11,3% de los venezolanos hace 2 o menos comidas diarias
La Encovi 2014 arrojó que la lista de 10 alimentos más comprados la encabeza la harina el arroz y el pan; el huevo desapareció de la dieta clásica
23 DE ABRIL 2015 - 12:01 AM
Al menos 11,3% de las personas en Venezuela consume dos o menos comidas cada día. 80,1% refiere que no le alcanza lo que gana para comprar comida. Al estudiar los datos por estratos socioeconómicos se revela que del grupo de personas que dijo que no podía hacer sus tres comidas diarias, 39,1% pertenece a los sectores sociales que no tiene una vivienda de calidad y tampoco tiene estudios académicos completos, es decir, pertenecen a los sectores sociales más empobrecidos.
La Encuesta Condiciones de Vida Venezuela 2014 recogió información en 1.479 hogares del país entre agosto y septiembre del año pasado. La investigación fue realizada por la UCV, la USB y la UCAB, y es la radiografía más reciente de la calidad de vida del país con la intención de mostrar un panorama sobre el cual diseñar políticas públicas. La última evaluación de este tipo data de 1998.
Los resultados arrojaron que la dieta del venezolano es de baja calidad y rica en carbohidratos porque la mayoría de las personas compra harinas, arroz y pastas como primera opción para alimentarse. Alimentos ricos en proteínas como el huevo ya no están en la lista de los 10 más consumidos, solo se menciona en el quintil poblacional que reúne a los estratos de ingresos económicos medios. La mortadela, en cambio, forma parte de la lista de más consumidos por los más pobres como sustituto de la carne.
Marianela Herrera Cuenca, investigadora del Cendes y de la Fundación Bengoa, participante del equipo que realizó la encuesta, detalló que independientemente del estrato socioeconómico la mayoría de la gente tiene problemas para adquirir alimentos, lo que se constituye en una fuente de preocupación: 11% dijo que se sentía triste, angustiado o deprimido todo el tiempo, mientras que 31% manifestó que alguna vez experimentó tristeza.
“Los alimentos más cercanos a la población pobre son harinas, arroz y pastas, son alimentos calóricamente densos y a los que tienen acceso. En los quintiles más ricos son leche, frutas y hortalizas. La mayoría siente que sus ingresos no le van a alcanzar para comprar comida. Todos los quintiles refieren alguna dificultad para comprar alimentos. Sin embargo, la mayoría dice que come lo suficiente. En el quintil 1, que reúne al sector más pobre, 8,6% dijo que su alimentación es insuficiente, que queda con sensación física de hambre”, explicó.
Herrera Cuenca señaló que al preguntar a la muestra sobre la relación entre el consumo de alimentos y las enfermedades apenas 141 personas dijeron que sí habían tenido algún tipo de dolencia. Las más mencionadas fueron gastritis, parasitosis e intoxicaciones, pero ninguno mencionó la obesidad. Subrayó que 47% de los encuestados no realiza ningún tipo de actividad física.
Desconocimiento. La Encovi 2014 también evaluó la percepción de las personas acerca de las dos enfermedades más comunes en el país: la hipertensión y la diabetes, ambas a su vez se relacionan con la alimentación y el estilo de vida.
Marino González, miembro de la Unidad de Políticas Públicas de la USB y parte del equipo investigador, apuntó que solo 2% de los venezolanos reconoció que sufre hipertensión, el resto no fue capaz de relacionar la tensión arterial alta con la enfermedad. Por otra parte, 3% de los encuestados dijo que tiene diabetes.
González recordó que para el caso de la hipertensión hay una prevalencia de entre 24% y 39% de la población. No hay datos sobre prevalencia en diabetes. Apuntó que la brecha revela la falta de información y el requerimiento de políticas públicas para atenderlas. La falta de reconocimiento de las enfermedades es mucho más marcada en estratos más empobrecidos.
“Hay muchas personas que tienen hipertensión y no lo saben. La hipótesis es que las personas que están sometidas a las restricciones de alimentos empiezan a estar más familiarizadas con el problema”, dijo.
La encuesta arrojó que la mitad de los venezolanos no dispone de planes de atención médica. 22% de los que sí los tienen están amparados por los servicios sanitarios del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Solo 10% de los venezolanos tiene póliza de seguros.
Jóvenes dejan las aulas antes de los 15 años de edad
Cerca de 65% de las personas que buscaba un empleo entre agosto y septiembre de 2014 admitió que dejó la escuela antes de cumplir los 15 años de edad.
La deserción escolar fue abordada en la Encovi 2014 para determinar el número de niños y de jóvenes fuera de las aulas de clase. 56% abandonó sus estudios entre los 15 y los 19 años de edad. 59% de la población mayor de 25 años completó al menos la educación media.
La conclusión principal fue que “la interrupción de la trayectoria educativa ocurre muy temprano para un sector importante, sin haber logrado acumular el capital educativo necesario para reducir los riesgos de pobreza”.
Las entrevistas realizadas en 1.479 hogares permitieron conocer que solo 63% de los niños entre 3 y 5 años de edad está escolarizado. Por lo menos 100.000 niños con edades entre los 6 y los 11 años no están escolarizados y otros 350.000 en edad de acudir a los liceos, es decir, entre los 12 y 17 años, está en fuera de los planteles. La inequidad en la educación universitaria también es marcada. Solo 20% de los más pobres permanece activo en el sector. Un total de 3 millones de personas no prosiguieron su educación.
Otro de los aspectos abordados se refirió a la escogencia de planteles educativos. En los quintiles más pobres 69% dio importancia a la proximidad y 10% a la calidad educativa. En los quintiles más ricos 52% destacó que escogió una escuela por la proximidad, 20% por la calidad.
