores y beneficios corporales.

por VERÓNICA PÉREZ PEÑA  |  imagen: SHUTTERSTOCK | JUEVES 29 DE OCTUBRE DE 2015

Según los entendidos en la cata del té, la popularidad de este producto de la tierra es mayor a la del café y casi que iguala a la del agua.

La infusión obtenida de esta planta es usada en la medicina china como remedio milenario con propiedades antioxidantes y depurativo. Adicionalmente contiene minerales y vitaminas A, B, y C lo que favorece el buen estado del sistema inmunológico. 

La planta de té es principalmente cultivada en Asia y en algunos lugares del norte de Australia, zonas que climatológicamente tienen las condiciones ideales para cultivar la delicada planta que, inclusive, ha sido parte de la historia y de la economía de países como India, Nepal, Inglaterra y Estados Unidos. 

A partir de la popularidad que alcanzó la medicina china en Latinoamérica comenzaron a conocerse las variaciones del té como el verde, el rojo, el blanco y el negro. Es importante recalcar que si bien cada clase de té tiene sabores, usos y nombres distintos éstos provienen de la misma planta. Únicamente cambia el momento de la cosecha y el proceso de oxidación de la planta para dar lugar a las diversas formas en las que es consumido. 

Té Negro: el más conocido
Esta bebida fue popularizada por la llegada de los ingleses a América, lo que hizo que su sabor fuese difundido en todo el mundo. 

Entre las propiedades del oscuro bebedizo está su capacidad antioxidante, astringente y estimulante; además genera saciedad lo que ayuda en los programas para perder peso. Varios estudios determinaron que ayuda en caso de resfriado especialmente, si se acompaña con limón. 

En el caso del té negro la recolección es hecha tarde, cuando la hoja está de marrón a negra, luego se somete a un proceso de oxidación hasta alcanzar su tono característico. En muchas ocasiones es mezclado con frutas secas y otras infusiones para variar su aroma. Existe el té negro de Darjeeling en Bengala, que es una variación del té negro con un proceso de oxidación más corto, lo que genera una infusión igualmente oscura pero más suave al paladar. 

Té verde: Querido entre deportistas
Con bajo contenido de teína, el té verde es el más solicitado por los que desean adelgazar. No está fermentado por lo que conserva sus propiedades prácticamente intactas. Es un poderoso antioxidante y es usado como producto fundamental en las dietas antienvejecimiento. Refuerza el sistema inmune y contiene minerales como sodio y flúor.

Es importante que cuando se prepare el té verde el agua no esté hirviendo sino que haya bajado a los 85 grados porque sino el sabor será amargo y demasiado intenso. El té verde es recolectado en plena etapa de madurez de la hoja. Los japoneses son considerados expertos en el cultivo de esta planta, aunque fueron los chinos los que descubrieron las peculiaridades de la recolección del té cuando la hoja está más verde. 

Té blanco: joven y suave
El té de sabor más agradable al paladar es producido con las hojas más jóvenes de la planta de té. En estos brotes, supuestamente, está concentrada toda la energía del té y sus propiedades antioxidantes más potentes lo que lo convierte en la infusión "guerrera" contra los radicales libres.  

Es bastante costoso, pues la cosecha de té blanco únicamente puede hacerse durante los primeros días de primavera, una vez por año, lo que limita su producción; además que su producción es básicamente artesanal, pues es secado por una ventilación controlada y cuidado a mano para evitar que se rompa al secarse, liberando su fino aroma. 

La temperatura ideal para prepararlo es de 75 C. 

Té Oolong o azul
Este tipo de producto es semifermentada, cuya producción está entre el té negro y el té verde. Su proceso de oxidación y enrrollado (como el del tabaco) se repite hasta en 20 ocasiones hasta encontrar el nivel cobrizo de las hojas. 

Su sabor es afrutado y muy fino y al igual que el blanco, tiene costos mayores pues gran parte de su producción es hecha totalmente a mano.

Té rojo: adiós a las grasas y al colesterol
Llamado el "té de los emperadores" es producido básicamente en la provincia de Yunnan, China. En la antigüedad era prohibido consumirlo fuera de las casas imperiales.

Su sabor es el más fuerte pues es un té posfermentado; es decir, es cosechado y alcanza la madurez en bodegas durante varios años. Luego, es fermentado y es cuando las hojas alcanzan su característico color.

Conforme a varios estudios, el consumo frecuente de esta sustancia ayudaría a bajar niveles de colesterol y a quemar grasas, pero la administración del mismo debe hacerse con cuidado, pues tiende a provocar malestares estomacales por su fuerte sabor.

Otros tipos...
Los estilos de té varían mucho de acuerdo a su forma de oxidarse y hasta por la región en la que son cultivados. Entre las otras clases de té están el amarillo, el té en rama, el proveniente de las semillas que es utilizado para fabricar medicinas, el Lapsang Souchong que es secado sobre pino ardiente, el turco que es una variante del té negro pero del Mediterráneo, y el te Matcha que es molido y usado exclusivamente en la Ceremonia japonesa del té. 






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