MUNDO GOURMET
Entre patacones, yoyos, tumbarranchos y mandocas, la comida zuliana es sobresaliente
VANESSA BARRADAS | EL UNIVERSAL
sábado 30 de mayo de 2015 12:00 AM
Maracaibo sabroso
El desarrollo de la gastronomía regional ha aumentado. Varios han sido los cocineros que han venido a Caracas a enseñarnos sobre sus propuestas locales, lo que ha despertado la curiosidad de muchos, incluyéndome, de ir a conocerlas personalmente, en su casa.
Recientemente estuve en Maracaibo y exploré parte de su comida, la real, la que se huele y siente en sus calles. La experiencia fue deliciosa.
Primero que nada, todo lo que dicen de los maracuchos es cierto, son simpáticos, hablan en voz alta, pareciera que cantaran todo el tiempo, y sí, son bastante regionalistas, ¿pero cómo no serlo si de esa manera te enseñan lo mejor de su tierra?
Entre patacones, yoyos, tumbarranchos, mandocas y cepillaos probé la comida de calle. Esas frituras que a cualquiera enamoran de solo mirarlas. Con los cepillaos me refrescaba durante el día. Las hamburguesas tuvieron su lugar también, así conocí Burguermaker, un puesto callejero que se destaca por la manera en que elaboran sus carnes, las mismas son de distintos sabores y se sirven entre panes artesanales de altísima calidad.
Otra propuesta que me encantó fue el restaurante a donde me llevó la cocinera maracucha Ivette Franchi; el lugar, llamado Mcbo Pop, ofrece platos tradicionales pero servidos de una manera moderna. Así encontré el mojito en coco presentado en forma de croqueta cubierta con plátano verde rallado y crocante. En ese mismo sitio me comí la arepa más golosa que jamás haya probado, frita y rellena de lomito; todo el plato estaba cubierto de queso gratinado, y como me dijo Ivette: "La cantidad de queso no se discute en Maracaibo, tiene que ser bastante".
También degusté parte de la alta cocina maracucha y para ello fui invitada por Carlos Hernández, cocinero y miembro fundador del Grupo Occidental Gastronómico, quién además es el gerente de Alimentos y Bebidas del Hotel Kristoff, donde cocina.
La cocina de Hernández es impecable, elegante y llena de sabor.
Parte del menú incluyó platos como canelón de ajoporro relleno de cerdo, berenjenas maceradas por dos meses con salsa barbacoa, ensalada de tomate macerado y palmito, tabule criollo (con cilantro) y mojito de cangrejo, arroz fosforera con escabeche fresco de curbina, y de postre, helado red velvet, chocolate, y mini suspiros de cacao y limón. Quedé extasiada... ¡y feliz!
Mi agradecimiento infinito a Ivette Franchi y a Carlos Hernández, quién junto a otros miembros del Grupo Occidental Gastronómico, me organizaron y llevaron por una ruta gastronómica extraordinaria. La cocina zuliana es tan creativa como cada uno de los habitantes de esta región.
vanessabarradas1@gmail.com
El desarrollo de la gastronomía regional ha aumentado. Varios han sido los cocineros que han venido a Caracas a enseñarnos sobre sus propuestas locales, lo que ha despertado la curiosidad de muchos, incluyéndome, de ir a conocerlas personalmente, en su casa.
Recientemente estuve en Maracaibo y exploré parte de su comida, la real, la que se huele y siente en sus calles. La experiencia fue deliciosa.
Primero que nada, todo lo que dicen de los maracuchos es cierto, son simpáticos, hablan en voz alta, pareciera que cantaran todo el tiempo, y sí, son bastante regionalistas, ¿pero cómo no serlo si de esa manera te enseñan lo mejor de su tierra?
Entre patacones, yoyos, tumbarranchos, mandocas y cepillaos probé la comida de calle. Esas frituras que a cualquiera enamoran de solo mirarlas. Con los cepillaos me refrescaba durante el día. Las hamburguesas tuvieron su lugar también, así conocí Burguermaker, un puesto callejero que se destaca por la manera en que elaboran sus carnes, las mismas son de distintos sabores y se sirven entre panes artesanales de altísima calidad.
Otra propuesta que me encantó fue el restaurante a donde me llevó la cocinera maracucha Ivette Franchi; el lugar, llamado Mcbo Pop, ofrece platos tradicionales pero servidos de una manera moderna. Así encontré el mojito en coco presentado en forma de croqueta cubierta con plátano verde rallado y crocante. En ese mismo sitio me comí la arepa más golosa que jamás haya probado, frita y rellena de lomito; todo el plato estaba cubierto de queso gratinado, y como me dijo Ivette: "La cantidad de queso no se discute en Maracaibo, tiene que ser bastante".
También degusté parte de la alta cocina maracucha y para ello fui invitada por Carlos Hernández, cocinero y miembro fundador del Grupo Occidental Gastronómico, quién además es el gerente de Alimentos y Bebidas del Hotel Kristoff, donde cocina.
La cocina de Hernández es impecable, elegante y llena de sabor.
Parte del menú incluyó platos como canelón de ajoporro relleno de cerdo, berenjenas maceradas por dos meses con salsa barbacoa, ensalada de tomate macerado y palmito, tabule criollo (con cilantro) y mojito de cangrejo, arroz fosforera con escabeche fresco de curbina, y de postre, helado red velvet, chocolate, y mini suspiros de cacao y limón. Quedé extasiada... ¡y feliz!
Mi agradecimiento infinito a Ivette Franchi y a Carlos Hernández, quién junto a otros miembros del Grupo Occidental Gastronómico, me organizaron y llevaron por una ruta gastronómica extraordinaria. La cocina zuliana es tan creativa como cada uno de los habitantes de esta región.
vanessabarradas1@gmail.com
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