Con basura se pueden hacer muebles
En la USB crearon un material resistente y funcional con desechos sólidos reciclados, apto para fabricar topes de cocina, mesas, escritorios, puertas y repisas, entre otros usos.
El proyecto ayuda a ahorrar hasta 30% de desechos sólidos (Cortesía)
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GABRIEL BARRETO | EL UNIVERSAL
miércoles 27 de mayo de 2015 08:57 AM
El vidrio, la cerámica, el plástico y el cartón tienen otra utilidad después de usarse, y es que investigadores de la Universidad Central de Venezuela y la Simón Bolívar crearon un material compuesto y resistente, que puede ser empleado para la construcción de topes de mesas, escritorios, modulares, puertas, muebles de cocina y baños y hasta mostradores.
El trabajo fue realizado en conjunto por las profesoras Rebeca Sánchez y Sonia Camero de la (UCV), además de Aurora Molina, de la USB, quienes desarrollaron un material sólido y funcional utilizando como elemento básico la basura.
Para la investigación se determinó que en Venezuela, al igual que en otras partes del mundo, los desechos sólidos que se podría reutilizar rondan alrededor de 30%. En ese mismo estudio, la profesora Sánchez concluyó que 42% del material sólido que se genera es cerámica y vidrio; 30% plástico; 22% cartón y 6% metal.
Una vez detectados la cantidad y el tipo de material, se procedió a mezclarlos, compactarlos y calentarlos, y se obtuvo un elemento clasificado como de dureza media, que ofrece baja funcionalidad mecánica y puede sustituir al MDF, material hecho con los residuos de la madera y que es utilizado para la construcción de muebles. "Nuestro material tiene una dureza, flexión y compresión muy parecidas al MDF y al de algunas maderas", recalcó Aurora Molina.
"La idea era buscarle utilidad a la basura que se desperdicia cada día, entonces se pensó en el diseño de topes de cocinas y muebles que resulten menos costosos que los que se diseñan hoy en día", agregó.
El proceso de fabricación del material se inicia con el lavado de los materiales recolectados; prosigue con la reducción del tamaño de los desechos, seguido de su clasificación por dimensiones; luego éste se homogeniza con la utilización de un molino que mezcla todos los productos para que se integren, y por último, se calienta el material a temperaturas que varían dependiendo de la cantidad de plásticos utilizados en el proceso.
El material es visualmente atractivo, pero no sólo eso, sino que el sólido demostró tener cierta funcionalidad debido a que superó pruebas de dureza, flexión y compresión, según explicó Molina, quien añadió que también se realizaron evaluaciones para observar las variaciones del material ante la presencia de líquidos como el agua.
El material reduciría la cantidad árboles talados, así como los químicos que se emplean para mantener y procesar el MDF.
Otro hallazgo significativo es que las propiedades mecánicas del material dependen del tipo de polímero utilizado. Cuando la masa es de polietileno, las propiedades son superiores al resto de los materiales utilizados y en el caso del Pet, que es el plástico que más se utiliza en Venezuela, los resultados son favorables en cuanto a resistencia.
La única desventaja del uso del Pet es que su procesabilidad es más compleja y requiere de temperaturas más altas que el resto de los materiales.
El trabajo fue realizado en conjunto por las profesoras Rebeca Sánchez y Sonia Camero de la (UCV), además de Aurora Molina, de la USB, quienes desarrollaron un material sólido y funcional utilizando como elemento básico la basura.
Para la investigación se determinó que en Venezuela, al igual que en otras partes del mundo, los desechos sólidos que se podría reutilizar rondan alrededor de 30%. En ese mismo estudio, la profesora Sánchez concluyó que 42% del material sólido que se genera es cerámica y vidrio; 30% plástico; 22% cartón y 6% metal.
Una vez detectados la cantidad y el tipo de material, se procedió a mezclarlos, compactarlos y calentarlos, y se obtuvo un elemento clasificado como de dureza media, que ofrece baja funcionalidad mecánica y puede sustituir al MDF, material hecho con los residuos de la madera y que es utilizado para la construcción de muebles. "Nuestro material tiene una dureza, flexión y compresión muy parecidas al MDF y al de algunas maderas", recalcó Aurora Molina.
"La idea era buscarle utilidad a la basura que se desperdicia cada día, entonces se pensó en el diseño de topes de cocinas y muebles que resulten menos costosos que los que se diseñan hoy en día", agregó.
El proceso de fabricación del material se inicia con el lavado de los materiales recolectados; prosigue con la reducción del tamaño de los desechos, seguido de su clasificación por dimensiones; luego éste se homogeniza con la utilización de un molino que mezcla todos los productos para que se integren, y por último, se calienta el material a temperaturas que varían dependiendo de la cantidad de plásticos utilizados en el proceso.
El material es visualmente atractivo, pero no sólo eso, sino que el sólido demostró tener cierta funcionalidad debido a que superó pruebas de dureza, flexión y compresión, según explicó Molina, quien añadió que también se realizaron evaluaciones para observar las variaciones del material ante la presencia de líquidos como el agua.
El material reduciría la cantidad árboles talados, así como los químicos que se emplean para mantener y procesar el MDF.
Otro hallazgo significativo es que las propiedades mecánicas del material dependen del tipo de polímero utilizado. Cuando la masa es de polietileno, las propiedades son superiores al resto de los materiales utilizados y en el caso del Pet, que es el plástico que más se utiliza en Venezuela, los resultados son favorables en cuanto a resistencia.
La única desventaja del uso del Pet es que su procesabilidad es más compleja y requiere de temperaturas más altas que el resto de los materiales.
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