Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP

Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP
Carlos Fierro con un grupo de egresados del Diplomado en Gastronomía de la UJAP del cual fue su Coordinador al inicio. GASTRONOMIA (del griego γαστρονομία)es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno.Gastrónomo es la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.Para mucha gente, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos... es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad o con mis alumnos a transmitirles conocimientos que les permitirán ser ellos creadores de sus propios platos gracias a sus saberes llevados a sabores

lunes, 4 de mayo de 2015

Una ensalada con vegetales y verduras puede dejar de ser una cena ligera si le agregamos un aderezo lleno de grasas. Recuerda que hay vinagretas muy sabrosas que permiten mantener el carácter saludable de una comida. Acá te damos varias opciones

No arruines tu plato con las calorías de las salsas

Una ensalada con vegetales y verduras puede dejar de ser una cena ligera si le agregamos un aderezo lleno de grasas. Recuerda que hay vinagretas muy sabrosas que permiten mantener el carácter saludable de una comida. Acá te damos varias opciones

por HERCILIA GARNICA  |  imagen: WWW.SHUTTERSTOCK.COM | MIÉRCOLES 22 DE ABRIL DE 2015

¿Qué es una hamburguesa de pollo a la plancha sin kétchup, mostaza y mayonesa?  ¿O una ensalada césar sin su aderezo? Se convierten en otra cosa y pierden la esencia que las identifica. Sin embargo, no hay que exagerar con esos ingredientes porque se corre el riesgo de aumentar el valor calórico de un plato que bien pudiera considerarse ligero.

La idea no es prescindir de ningún aderezo, pero sí es importante que la gente sepa que cada cucharada o "chorrito" de salsa cuenta y que es posible hacer combinaciones muy apetitosas, pero también lo suficientemente saludables como para no incidir en el aumento de peso.

A continuación te daremos las calorías de las salsas y condimentos que más se usan en la cocina para que saques cuenta a la hora de usarlos, porque es casi imposible  prescindir de una salsa de soya cuando se prepara un plato oriental, de una salsa de yogurt cuando te aventuras en una preparación griega o de un alioli si decides probar unas papas a la española.  

Para que las salsas no se conviertan en una bomba calórica debes saber cuáles aderezos pueden ser tu aliados y cuáles no. También es importante aprender a prepararlas en casa porque las que se venden ya hechas suelen contener una base de aceite o mantequilla y muy altas concentraciones de azúcar.

Aceite. El aceite de oliva es uno de los productos principales de la dieta mediterránea y tiene numerosos beneficios para la salud, pero también hay que tener en cuenta que su aporte calórico es altísimo. Lo más recomendable es medir siempre la cantidad y no excederse de las dos o tres cucharadas al día. Una sola cucharada de aceite (15 gramos) contiene 132 calorías.

Mayonesa. La base de esta salsa tan común en perros calientes, hamburguesas y otras comidas rápidas es el aceite, lo que la convierte en uno de los aliños más calóricos. Aunque depende mucho de la marca comercial, una cucharada sopera de mayonesa puede contener entre 110 y 170 kcal y una de mayonesa light la mitad aproximadamente. Un dato poco conocido sobre esta salsa es que es rica en Omega 3.

Alioli. La versión más española de la mayonesa es la salsa alioli que sorprendentemente contiene más calorías que la salsa blanca por excelencia. El alioli comercial se suele elaborar a partir de una mayonesa a la que se le añade ajo y mucho más aceite, lo que supone en algunos casos un aporte calórico de 190 calorías.

Salsa rosada. También conocida como salsa coctel o salsa golf, no es más que una variante de la mayonesa tradicional a la que se le añade kétchup. Algunas recetas incluyen también otros ingredientes como el brandy. El aporte calórico de esta salsa no varía mucho de la mayonesa.

Vinagreta. La vinagreta está hecha normalmente a base de cualquier vinagre o zumo de limón y se acompaña, según la receta, de aceite, una nata agria, mayonesa o yogur natural. En cualquiera de los casos se trata de uno de los aderezos más calóricos y rico en grasas. En tan solo 30 gramos puede haber más de 180 calorías.

Salsa pesto. Esta típica salsa italiana a base de aceite de oliva, piñones, albahaca, ajo y queso parmesano es bastante rica en calorías y grasas. Una cucharada sopera de pesto ronda las 160 calorías aunque depende mucho de la marca comercial. Además, muchas de ellas pueden tener un alto contenido en sodio, por eso la mejor opción es la versión casera.

Salsa holandesa. Sus ingredientes principales son la mantequilla y el huevo, además de limón, pimienta y vinagre o vino blanco. También existen versiones que le añaden nata. El aporte calórico depende de la receta que se elija. La receta original (sin nata) aporta aproximadamente 120 calorías.