Al menos 11,3% de las personas en Venezuela consume dos o menos comidas cada día. 80,1% refiere que no le alcanza lo que gana para comprar comida. Al estudiar los datos por estratos socioeconómicos se revela que del grupo de personas que dijo que no podía hacer sus tres comidas diarias, 39,1% pertenece a los sectores sociales que no tiene una vivienda de calidad y tampoco tiene estudios académicos completos, es decir, pertenecen a los sectores sociales más empobrecidos.
La Encuesta Condiciones de Vida Venezuela 2014 recogió información en 1.479 hogares del país entre agosto y septiembre del año pasado. La investigación fue realizada por la UCV, la USB y la UCAB, y es la radiografía más reciente de la calidad de vida del país con la intención de mostrar un panorama sobre el cual diseñar políticas públicas. La última evaluación de este tipo data de 1998.
Los resultados arrojaron que la dieta del venezolano es de baja calidad y rica en carbohidratos porque la mayoría de las personas compra harinas, arroz y pastas como primera opción para alimentarse. Alimentos ricos en proteínas como el huevo ya no están en la lista de los 10 más consumidos, solo se menciona en el quintil poblacional que reúne a los estratos de ingresos económicos medios. La mortadela, en cambio, forma parte de la lista de más consumidos por los más pobres como sustituto de la carne.
Marianela Herrera Cuenca, investigadora del Cendes y de la Fundación Bengoa, participante del equipo que realizó la encuesta, detalló que independientemente del estrato socioeconómico la mayoría de la gente tiene problemas para adquirir alimentos, lo que se constituye en una fuente de preocupación: 11% dijo que se sentía triste, angustiado o deprimido todo el tiempo, mientras que 31% manifestó que alguna vez experimentó tristeza.
“Los alimentos más cercanos a la población pobre son harinas, arroz y pastas, son alimentos calóricamente densos y a los que tienen acceso. En los quintiles más ricos son leche, frutas y hortalizas. La mayoría siente que sus ingresos no le van a alcanzar para comprar comida. Todos los quintiles refieren alguna dificultad para comprar alimentos. Sin embargo, la mayoría dice que come lo suficiente. En el quintil 1, que reúne al sector más pobre, 8,6% dijo que su alimentación es insuficiente, que queda con sensación física de hambre”, explicó.
Herrera Cuenca señaló que al preguntar a la muestra sobre la relación entre el consumo de alimentos y las enfermedades apenas 141 personas dijeron que sí habían tenido algún tipo de dolencia. Las más mencionadas fueron gastritis, parasitosis e intoxicaciones, pero ninguno mencionó la obesidad. Subrayó que 47% de los encuestados no realiza ningún tipo de actividad física.
Desconocimiento. La Encovi 2014 también evaluó la percepción de las personas acerca de las dos enfermedades más comunes en el país: la hipertensión y la diabetes, ambas a su vez se relacionan con la alimentación y el estilo de vida.
Marino González, miembro de la Unidad de Políticas Públicas de la USB y parte del equipo investigador, apuntó que solo 2% de los venezolanos reconoció que sufre hipertensión, el resto no fue capaz de relacionar la tensión arterial alta con la enfermedad. Por otra parte, 3% de los encuestados dijo que tiene diabetes.
González recordó que para el caso de la hipertensión hay una prevalencia de entre 24% y 39% de la población. No hay datos sobre prevalencia en diabetes. Apuntó que la brecha revela la falta de información y el requerimiento de políticas públicas para atenderlas. La falta de reconocimiento de las enfermedades es mucho más marcada en estratos más empobrecidos.
“Hay muchas personas que tienen hipertensión y no lo saben. La hipótesis es que las personas que están sometidas a las restricciones de alimentos empiezan a estar más familiarizadas con el problema”, dijo.
La encuesta arrojó que la mitad de los venezolanos no dispone de planes de atención médica. 22% de los que sí los tienen están amparados por los servicios sanitarios del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Solo 10% de los venezolanos tiene póliza de seguros.
Jóvenes dejan las aulas antes de los 15 años de edad
Cerca de 65% de las personas que buscaba un empleo entre agosto y septiembre de 2014 admitió que dejó la escuela antes de cumplir los 15 años de edad.
Cerca de 65% de las personas que buscaba un empleo entre agosto y septiembre de 2014 admitió que dejó la escuela antes de cumplir los 15 años de edad.
La deserción escolar fue abordada en la Encovi 2014 para determinar el número de niños y de jóvenes fuera de las aulas de clase. 56% abandonó sus estudios entre los 15 y los 19 años de edad. 59% de la población mayor de 25 años completó al menos la educación media.
La conclusión principal fue que “la interrupción de la trayectoria educativa ocurre muy temprano para un sector importante, sin haber logrado acumular el capital educativo necesario para reducir los riesgos de pobreza”.
Las entrevistas realizadas en 1.479 hogares permitieron conocer que solo 63% de los niños entre 3 y 5 años de edad está escolarizado. Por lo menos 100.000 niños con edades entre los 6 y los 11 años no están escolarizados y otros 350.000 en edad de acudir a los liceos, es decir, entre los 12 y 17 años, está en fuera de los planteles. La inequidad en la educación universitaria también es marcada. Solo 20% de los más pobres permanece activo en el sector. Un total de 3 millones de personas no prosiguieron su educación.
Otro de los aspectos abordados se refirió a la escogencia de planteles educativos. En los quintiles más pobres 69% dio importancia a la proximidad y 10% a la calidad educativa. En los quintiles más ricos 52% destacó que escogió una escuela por la proximidad, 20% por la calidad.
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