Salsa carbonara. Esta salsa italiana, que se come con pasta, suele llevar nata, cebolla y tocineta. La receta tradicional es a base de huevos, queso y panceta (tocineta). El aporte calórico varía mucho de unas marcas a otras, pero 30 gramos de esta salsa contienen 92 calorías.

Salsa boloñesa. La receta más típica de la salsa boloñesa suele contener tomate, carne de cerdo o vaca, hortalizas (zanahoria o cebolla), aceite, sal y especias. Según la marca comercial esta salsa suele aportar entre las 80 y 140 calorías por cada 100 gramos.

Salsa guacamole. Esta salsa mexicana suele hacerse con aguacate, tomate verde, cebolla picada cruda, cilantro, chile jalapeño y limón. Aunque es una salsa vegetal, el aguacate es su ingrediente principal por lo que es rica en grasas y calorías. En 30 gramos de guacamole hay aproximadamente 50 calorías.

Salsa de yogur. En esta salsa varía mucho el aporte calórico dependiendo de si se trata de una comprada o es una receta casera. En el caso de las salsas de yogur comerciales el aporte es de unas 70 calorías por 30 gramos, mientras que en una salsa casera de yogur se podría reducir el aporte calórico eliminando el aceite y utilizando yogur desnatado y queso fresco.

Salsa barbacoa. El problema principal de esta salsa es que es muy rica en azúcares. Si optas por la versión casera se puede sustituir el azúcar por edulcorantes reduciendo el aporte calórico. En 100 gramos de salsa barbacoa puede llegar a haber 172 kcal, unas 52 en una cucharada.

Salsa bechamel. Esta salsa se hace con mantequilla, harina, leche y nuez moscada. A pesar de lo que se cree, no es una salsa muy calórica ya que en 100 gramos de bechamel casera hay unas 153 kcal, unas 40 en una cucharada.

Salsa agridulce. Esta salsa china suele estar hecha a base de vinagre, concentrado de tomate, salsa de soya, zumo de naranja, maicena y azúcar. En 100 gramos de salsa agridulce hay 150 kcal, 45 en una cucharada de 30 gramos.

Salsa de queso. Además de las calorías de los quesos que incorpora esta salsa (que no son pocas) hay que contar que muchas recetas le añaden bechamel, crema de leche o nata. Una crema de queso de las que se puede encontrar en cualquier supermercado ronda las 110 calorías por 100 gramos, es decir, unas 30 kcal por cada cucharada.

Salsa de tomate. Una cucharada de salsa de tomate natural contiene aproximadamente 15 calorías. Sin embargo, el tomate frito comercial puede aportar casi el doble de calorías. Aproximadamente 30 por cada cucharada, aunque como ocurre con el resto de salsas comerciales, depende de la marca.

Kétchup. En comparación con el tomate frito, el kétchup contiene más sal y azúcar, pero menos grasas ya que en su elaboración no se emplean aceites. En 30 gramos de este producto puede haber aproximadamente 30 calorías.

Mostaza. Si estás a dieta la mostaza es tu salsa. Además de ser baja en calorías también es baja en colesterol. En 30 gramos hay 20 calorías y aunque depende de la marca comercial, en general su contenido calórico es muy bajo. No dudes en consumirla si te gusta su sabor.

Salsa de soya. Esta salsa típica de la comida asiática es la mejor aliada si buscas reducir calorías en tu dieta. Este aderezo que se obtiene de la fermentación de la soya, solo aporta 15 calorías por cada 30 gramos. El aporte de grasas es del 0%. Además, también se puede emplear para sofreír carnes o verduras.

Para rebajar el aporte calórico de las salsas hay que reducir la cantidad de aceite; utilizar leche desnatada o semidesnatada; evitar las harinas y maicenas y enriquecer los aliños con hierbas frescas y especias que aportarán más sabor y menos calorías.

Opciones saludables:
Ahora te mostraremos algunos sustitutos saludables para aderezar tus platos que son sencillos de preparar, y te permitirán disfrutar de un plato sabroso con menos grasas, azúcares y calorías innecesarias.

-Queso crema desnatado mezclado con aceitunas verdes y negras. Útil para aderezar sándwiches o pastas con un estilo mediterráneo.

-Yogur natural con cebollín y cebolla picada. Ideal para incorporar a ensaladas y sándwiches con un sabor particular y de manera liviana.

-Aceite de oliva con romero y/o hierbas frescas a elección. Dependiendo de las hierbas, se puede utilizar para condimentar carnes, ensaladas o pastas.

-Queso crema con pulpa de tomate procesado y albahaca fresca. Otra opción para brindar un toque mediterráneo y saludable. Es especial para pastas.

-Puré de zanahoria con aceite de oliva, jugo de limón y ajo triturado. Es una combinación ideal para reemplazar la mayonesa en tus sándwiches.

-Salsa bechamel reducida en grasas con hierbas frescas o espinacas procesadas. Un sustituto ideal para condimentar pastas, ensaladas tibias o calientes y por qué no, sándwiches.

-Pulpa de aguacate en puré con tomate fresco y jugo de limón. Un perfecto aderezo para tus sándwiches y ensaladas.

Recetas:
Las salsas y los aderezos suelen ser un problema para el corazón por la gran cantidad de mantequilla, crema, aceite, huevos o queso que requieren. Para reducir la grasa de los aderezos, una buena idea es utilizar al mínimo éstos ingredientes.

Se pueden añadir a  ensaladas, verduras, pescado, carnes magras y pastas. Una ración de salsa o aderezo  equivale a una cucharada.

Salsa de tomate y perejil
Ingredientes:
Rinde 2 tazas:
1 cucharada de aceite de oliva.
1 cebolla grande, rebanada
1 diente de ajo, machacado
6 tomates grandes, pelados y cortados en cubitos.
1 taza de jugo de tomate.
2 cucharadas de perejil fresco, picado
Pimienta negra recién molida.

Preparación:
Calienta el aceite en una cazuela. Fríe la cebolla y el ajo 4-5 minutos, o hasta que la cebolla esté suave.
Vacía los tomates y el jugo y cocina a fuego lento, durante 5 minutos.
Añade 1 cucharada de perejil y deja cocer a fuego suave una hora, o hasta que la salsa espese y se reduzca. Cuando vayas a servirla, agrega el resto del perejil y sazona con pimienta.

Salsa picante de curry
Ingredientes:
Rinde dos tazas.
6 calabacitas, peladas y picadas
2 cucharaditas de aceite poliinsaturado.
1 cebolla, picada
1 cucharadita de curry en polvo
1 cucharadita de salsa picante
1 cucharada de chutney o condimentos.

Preparación:
Cuece las calabacitas en agua, al vapor o en el microondas. Escurre y déjalas enfriar.
Calienta el aceite en una sartén antiadherente. Fríe la cebolla y el curry de 4 a 5 minutos, o hasta que la cebolla se suavice.
En un procesador o en la licuadora, muele las calabacitas, la mezcla de cebolla, la salsa picante y el chutney, hasta que se uniformen. Vacía en una cazuela y cocina a fuego lento hasta que se caliente bien.

Salsa de queso
Ingredientes:
Rinde 1 taza.
1 taza de leche desnatada
1 pizca de nuez moscada
1 cucharada de fécula de maíz disuelta en 2 cucharaditas de leche desnatada
1 cucharada de queso parmesano
Pimienta negra, recién molida.

Preparación:
Calienta la leche con la nuez moscada, y en cuanto hierva, añade la mezcla de harina, batiendo. Cocina a fuego lento durante 10 minutos, moviendo constantemente.
Añade el queso, sin dejar de mover y cocina otros 2 minutos. Sazona al gusto con pimienta.

Aderezo de manzana
Usa este aderezo en lugar del francés tradicional, o para acompañar una ensalada de arroz.

Ingredientes:
Rinde 1 tazas.
1 taza de jugo de manzana sin azúcar.
3 cucharadas de vinagre de manzana
1 diente de ajo, machacado
1 cucharada de cebollín finamente picado
2 cucharadas de perejil fresco finamente picado
Pimienta negra recién molida.

Preparación:
En un frasco con tapa de rosca, vacía el jugo de manzana, el vinagre, el ajo, el cebollín y el perejil. Sazona con pimienta al gusto. Tapa y agita bien.

Aderezo de limón a la menta
Ingredientes:
Rinde 1 taza.
1 taza de yogurt natural bajo en grasa
1 diente de ajo machacado
2 cucharadas de jugo de limón
2 cucharadas de hierbabuena fresca picada
Pimienta negra recién molida

Preparación:
Vacía en un recipiente el yogurt, el ajo, el jugo de limón, la hierbabuena y la pimienta.
Bátelos hasta que se integren.

Mayonesa de Tofu
Esta deliciosa mayonesa, es una alternativa que no contiene colesterol.

Ingredientes:
Rinde 1 tazas
25 gramos de tofu (queso de soja)
1 cucharadita de mostaza estilo Dijon
2 cucharadas de vinagre de manzana
1 taza de aceite de oliva
Pimienta negra recién molida

Preparación:
Muele en un procesador o en la licuadora el tofu, la mostaza y 1 cucharada de vinagre, hasta que se uniformen.
Sin detener la máquina, añade lentamente 2 cucharadas de aceite y luego 1 cucharada de vinagre. Repite la operación hasta que se termine el aceite y el vinagre.
Sazona con pimienta al gusto.

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